Una gran producción arribará al Auditorio Nacional: La Cenicienta
* Especiales, Espectáculos martes 31, Ago 2010Con un presupuesto de un millón 900 mil pesos, la Compañía Nacional de Danza (CND) , presentará a partir del 5 de septiembre el cuento de Charles Perrault con coreografía de Sir Ben Stevenson y música de Sergéi Prokófiev
Fernando Garcilita Herrera
El Auditorio Nacional ofrecerá durante septiembre funciones de danza con el montaje de La Cenicienta, para lo cual contrató al coreógrafo Ben Stevenson y al director de orquesta Terence Kern, una dupla inglesa que desde hace seis meses preparan el montaje con la Compañía Nacional de Danza y la Orquesta del Palacio de Bellas Artes.
El papel de Cenicienta lo hará Agustina Galizzi y el del Príncipe lo interpretará Erick Rodríguez, ambos mexicanos de talla internacional, como también lo son los 60 bailarines de la compañía dancística.
Se trata de ofrecer al tres por uno, pues la música será la original de Sergei Prokofiev y el montaje también original de Tim O´Keefe, con músicos netamente mexicanos y los bailarines también, con un despliegue dramático e histriónico, preparado por profesionales de la danza que han cuidado las puestas en escena con el sello de la casa Stevenson de hacer de la técnica dancística sólo un vehículo para comunicar el arte.
La Compañía Nacional de Danza cumple 47 años de haber sido fundada y a lo largo de ese tiempo nunca interpretó La Cenicienta a pesar de ser un clásico de la danza.
En esta ocasión se verán todos los rasgos de la historia, desde la calabaza que se convierte en carruaje, la zapatilla de cristal, las 12 campanadas que deshacen el hechizo, las dos hermanastras que son interpretadas por bailarines que recurren al tono caricaturesco y el hada, que aparece primero como una mendiga y que es socorrida por la heroína del cuento.
El montaje de La Cenicienta le fue pedido a Ben Stevenson cuando fungía como titular del London Festival Ballet y luego de que en ese evento montó La Bella Durmiente, éxito que lo llevó a encargarse de producciones en Nueva York y Washington.
Más tarde la idea se fortaleció cuando el coreógrafo era director artístico del Houston Ballet donde hizo varios intentos de poner La Cenicienta.