Obama y el control de armas
¬ Augusto Corro jueves 7, Ene 2016Punto por punto
Augusto Corro
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, continúa en su lucha por el control en la venta de armas.
En el vecino país tener un arma en propiedad es algo común, los requisitos para poseerla son mínimos.
Ante esa facilidad, la delincuencia aprovecha la oportunidad para conseguir todo tipo de armas para llevar a cabo crímenes monstruosos.
Entre esas acciones se encuentran las matanzas de personas por parte de desquiciados mentales.
El hecho real es que miles de seres humanos son víctimas de la violencia desatada por aquellos que portan artefactos mortales. La relación de masacres en EU habla de la falta de leyes severas que frenen las acciones de esos sujetos que desprecian la vida humana.
Como señalamos al principio, el mandatario Obama, profundamente conmovido por el recuerdo de las masacres de niños, emitió órdenes ejecutivas que implementan más controles en la venta de armas.
Concretamente, se exigirán mayores revisiones de antecedentes criminales para evitar nuevas matanzas en el país.
Dijo el presidente que no se va a aceptar que la masacre sea el precio de la liberta de portar armas.
Además, subrayó la urgencia de actuar, pues cada año mueren 30 mil personas en EU en incidentes con armas de fuego, ya sea por suicidio, violencia doméstica, tiroteos callejeros o accidentes.
¿El interés y el empeño de Obama serán suficientes para regular la venta de armas, en una sociedad acostumbrada al uso de pistolas, rifles de alto poder, etc.? Será difícil y muy complejo desarmar a miles de estadounidenses que tienen como costumbre arraigada la posesión de un arma.
En el vecino país, la Sociedad del Rifle, que agrupa a miles de estadunidenses está en contra de las ideas de Obama, de contener el uso de las armas de fuego.
A partir de este año, en Texas la ley autoriza a quienes portan armas como pistolas, etc., a lucirlas en público.
Por lo que respecta a México se agradece la intención de Obama, porque si funciona el control de artefactos fatales en EU, serán menos las pistolas y los rifles de alto poder que llegarían a manos de la delincuencia organizada.
EL REGRESO DE LA SEGURIDAD
En Morelos, la inseguridad llegó hace varios años y creció incontrolable.
Son innumerables los hechos de violencia, como extorsiones, secuestros y asesinatos que tienen asolados a los morelenses.
No hay un solo municipio que se encuentre sin el acoso de la delincuencia organizada.
Y Cuernavaca no podría ser la excepción.
Los gobiernos priístas, panistas y perredistas no pudieron resolver el problema de la ola de violencia.
La llegada de un nuevo personaje como Cuauhtémoc Blanco, del Partido Social Demócrata (PSD) representaba una esperanza para el regreso de la seguridad.
Sin embargo, para el ex futbolista, convertido en presidente municipal de la “Ciudad de la Eterna Primavera” o “Ciudad de la Eterna Balacera”, la situación se le iba a presentar difícil.
Para empezar, si quería llevarse tranquila su administración pública tendría que someterse a los caprichos del gobernador perredista Graco Ramírez, un político tabasqueño que logró colarse en la sociedad morelense. El alcalde llegó al poder e inmediatamente se opuso al gobernador. Surgió la disputa y ahora esperemos a ver en qué termina y que tan beneficiada resultará la sociedad morelense.
El pleito entre “Cuau” y Graco es por la implantación del llamado Mando Único policial, que consiste en que el gobernador controlará a todas las policías de su entidad, incluidas las municipales.
Es nueva ley de manejar a los cuerpos policiacos deja a los presidentes municipales con fallas en la aplicación de la seguridad.
La idea del Mando Único surgió debido a que las policías eran fácilmente controladas por las bandas criminales. Se pensó que con un mayor control de los uniformados, el problema sería superado.
Así pues, el alcalde y el gobernador se subieron al ring. Más mañoso Graco ya acusó a “Cuau” de estar rodeado de delincuentes.
Y el ex futbolista ya responsabilizó a Graco de lo pudiera sucederle a él, a su familia y a sus colaboradores.
La pregunta obligada: ¿Por qué no actúa el gobernador contra los “asesores” del alcalde a quienes señala de tener relaciones con la delincuencia?
Por el momento, los morelenses se encuentran como espectadores de un enfrentamiento entre dos funcionarios que no ceden en sus pretensiones políticas.
Con esas actitudes de los políticos, la delincuencia se siente feliz.