Ex gobernador panista ¿a la cárcel?
¬ Augusto Corro martes 22, Dic 2015Punto por punto
Augusto Corro
Al ex gobernador panista de Sonora, Guillermo Padrés Elías, lo investigan en serio y es posible que sea llevado ante un juez.
Según las autoridades que lo investigan, el mandatario podría enfrentar más de 22 años de cárcel si se declara culpable de varios delitos, entre éstos, operaciones con recursos de procedencia ilícita.
El anuncio de la indagatoria ocurrió un día después de la detención de Luis Arístides López Moreno, en posesión de 3.5 millones de pesos, en una hielera. Los hechos ocurrieron en un centro comercial, el viernes en la noche.
López Moreno se identificó como veterinario del rancho Pozo Nuevo, una de las propiedades del ex mandatario blanquiazul.
A raíz de la detención del empleado mencionado, las autoridades catearon, el sábado, las oficinas y otras propiedades del ex funcionario. Se trató de una captura apoyada en una amplia investigación.
Conforme avance la indagatoria se analizará la posibilidad de dar vista a la Procuraduría General de la República (PGR) por delitos relacionados con el lavado de dinero o asociación delictuosa practicados por Padrés Elías.
La gobernadora priísta, Claudia Pavlovich, durante su campaña política se comprometió a investigar la administración de Padrés Elías, plagada de acusaciones de enriquecimiento ilícito del propio mandatario y de su familia.
También dijo la gobernante que las autoridades federales y estatales no fabrican culpables, pero tampoco van a exonerar a ningún sospechoso de la comisión de algún delito, “sean funcionarios de ésta o la pasada administración”.
Por otra parte, el 21 de octubre, en un retén, los soldados detuvieron a Gerardo Ernesto Portugal García, ex funcionario del gobierno de Padrés Elías, quien transportaba casi un cuarto de millón de pesos, sin explicar su origen legal.
EN NUEVO LEÓN
En Nuevo León, el gobernador independiente, Jaime Rodríguez “El Bronco” sigue en su lucha contra la corrupción en Nuevo León.
También se encuentra empeñado en la investigación contra los malos manejos del priísta, Rodrigo Medina, quien le antecedió en el cargo.
Sin embargo, a la fecha, sólo son discursos condenatorios dirigidos a los funcionarios corruptos. Hoy, durante el transcurso del día, el mandatario estatal revelará más casos de acciones ilegales.
El gobierno de Rodrigo Medina hasta el último día de su gestión fue señalado como un mandatario que gobernó bajo la sombra de innumerables escándalos de corrupción; y de dejar a su estado en una crisis financiera y de seguridad.
Por ahora, se supone que las investigaciones contra Rodrigo Medina continúan, aunque lentamente y los nuevoleoneses esperan resultados.
Mientras, “El Bronco” se conforma con anunciar el avance de las acciones legales.
Ojalá que el affaire de Medina Mora no termine en una llamarada de petate.
OTRO GOBERNADOR EN PROBLEMAS
El gobernador priísta de Chihuahua, César Duarte, también se encuentra en conflicto permanente.
En otras ocasiones se le acusó de enriquecimiento ilícito. Pero principalmente, fue acusado de no controlar la ola de violencia que sacude a aquel estado. Por ejemplo, el líder de Acción Nacional, Mario Vázquez Robles, exigió la renuncia de César Duarte, luego de que fuera asesinada la regidora panista Paulina López Valenzuela, en el municipio de Guadalupe y Calvo, en la Sierra Tarahumara.
En el citado municipio del triángulo dorado la violencia es cotidiana y el gobernador César Duarte no tiene el menor interés en erradicarla.
Ante esa situación, el dirigente Vázquez Robles, planteó lo siguiente: ¿Cuándo Duarte dejará de decir que en Chihuahua no pasa nada? Si no puede resolver los problemas de la entidad, “mejor que se vaya de una vez”, dijo el panista.
Por otra parte, a principios de mes, el mandatario Duarte fue acusado ante la PGR de ser responsable de la comisión de varios delitos, como son enriquecimiento ilícito, peculado, ejercicio abusivo de funciones, uso indebido de atribuciones y facultades. La denuncia fue presentada por integrantes del movimiento Unión Ciudadana.
Desde el año pasado, un grupo de senadores de diversas bancadas se unieron para formular una petición: que el gobernador Duarte fuera investigado por el delito de enriquecimiento ilícito.
Como era lógico la demanda se fue al archivo y no supo cómo le hizo el gobernador para pasar de un sencillo vendedor de autos usados a accionista del Banco Progreso de Chihuahua. No se ve que a Duarte le quite el sueño esa ola de manifestaciones en su contra. Ni hablar.