Basave y la “olla de grillos”
¬ Augusto Corro viernes 8, Ene 2016Punto por punto
Augusto Corro
A los analistas no les sorprende la intranquilidad política que se vive en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Resulta que el nuevo líder amarillo, Agustín Basave, está empeñado en aliarse con el Partido Acción Nacional (PAN) en la lucha electoral.
Sólo que algunos perredista honorables, que todavía los hay, se oponen a las coaliciones políticas con las organizaciones de derecha.
En el mundo de las ideologías entre izquierda y derecha existe un abismo que muchas veces es superado por las ambiciones de los líderes que buscan el poder, sin importar la forma de lograrlo.
Lo anterior viene a cuento por las elecciones que se efectuarán este año en 13 estados para cambio de gobernadores.
Y precisamente en estos días que se hacen los ajustes y preparativos para la jornada electoral, en los partidos políticos empezaron a aflorar las inconformidades.
Una de éstas se encuentra relacionada con las alianzas del PRD con el PAN, proyecto de supervivencia política de Basave en el partido del sol azteca.
LA LUCHA DE LAS TRIBUS
En el panorama político, el PRD se encuentra en la lona, difícilmente volverá a ser el partido que fue hace varios años, cuando se encontraba muy cerca de su electorado.
Realmente se trataba de una institución política fuerte, unida, hasta que las pugnas internas empezaron a debilitarla.
Las luchas entre las tribus, el entreguismo de sus líderes al gobierno federal, la pésima selección de sus candidatos, sus derrotas electorales, etc., lo dejaron en calidad de moribundo.
Ante esas condiciones y con el fin de calmar el ánimo belicoso de las tribus se buscó a un político que propiciara la anhelada unidad.
Ese político es Agustín Basave, quien está angustiado porque ve que la resistencia de algunos líderes perredistas a las alianzas, podría representarle el fin de su carrera política en el PRD.
El dirigente perredista sabe muy bien que su partido sin ninguna coalición difícilmente ganaría alguna gubernatura.
De ahí su interés por las alianzas y su amenaza de renunciar al cargo si no le permiten llevar a cabo su estrategia electoral.
El DESEO DE BASAVE
En estados como Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca, Aguascalientes, Puebla, etc., podría darse la alianza anhelada por Basave.
Sin embargo, esa coalición política PRD-PAN no les asegura el triunfo. Pero el dirigente perredista Basave y el líder panista, Ricardo Anaya, saben muy bien que si no participan unidos en los próximos comicios, las posibilidades de triunfar se anularán automáticamente.
Mientras, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador se prepara para participar en una contienda que dividirá los votos de la izquierda, con efectos negativos en el PRD, obviamente.
No olvidar que será muy interesante la participación de los candidatos independientes en la justa electoral, con el estímulo de saber que sí se puede derrotar a los abanderados de los partidos políticos. En esas condiciones se encuentra Basave, quien se jugará una carta aliancista importante que, difícilmente, le dará resultados satisfactorios.
LOS DESFIGUROS
Aquello de genio y figura hasta la sepultura se le da muy bien a un político pintoresco y ratero del que ya nos ocupamos en varios ocasiones en este espacio.
Usted amable lector se acordará de Hilario Ramírez Villanueva “Layín”, quien apareció en los medios debido a sus declaraciones de delincuente, al afirmar que durante su administración como presidente municipal de San Blas, Nayarit, sí había robado al tesoro público, “pero poquito”.
Esa sinceridad no le obstaculizó el triunfo de su reelección y sigue en el poder local. Cuando robaba era representante del Partido Acción Nacional. Fue reelecto como candidato independiente.
Y como candidato sin partido empezó a buscar la candidatura independiente para la gubernatura de Nayarit.
Ahora su promoción es a través de regalar botellas de tequila con su nombre a sus amigos y seguidores. A “Layín” le funcionó el escándalo y de seguir en la misma tónica será posible que alcance el poder estatal.
Otro escándalo que empezó a diluirse fue el de las banderas con los nombres bordados de los senadores. El senador Ernesto Cordero tuvo la puntada, como se dice coloquialmente, de invertir una buena cantidad de dinero para comprar banderas nacionales con los nombres bordados de cada uno de los senadores.
Según se informó, el Senado compró, en el 2013, 128 banderas con el nombre de los legisladores, con un costo de 668 mil pesos.
Se descubrió ese derroche de recursos gracias a que la senadora Sonia Mendoza, senadora panista de San Luis Potosí, subió a las redes sociales en Internet una fotografía donde aparece posando junto a la enseña patria de México, con su nombre bordado sobre el escudo nacional, con hilo dorado.
La legisladora fue bautizada como #LadyBandera.
Feliz fin de semana.