No saben vivir en democracia: Asamblea Nacional de Venezuela
¬ José Antonio López Sosa miércoles 6, Ene 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Grotesco en una palabra, es el espectáculo que vimos desde la Asamblea Nacional de Venezuela el día de ayer, cuando los nuevos diputados tomaron protesta, la primera vez en que los afines al gobierno son minoría.
La máxima tribuna de la nación venezolana, el espacio de representatividad popular, las curules desde donde los que representan al pueblo deben debatir y legislar, se transformó en un circo donde los unos acusaron a los otros, donde la política estuvo sobre el bien común y donde tanto oficialistas como opositores, mostraron claramente que no saben vivir en democracia.
Ahora bien, ¿cómo es posible que después de tantos años en el oficio político hablen de democracia y no sepan vivir en democracia?, tanto en el oficialismo como en la oposición hay diputados que llevan décadas viviendo del erario, han sido legisladores ya en varios períodos, muchos de esos casos son las mismas caras, las mismas historias oscuras y los mismos gritos acusando al adversario político.
Ninguna de las dos fracciones, ni la oposición con la mayoría ni el oficialismo con la minoría, mostraron señales de un verdadero debate parlamentario, de buscar coincidencias sosteniendo las diferencias, más bien se trató de una serie de discursos irracionales, iracundos de uno y de otro lado, eso no es democracia, eso no da una solución a los millones de venezolanos que padecen a diario la crisis económica y de violencia en aquel país.
Los oficialistas se hicieron llamar patriotas (como si no hubiera patriotas en la oposición) y lo único que hicieron en sus discursos fue acusar a la fracción opositora de burguesa, entreguista y demás calificativos que no tenían lugar en un recinto legislativo.
Los diputados opositores también incurrieron el excesos, al punto que uno de sus integrantes dijo que el objetivo era ganar Miraflores (la presidencia), en otro orden de ideas, queriendo correr antes de aprender a caminar.
En ninguna de las dos fracciones parlamentarias hubo iniciativas que busquen un cambio en Venezuela, se habla del cambio, que si el cambio verdadero, el cambio democrático, el cambio disfrazado, pero no hay señales de cambio para ningún sitio.
La única propuesta clara de la oposición fue liberar a los presos políticos, cosa necesaria más no prioritaria si nos atenemos a la situación actual de Venezuela.
Es triste, de pena ajena pero ni los diputados de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), ni del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), saben vivir en democracia, hablan de ella pero ignoran sus preceptos más elementales que, de leerlos y comprenderlos, les darían capacidad de cohabitar en una Asamblea Nacional como la que ayer se instauró.
Terrible circo, más terrible para los ciudadanos que hoy 6 de enero, no vislumbran cambio alguno en su tragedia económica y de inseguridad.
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