17 mil millones para imagen de Calderón
Roberto Vizcaíno jueves 2, Sep 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
El cambio de estrategia de comunicación del gabinete, seguramente el gasto en publicidad de este gobierno aumentará sustancialmente hacia fines de este año
En medio de la confrontación entre PRI, PAN y PRD por la presidencia de la Cámara de Diputados, Felipe Calderón envió ayer al Congreso su cuarto informe de gobierno.
El secretario de Gobernación José Francisco Blake Mora recién bañadito y peinadito, listo para la foto y el video históricos, llegó, lo entregó y se fue. El encargado de recibir la documentación fue el panista jalisciense Francisco Ramírez Acuña, quien debía haber concluido su mandato el martes 31 de agosto pero que por el jaloneo de la presidencia de la Cámara entre PRI y PRD, prolongó su mandato hasta el domingo próximo.
En esta ocasión ni los del PT con Gerardo Fernández Noroña a la cabeza –a quien le gusta aprovechar este tipo de eventos para tirarse al suelo y armar su tango particular-, hicieron gestos. Ni siquiera un reclamo, una pancarta o un grito de “presidente espurio” hubo. Nada. Como si Calderón ya no existiera y si todo hubiera quedado en el olvido.
Así fast-track y sin emoción alguna, ni siquiera un amago de toma de tribuna, y sin discursos ni peleas por la el micrófono fue también la sesión general de Congreso, que sólo sirvió para cumplir con el formulismo de declarar instalado el Congreso y abierto el período de fin de año y después salir lo más rápido posible del salón de sesiones.
Senadores y diputados recién regresados de sus largas vacaciones de verano, se saludaban y preguntaban si les había llegado la invitación para asistir mañana al informe que dará a la nación vía cadena nacional de radio y televisión desde Palacio Nacional el presidente Calderón.
Hubo quienes no fueron incluidos en esa lista, pues ni siquiera les había llegado un aviso por correo electrónico como el año pasado.
Mientras tanto hubo otros que advirtieron que la reforma Constitucional que cambió el mecanismo de rendición del informe presidencial sólo sirvió para crear más confusión y darle a Calderón el pretexto para gastar más en la contratación de medios de información.
Y es que de acuerdo a informes de su propia oficina, Calderón ha gastado casi 17 mil millones de pesos en publicidad.
Un desembolso que supera al gasto, por ejemplo, del IFE y todos los partidos políticos o de varias de sus dependencias o programas prioritarios.
En un estudio comparativo realizado por el Centro de Estudios para las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, se encontró que ese gasto presidencial no sólo rebasó lo aprobado por el Congreso para esa partida, sino que con ese dinero se pudieron haber echado a andar, por ejemplo, algunos operativos para la prevención y disuasión del delito que desarrolla la Policía Federal Preventiva.
De hecho este gasto publicitario presidencial por poco duplica al presupuesto asignado a la secretaría de la Defensa Nacional en su Comandancia de la Primera Región Militar.
Ni que decir que supera en mucho a otras partidas destinadas a la Marina que ya actúa abiertamente en el combate contra el narcotráfico y la delincuencia organizada en todo el país.
Esto se sabe porque durante el pasado mes de julio el Presidente de la República contestó un requerimiento del Congreso de la Unión en el cual aceptó haber gastado 16 mil 977 millones 758 mil pesos con 14 centavos entre diciembre de 2006 y mayo de este 2010.
Sin embargo el gasto final en publicidad será mucho mayor, porque resulta que esa erogación que fue aplicada a 149 instituciones de la Administración Pública Federal, no contemplan los pagos que se efectuarán en medios de comunicación, escritos y electrónicos, con motivo de su Cuarto Informe de Gobierno que se promociona profusamente desde hace al menos 10 días.
De acuerdo a los comparativos realizados por las oficinas especializadas de diputados y senadores, este gasto presidencial supera la partida para el Programa “70 y más” que aplica la secretaría de Desarrollo Social en beneficio de los adultos mayores.
Asimismo es mucho más de lo que se gasta en el Consejo Nacional de Desarrollo Educativo de Oportunidades o en el suministro de medicamentos por parte del ISSSTE o al presupuesto total del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Y así se podrían ir enumerando otros muchos programas.
El caso es que a Calderón esto no le preocupa, pues el lunes 9 de agosto convocó a una reunión a puerta cerrada en Los Pinos a los miembros de su gabinete junto con sus respectivos coordinadores de medios informativos para señalarles que a partir de ese momento la orden era salir en todos los medios informativos posibles.
Todos los funcionarios, quienes en los últimos años han permanecido a la sombra de sus oficinas, deberán convocar a conferencias de prensa, organizar foros, asistir a eventos y encontrarse con los reporteros para hacer declaraciones respecto de asuntos de coyuntura.
El asunto es ocupar el mayor espacio posible en las primeras planas de los diarios y por supuesto en las interiores, acudir a los noticiarios de radio y salir en los de la televisión.
La estrategia fue diseñada por la nueva coordinadora de Comunicación Social de Los Pinos, Alejandra Sota –quien sustituyó hace unas semanas a Max Cortazar quien se fue a la oficina de comunicación del PAN-, y se denomina “Comunicación en libertad”.
El encuentro estuvo encabezado por el propio presidente Felipe Calderón quien les dijo que “nada les cuesta tener al menos dos reuniones con periodistas a la semana”, dándoles a sus colaboradores la pauta de lo que debía ser su desempeño de medios a partir de ese momento.
La tarea no debe remitirse a relacionarse y hacer declaraciones, sino también a reunirse, conocer y establecer relaciones con los directivos y jefes intermedios de información y redacción de los diferentes medios.
No se los dijo, pero se los dio a entender que ya era suficiente que sólo él hablara y defendiera los asuntos del gobierno e incluso saliera a hablar a favor de alguno de ellos.
Con las cosas así y el cambio de estrategia de comunicación del gabinete, seguramente el gasto en publicidad de este gobierno aumentará sustancialmente hacia fines de este año.
Es lógico que habrá un gasto mayor en publicidad porque el mes que viene los secretarios de estado deberán acudir ya sea a la cámara de diputados o a la de senadores a participar en la glosa del cuarto informe de gobierno de su jefe, el presidente Calderón.
Por lo pronto deberán responder a los resultados de la más reciente encuesta de la empresa Demotecnia que dirige María de las Heras y que fue dada a conocer en el diario español El País y en la que se afirma que 6 de cada 10 mexicanos siente que México está peor que en 2006, cuando Felipe Calderón asumió el poder.
De acuerdo a este levantamiento de opinión, únicamente el 19 por ciento de los mexicanos cree que la situación mejorará hacia el 2012.
Mientras el 42 por ciento dice que las cosas están tan mal, que sólo les queda esperar la llegada de otro Presidente.
Esta encuesta de alguna forma se compensa con la percepción de los empresarios e industriales afiliados al Consejo Coordinador Empresarial, a la Cámara Nacional de Comercio, a la Canacintra y al Consejo de Hombres de Negocios, quienes indicaron que Calderón llega a su cuarto informe dentro de una administración que ha hecho grandes intentos.
¿Qué significa eso? Bueno, que dentro de su entender el panista no lo ha logrado, pero al menos lo ha intentado.