Falta voluntad política para mejorar movilidad urbana en Cancún
Mauricio Conde Olivares viernes 29, Ene 2016“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
Le cuento, Cancún, el principal destino turístico de México, y por mucho, del Mar Caribe, con su poderosa infraestructura hotelera y playas dignas del paraíso, padece la plaga de un monstruoso pulpo, y no crea que esto trae de la greña a defensores del medio ambiente contra las autoridades de los tres niveles de gobierno, como ocurre en el caso del Malecón Tajamar, no, se trata del pulpo camionero que tiene entre sus tentáculos a una población de más de un millón de personas y lo que se acumule anualmente en materia de visitantes, tanto nacionales como extranjeros.
El área urbana y conurbada con el vecino municipio de Isla Mujeres, así como con el de Puerto Morelos, de reciente creación, literalmente está bajo las manos de las empresas concesionarias del transporte público de pasajeros, que son Autocar, Turicún, Cooperativa del Transporte Ejido Alfredo V. Bonfil, Maya Caribe, y una veintena de prestadores de servicios con bandera estatal que invaden rutas y ponen en jaque diariamente la circulación vial de Cancún.
De esta forma, los concesionarios aplican una de las tarifas del transporte más cara del país, a excepción de Tijuana, pues en el área urbana cobran 8.50 pesos por persona y 10.50 pesos si desea usted conocer la zona hotelera, eso para desgracia de quienes ahí trabajan, pues tienen que tomar diariamente como mínimo dos transportes.
Además de que, pese a que la ciudad es joven, 45 años, padece problemas de “arterioesclerosis vial” pues sus principales arterias se encuentran congestionadas la mayor parte del día, carece de pares viales, sincronización de semáforos, los usuarios desconocen qué son los parabuses o paraderos; las unidades hacen la parada a los pasajeros donde sea y como sea, en plena anarquía.
Para colmo, las estadísticas de personas atropelladas por vehículo en movimiento van al alza, los conductores tienen totalmente limitada la visibilidad de las calles, porque las principales avenidas son virtuales estacionamientos durante las 24 horas del día, y de entre los carros ahí aparcados surgen los peatones para cruzar las calles con el peligro de perder sus vidas.
Al respecto, Santiago Carrillo, directivo de Autocar, comentó que existe un añejo problema vial en la ciudad, el del deterioro de las unidades por el cansancio natural de los vehículos, pero ¿cómo hacer que Cancún tenga hoy una mejor movilidad urbana?
Primero -el mismo se contestó- debemos atender la infraestructura de la ciudad, pues las banquetas tienen diferentes alturas, hay que estandarizar la imagen urbana para poder introducir unidades de piso bajo.
Otro problema son las inundaciones. Además se deben mejorar los tiempos de traslado, sincronizar los semáforos, crear pares viales.
Posteriormente, se debe determinar el tipo de autobuses que se necesitan en diferentes áreas de la ciudad, pues la ciudad es un ente viviente que crece y con los nuevos centros de consumo la gente modifica sus hábitos de traslado.
Por ejemplo, la Terminal Náutica que se planea desde hace cinco años, esa va a crear caos en esa zona (entrada de Puerto Cancún) que ya tiene otra vocación.
En materia de carga vehicular, suman 75 mil vehículos diarios sobre la Avenida Luis Donaldo Colosio, por eso la entrada con la Huayacán es un verdadero cuello de botella. Para la zona hotelera la única vía de descarga es la Kabah y también se debe terminar de construir la avenida Chacmool.
¿Ahora, qué tipo de camiones necesitamos?, porque hay problemas de saturación de rutas, y es tiempo de pensar en poner orden en la ciudad, cuestionó el propio Santiago Carrillo.
Para Vicente Noya, dueño de la empresa Turicún, la cosa está muy clara: El problema es que ha faltado voluntad política, diariamente movilizamos a 950 mil personas, aquí la pregunta es ¿qué tan rápido?
En 2002 se analizó el tema y hoy se requiere actualizarlo, pero lo primero que debemos hacer son establecer ejes viales y después crear Zonas de Transferencias y Rutas Cortas para evitar congestionamientos. Hoy tenemos dos zonas de transferencias naturales, el Crucero y el Kilómetro Cero de la zona hotelera.
Pero Cancún sólo tienen tres avenidas de norte a sur y la única que cruza totalmente la ciudad es la Kabah.
En este punto, Santiago Carrillo aclaró que “Tenemos todas las vialidades de Oriente a Poniente y la movilidad es de Norte a Sur, estamos al revés. Es un millón de habitantes buscando transporte para la zona hotelera y la Riviera Maya diariamente y luego de regreso, pero tampoco hay parases.
Decenas de autobuses llegan a la una de la mañana y bajan a los trabajadores que no tienen donde protegerse de la lluvia, por ejemplo, están a la plena intemperie”.
Otro problema, añadió Carrillo, es que tenemos el 50 por ciento de las vialidades principales ocupadas como estacionamientos y al estar ahí parados los vehículos ocasionan congestionamientos, avenidas principales que deberían estar libres; además, las estadísticas muestras que de una a tres personas que salen detrás de esos automóviles aparcados es atropellada, porque la visibilidad de las calles está totalmente limitada.
De ahí que se debe motivar a los empresarios que construyen estacionamientos.
Recordó Santiago Carrillo que cuando se pretendió poner orden en las principales avenidas, “pues
se quejaron los vecinos de que les quitaban su lugar de estacionamiento frente a sus casas, aunque tienen garaje, y las autoridades no soportaron la crítica.
Al efecto, Vicente Noya recordó que las autoridades municipales no quisieron problemas, “pero debe prevalecer el bien común por encima del bien particular, soportar la crítica. Tenemos el ejemplo de que de Villas Otoch Paraíso a la zona hotelera se hace una hora con 45 minutos”.
Para Santiago Carrillo, en resumen, las soluciones están en limpiar de vehículos estacionados las avenidas principales, sincronizar los semáforos, construir ejes viales, parases y sensibilizar sobre la importancia de esto a todos, pues con ello se reducirán los tiempos de traslado y ese tiempo lo podrán utilizar las personas para dedicarlo a sus familias, por ejemplo; pero esto será motivo de posterior análisis en otra entrega de Hora 14.