Tajamar y el Arca de Noé
¬ Mario San Martí viernes 29, Ene 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- El tema llega al Congreso de la Unión
- Ecologistas de maceta insisten en que todo está bien
La semana pasada dimos cuenta en este espacio lo que estaba ocurriendo en Cancún, Quintana Roo. El asunto sigue igual, sin manglar y sin culpables no hay sanciones para nadie y lo peor, todo indica que en Tajamar lo único que sigue es el proyecto de inversión turística, porque así es la ley de confusa y la conciencia les vale un comino.
Las explicaciones de los defensores de este proyecto, al menos los que justifican las licencias otorgadas para devastar el mangle de Tajamar, lo único que les faltó decir es que hubo un arca parecida a la de Noé y ahí se salvaron los animales que por propia voluntad se quisieron subir, porque éstos sabían del peligro que existía y la única forma de salvarse era abordar esa arca.
No hay duda, estamos ante un delito y eso lo sabían los desarrolladores inmobiliarios, lo sabían las autoridades locales, lo sabían los que otorgaron los permisos, porque de no haber sido así no se explica o no hay explicación alguna para justificar una acción de tal naturaleza en medio de la oscuridad, en horas donde no hay actividad y como queriendo esconder la irregular acción.
Claro que en el lugar había un manglar y nadie, en pleno uso de razón, podrá justificar su desaparición, ese es el punto.
Sobre la irregularidad cometida se han dicho muchas cosas y a lo mejor haya razón en la documentación exhibida, porque se dice que antes no había infracción o que la ley lo permitía, sí, pero, aunque las leyes no pueden ser retroactivas, es un hecho que en ese lugar había flora y fauna y la mano del hombre provocó daños al medio ambiente.
Dicen los desarrolladores que se ingresó al manglar Tajamar una vez que la fauna del lugar fue inducida para que de manera natural desalojara la zona, ya nos imaginamos a los cocodrilos siguiendo las flechas y señalamientos que los guiaban hacia un arca para salvar sus vidas ante la devastación que estaba por llegar; a las aves subiendo a sus polluelos, huevos y nidos a una canasta, tipo cigüeñas, para llegar a un buen destino; a todo tipo de animales organizándose para no perderse en la oscuridad y seguir la ruta correcta de la salvación.
No inventen, lo ocurrido no tiene otra palabra más que devastación y esta va acompañada de otra que se llama corrupción. Esa es la realidad en Tajamar.
Reiteramos, es un conflicto que los habitantes de Cancún exigen solución y sanción a quienes haya que sancionar, porque de que existía un manglar eso nadie lo duda.
APOYO LEGISLATIVO.- Además del interés de los habitantes de Cancún en el asunto Tajamar, del interés de los medios de comunicación, del interés de grupos ambientalistas y de muchos otros sectores de población, el conflicto social al respecto ya llegó incluso a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y al Congreso de la Unión.
Respecto al poder legislativo, todos los grupos parlamentarios han coincidido en que en Tajamar hubo afectación al medio ambiente.
Durante la discusión del tema, en el pleno de la Comisión Permanente, el diputado Macedonio Salomón Tamez Guajardo (Movimiento Ciudadano) dijo que es necesario conocer qué fue lo que pasó, qué autorizaron, hasta dónde llegó su intervención o sus omisiones, y con ello buscar la estrategia para que la Cámara de Diputados y el Senado de la República cumplan con el principio de solidaridad y deje a las generaciones futuras un mejor mundo.
Por su parte, la diputada Norma Xóchitl Hernández Colín (Morena) manifestó que su fracción se opone a este ecocidio y apoya cada una de las medidas, que se encaminen a detener la devastación del malecón de Tajamar.
El senador Jorge Aréchiga Ávila (PVEM) afirmó que como legisladores deben generar las herramientas necesarias para lograr la protección de los recursos naturales y fue por ello que en el 2007 se logró la protección de los ecosistemas del manglar, a través de la prohibición de cualquier obra o actividad que afecte la integridad del flujo hídrico del manglar, del ecosistema y su zona de influencia.
La diputada Araceli Saucedo Reyes (PRD) pidió que no haya impunidad, se castigue a los responsables y se repare este terrible daño ambiental.
Añadió que se está explorando la posibilidad de impulsar juicio político para los funcionarios involucrados en este crimen a la naturaleza. En tanto, el diputado panista, Juan Pablo Piña Kurczyn, urgió al gobierno federal a tomar las medidas necesarias para detener de manera inmediata el daño ambiental al manglar de Tajamar.
El senador Raúl Aarón Pozos Lanz (PRI) reprobó cualquier acción que vulnere nuestro entorno y que ponga en peligro los recursos naturales; por ello coincidió en que es fundamental que la Semarnat brinde la información necesaria y pormenorizada, para que con esta información el Congreso tenga los elementos para asumir una posición objetiva, responsable y determinar con mucha solvencia las acciones legislativas que se tomarán al respecto.
Nos preguntamos si aun así, después del punto de acuerdo avalado por senadores y diputados solicitando explicación a la inexplicable devastación del manglar, con todo este reconocimiento del daño ambiental en Tajamar, los defensores de oficio en este ecocidio seguirán insistiendo en lo importante que fue el arca que salvó a algunos animales del lugar. Una cosa nos queda clara en todo esto, estamos ante un grupo de funcionarios ecologistas de maceta, de esos que cuidan el árbol y descuidan el bosque.