Otra forma de gobernar en la Angelópolis
Francisco Rodríguez martes 22, Dic 2015Índice político
Francisco Rodríguez
Tal parece que el estilo de gobernar al país ha contaminado a los estados más necesitados, sobre todo a aquéllos cuyas riendas están en manos de gobernadores que imponen las tendencias y marcan los ejemplos para sus jerarcas inferiores, incluso para los avecindados en posiciones de postín.
El caso de Puebla es emblemático en esta moda del corazón. Está a la vanguardia de esta forma de ejercicio del poder, creyendo que ya es una obligación adoptar estilos arrebatados y atrevidos, que no tienen nada que ver con las necesidades reales de la gente, pero que concuerdan con su desenfreno en busca del estrellato tenochca. Véase si no es así, cuando empuja a su cónyuge a la segunda posición del organigrama panista en esa entidad.
Y es que para nadie es un secreto que todos los recursos de los poblanos, sus presupuestos locales y los federales etiquetados en grandes cantidades, son destinados a la promoción de favoritos e invitados al gran banquete de la corrupción. Obras faraónicas, presididas por su majestad: ¡el cobro de comisiones!
Romper y traicionar alianzas
La ambición desatada del poblano —nacido en Lomas de Chapultepec del Distrito Federal—, por alcanzar la nominación del PAN a la Grande ha dado pábulo a todo tipo de obras para el lucimiento personal de su particular delfín Toni Gali, confidente de toda la vida, para que, desde la alcaldía de Puebla, pase al sillón principal a seguir cubriendo las espaldas de quien tendrá que pedir licencia para ir en pos del Palacio Nacional: su íntimo amigo Rafael Moreno Valle.
La carrera de este ex priísta está marcada por la traición a todos aquéllos que han impulsado su carrera desbocada y sus obsesiones enfermizas. Así lo hizo con Elba Esther Gordillo, interna en el penal de Tepepan, quien lo apadrinó toda la vida, con Felipe Calderón y con los “Chuchos”, que creyeron ver en él su tablita de salvación. Todos han sido defenestrados y arrojados al arroyo por el “poblano”.
Sangrías al presupuesto
Y sí, todas las habas se cuecen en Puebla. Desde las milmillonarias obras de relumbrón, como las cuantiosas inversiones en el inoportuno y caprichoso Museo del Barroco —a cargo de la constructora Higa, ¡faltaba más!—, hasta la rueda de la fortuna que reproduce sueños funambulescos, derrochan dineros que, comentan, no sólo llenan los bolsillos de Moreno Valle, sino también salpican.
Desde esa rueda de “la fortuna de Moreno Valle” —un remedo de la London Eye— los visitantes pueden admirar a la perfección, no el Támesis, pero sí todos los páramos desolados cercanos a la Angelópolis, reflejo prístino de la voracidad de una bolita de mentecatos, galanes del típico Callejón del Sapo.
Hasta los empeños en insistir en parques industriales para ensambladoras de autos de procedencia europea que, está más que cantado, significarán sangrías de fondos que debieron aplicarse a mitigar el hambre ancestral y acarrearan más desolación a los bolsillos vacíos de los poblanos.
¿Qué le preocupa al creso Moreno Valle?
En todos lados ven y auguran el fracaso rotundo de estas inversiones faraónicas que sufrirán los impactos colaterales de los softwares trucados de la Volkswagen y derrumbarán los afanes adelantados de esta cauda de perfumados e insaciables. Pero las obras por más de mil millones de dólares en todo lo que se pueda presumir de “buen gobierno”, que sirvan para la promoción de los atracadores, bien, gracias.
El único lugar donde no lo detectan es en el gobierno de Puebla. Su gobernador anda en otro Tívoli, el de la felicidad personal. Para él la maquila de autos es la moda, que reporta comisiones descabelladas, y cree ser el adalid de un esquema fallido que abone al de protectorado maquilador que lo lleve a Los Pinos a reproducir conductas ya repudiadas por la inmensa mayoría de los miserables.
Al fin y al cabo, dicen en la OCDE, que en México los resultados contra la pobreza, el empleo, la educación y la seguridad son mediocres. Al fin y al cabo, dice el panista José Antonio Meade que los mexicanos pueden vivir con 32 pesos diarios. ¿Qué le puede preocupar a su descarrilado tren de vida?
