Alejandro Sanz pisa fuerte el Auditorio Nacional
Espectáculos lunes 1, Feb 2016- Logra dos conciertos con el romance a flor de piel y llenos absolutos, venciendo los efectos de la altura de nuestro país
Arturo Arellano
Dos fechas de locura se vivieron en el Auditorio Nacional, de parte del cantante español Alejandro Sanz, quien arribó a este escenario como parte de su gira Sirope, obteniendo llenos absolutos, tanto viernes como sábado, cuando miles de fans se dieron cita en el recinto para cantar cada éxito cargado de romance, amor, nostalgia y alegría, siendo sin duda uno de los mejores conciertos en este arranque de año.
La velada comenzó con la aparición del cantante en el escenario, mostrando esa sonrisa y carisma que le caracterizan, degustando por un momento los gritos y aplausos de sus fans antes de interpretar “El silencio de los cuervos”, como bien había antecedido en conferencia de prensa, que iba a arrancar el concierto de la canción más nueva hasta la más vieja de manera cronológica.
Aquí fue cuando dio las primeras palabras a su público: “Hoy estaba viendo que tienen en los pasillos las fotos de todos los que hemos actuado aquí y sé que cuando llega uno de nosotros ponen la foto más cerca del camerino para que la veamos y hoy vi esa imagen que han puesto las 47 veces que he estado aquí en el Auditorio Nacional, habrá quien se haya presentado más veces, pero para mí estas 47 son inolvidables, una por una”, continuando con “A mí no me importa” y “No madura el coco”, esta última de la que se pensó en algún momento tenía tintes políticos, lo cual también fue “entre comillas” negado por el cantante, aludiendo a que es un tema para bailar, puede que así sea, pues en cuanto sonaron las primeras notas la gente abandonó sus asientos para mover las caderas y poner los brazos en alto.
Las siguientes en el repertorio fueron “Desde cuándo” y “Quisiera ser”, bajando de nueva cuenta un poco los decibeles para que dijera: “Canten con nosotros, bailen con nosotros, disfruten con nosotros, si tienen que besarse lo hacen, si tienen que bailar, ésta es su casa y hagan lo que se les dé la gana” e interpretara “No me compares” y “La música no se toca”, seguidas de un Medley que fue una absoluta locura en el escenario y gradas, pues se compuso de los éxitos “Amiga mía”, “Mi soledad” e “Y si fuera ella”, que han sido sin duda las canciones representativas en su carrera o al menos las que le abrieron el mercado mexicano y de ahí al resto de Latinoamérica.
Ya entrando en la parte más intensa del concierto Sanz se empezó a quedar sin voz, por lo que dijo “Ay México, me tienes sin voz, pero el corazón lo tengo intacto, ¡viva México!” y continuó con “Mi marciana”, “Corazón partío”, “Labana” y “Camino de rosas”. No hacía falta esfuerzo alguno del cantante, pues su gente estaba completamente entregada a cada uno de sus gestos, interpretaciones, movimientos y por qué no decirlo, hasta a su cautivante sonrisa, es por ello que el cantante agradecía a cada momento. Finalmente cantó “Viviendo de prisa” y “Pisando fuerte”. La gente quedo satisfecha y agradeció con gritos y aplausos el esfuerzo del cantante por continuar el show hasta este presuroso final.