¿Misión cumplida?
¬ José Antonio López Sosa lunes 11, Ene 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Tijuana, Baja California.- A partir de la reaprehensión de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quedaron al desnudo con claridad quienes se dedican a apoyar a la administración actual bajo cualquier circunstancia. “Misión cumplida” escribió en su cuenta de twitter el presidente Peña Nieto. Fue en efecto, una misión cumplida, pero generada por un yerro dentro de su administración, el haber permitido que se fugara de un penal de máxima seguridad.
En aquel momento, el gobierno de la República demostró que la defensa del gabinete está por encima de cualquier escándalo que a partir de este, se pueda desatar, ¿por qué?, sencillamente porque no hubo ni una sola renuncia de alto nivel luego de la burla internacional para el gobierno mexicano, que significó que Guzmán Loera, saliera como el mismo gobierno nos informó, por un túnel de 1.5 kilómetros.
Ahora bien, ¿cuánto nos costó a los mexicanos esta re captura?, me refiero a recursos económicos erogados por la Marina Armada, el Ejército Mexicano, la Policía Federal, la Procuraduría General de la República. Todo el historial que narró la procuradora Gómez, implicó un costo enorme, no sólo en sueldos de funcionarios y activos, sino en la movilización de tropas y escuadrones, ¿hay un cálculo de lo que nos costó a los mexicanos la tarea de inteligencia y re captura?, ¿quién pagará ese golpe a las finanzas públicas?, porque sí hay responsables de la fuga, esa asignatura también está pendiente por parte del gobierno de la República.
Sí, se cumplió la misión pero no como prueba de la fortaleza de las instituciones del Estado mexicano, si estas fueran tan fuertes como nos presumen, no habría existido una primera y mucho menos, una segunda fuga. Esto va más allá de partidos políticos, va más allá del presidente Peña Nieto o del ex presidente Fox, esto habla de la debilidad institucional sistemática que tiene nuestro país desde hace décadas, donde se privilegia la corrupción y la impunidad por encima del estado de Derecho.
No podemos sentirnos orgullosos de una recaptura luego de una segunda fuga, no podemos hacer de un hecho de esta naturaleza un triunfo institucional, más bien tan sólo se trató de mermar la vergüenza y corregir el rumbo, no de innovar o mostrar fortalezas.
Ahora bien, ¿habrá extradición?, ¿hay las garantías para que Guzmán no vuelva a escapar?, ¿habrá garantías para que no haya privilegios en el penal?, esas respuestas probarán aún más, si tenemos o no instituciones no digamos fuertes, sino corruptas o menos corruptas.
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