“Agua y aceite”, las alianzas PAN-PRD
¬ Mario San Martí miércoles 23, Dic 2015Consensos y disensos
Mario San Martí
- Triunfos en Oaxaca y Sinaloa, al final fueron traición
Hace apenas unos años en el argot político se decía que era prácticamente imposible que los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática (PAN-PRD), pudieran conformar alianzas o acuerdos en tiempos electorales, y es que cada uno representa ideologías opuestas y hasta se decía que si eso sucedía era como mezclar “el agua y el aceite”, donde al final del experimento cada uno regresa a su nivel o a su lugar, pero en el terreno político todo es posible y esas alianzas hoy forman parte de las trayectorias de esos institutos, para sobrevivir o para tratar de ganar.
La historia de estas alianzas, también calificadas como “antinatura”, tuvo su mejor momento hace cinco años y la historia misma ha dado la razón a quienes opinan que ambos partidos son como el agua y el aceite. En aquel entonces la alianza PAN y el PRD, junto con Convergencia (hoy MC) y PT, ganó tres bastiones tricolores que habían sido gobernados a lo largo de 80 años: Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
Tan inesperados fueron los triunfos, como inesperados fueron las declaraciones de algunos candidatos triunfadores. En Oaxaca, por ejemplo, Gabino Cué Monteagudo repartió agradecimientos tanto para Andrés Manuel López Obrador, el declarado presidente “legítimo”, como para el presidente Felipe Calderón Hinojosa, dos personajes que ni en pintura se podían ver y ni qué decir de su forma de pensar, posiciones irreconciliables de principio a fin, pero en lo electoral PAN y PRD se declararon ganadores.
En Sinaloa, el triunfo del candidato Mario López Valdés (“Malova”) fue muy sonado, las cifras oscilaron entre 52%, para la Alianza y 48%, para el PRI, pero la unión de los triunfadores sólo fue de dientes para afuera, porque la supuesta sociedad duró sólo los tiempos de campaña, pero gobernando juntos no se recuerdan los días, pero fueron muy pocos. Al final, “Malova” se peleó con los representantes del ala izquierda y también con los del ala derecha. Hoy su gobierno es más priísta que ninguna otra entidad del país.
De las tres alianzas triunfadoras, sólo la de Puebla sigue vigente. “Compromiso Por Puebla” (PAN-PRD-Convergencia-Panal), se llevó la victoria con Rafael Moreno Valle al frente y esa unión les hace pensar en una alianza mayor, quieren llevar a la presidencia al gobernador poblano, pero los tiempos políticos han cambiado y a nivel nacional en la filas del PAN hay otras prioridades y el Panal de entonces ya no lo maneja la maestra Elba Esther Gordillo, esa es la diferencia entre el ayer y hoy.
Tres triunfos, muy importantes es cierto, pero los de Sinaloa y Oaxaca con el paso del tiempo dieron la razón a quienes opinan que esas alianzas se conformaron con la única idea de ganarle en el terreno electoral al PRI, y si esos partidos se juntaron es porque de antemano sabían que no tenían presencia suficiente como para ganar por si solos; también es un síntoma de que ideológicamente dichos partidos han claudicando a sus principios básicos, unos de izquierda y otros de derecha. Y quienes opinaron y siguen opinando que esas alianzas no funcionan, están en lo correcto.
Tan no funcionaron que, aunque nuevamente se habla de que el PRD y el PAN van a ir juntos en las boletas para las elecciones de algunas gubernaturas el año próximo, es muy previsible que si ese fuera el caso ninguna oportunidad tendrán de repetir lo logrado en 2010, por lo menos en Oaxaca y Sinaloa, donde el triunfo fue como una traición a quienes les otorgaron su voto. Así, aunque los consensos se dieron al momento, con el tiempo sus seguidores se dieron cuenta que todo fue un engaño.
En fin, por lo pronto ambos partidos ya se reúnen y buscan acuerdos para ir juntos en 6 de las entidades donde habrá elecciones, porque hay que recordar que en 2016 se renovarán 13 gubernaturas: Chihuahua, Coahuila, Nayarit, Durango, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Zacatecas, y Colima (elección extraordinaria en el mes de enero).
Al respecto, todo indica que el PRD nombrará candidatos en los estados de Oaxaca, Zacatecas y Tlaxcala, en tanto que el PAN ya busca sus candidatos para entidades como Puebla, Durango y Veracruz, aunque también quiere Tlaxcala.
TLAXCALA, SIGNO DE RUPTURA.- Aún no hay acuerdos firmes entre el PRD y el PAN rumbo a las elecciones de 2016, donde buscan ir como aliados en por lo menos 6 entidades, cuando los primeros choques y disensos ya se están dando entre ambos partidos políticos.
Por el lado blanquiazul, la propuesta es que vaya de candidata al gobierno de Tlaxcala, Adriana Dávila, quien ha mencionado que no se bajará de la contienda y que si no tiene el apoyo de Acción Nacional podría hacerlo por la vía de los independientes. En tanto que los del sol azteca impulsan a la senadora Lorena Cuéllar, quien ya se destapó y además los sondeos de opinión pública señalan que es más conocida que la panista.
Y por si algo faltara en este diferendo entro los aliancistas, el dirigente nacional del PRD, el ex priísta Agustín Basave, ya fijó posición y al puro estilo de los llamados “madruguetes” declaró que “Nosotros no estamos dispuestos a declinar, vamos para adelante”.
Lo dicho, es tiempo de reflexionar sobre este tipo de alianzas porque los que en política se reconocen como el agua y el aceite hoy están decididos -una vez más- a aliarse sin importar sus trayectorias históricas y doctrinas ideológicas, es decir entre ellos hay más disensos que consensos. Ese es el punto.