Fundación Río Arronte
El poder ha descocado a Rafaelito. Su proyecto político, dirigido por su padre, Rafael Moreno Valle Rosas, utilizando los presupuestos filantrópicos de la Fundación Río Arronte en Lomas de Chapultepec, para calar y comprar a los operadores del desaguisado, es un ejemplo de todo lo que no se debe hacer en un país de mendicantes.
El padre de “Rafa”, como se le conoce en los centros de reunión de los amigos, tiene una historia de fraudes internacionales cometidos a financieros europeos, que más temprano que tarde saldrán a relucir, pues no se puede tapar el sol con un dedo. Han sido reseñados por todas las publicaciones extranjeras, menos por las de aquí, donde sabemos cómo masca la iguana.
Dineros poblanos para “armar” al PAN nacional
El boleto de entrada a la “fiesta de la candidatura albiazul “ de “Rafa” Moreno Valle es el frente común contra las aspiraciones, fallidas de la dama del rebozo, Margarita Zavala, coincidentemente esposa del benefactor que le otorgó la candidatura de Puebla, en connivencia con el desastrado PRD que de cualquier gancho se colgaba, con tal de frenar las aspiraciones de la izquierda moderada y de cualquier grupo que quisiera disputarle la desproporcionada franquicia.
La otra condición, sin referencia a las personales, de ser parte de una banda con preferencias estrambóticas, es seguir el jueguito de Rafael Anaya, quien hace hasta lo imposible por aparentar que no es un títere de Gustavo Madero, en un asunto de valores entendidos, donde el chihuahuense dará el campanazo final, a cualquier costo.
Incluso, el de aprovechar los presupuestos poblanos para armar las estructuras políticas nacionales y locales del PAN, que sólo acabarán sirviendo para los personales objetivos de Madero, declarados públicamente en varios tonos, de que es el dueño del perro y los demás, los que jalan el mecate. Mientras, en Puebla, el juego a las famosas cebollitas, en pleno.
En las intermedias, los poblanos le dieron la espalda
La compraventa de palurdos, al alza. Son irresistibles los montos para aquéllos que fueron corridos por el calderonismo y el josefinismo, y ahora buscan cobrar agravios inexistentes, sello de la casa de los mal agradecidos y de los traidores por unos cuantos pesos.
Los Maldonados, Giles Zuarth, Cortázar, Lozanos, Altamiranos, Giorganas y demás ralea al uso, fueron “cooptados” con los fondos que privaron de las cobijas a los vulnerables, desde la oficina virreinal de Moreno Valle Suárez, desde la caja registradora de la Fundación Río Arronte, en Lomas de Chapultepec.
Sin embargo, no se puede engañar a toda la gente, todo el tiempo. En las elecciones intermedias, los ofendidos poblanos le arrebataron a los operadores del fantasioso petimetre, la mitad de las posiciones que tanto presumía hace cuatro años, hasta proclamarse en todas las revistas rosa y “del corazón” como el mejor gobernador del país.
UDLA: Derbez, honra del foxismo
Su ejemplo ha cundido en todas las áreas del abarrote poblano. No hay forma de detener el desenfreno. La otrora prestigiada Universidad de las Américas ha sido severamente cuestionada en el manejo de sus haberes y hasta en el nombramiento del nuevo patronato, repleto de ignorantes a modo.
El veleidoso Luis Ernesto Derbez, honra del foxismo rupestre, es el apoderado de la institución, con la complacencia de Moreno Valle y su adicción a comprar aplaudidores. Los nuevos miembros del patronato son vilmente manipulados, y ahora —único caso en el panorama universitario— tendrán que “reportar” a Derbez.
Y habrá que preguntar por qué la secrecía ramplona para dar a conocer sus nombres, pues no se encuentran a la vista, ni en el sitio web de la Institución, ni en las fastuosas ediciones de cualquier órgano oficial de la dichosa Universidad, a pesar de haber sido palomeados por el gobernador de chocolate y por la Junta de Asistencia Privada.
Habría que preguntar qué opinan al respecto el Consejo Empresarial local, saqueado por los “moches” y compromisos con la Casa Puebla, las organizaciones gremiales como la famosa ANUIES y SACS, la exigente institución estadounidense que siempre ha apoyado a la Universidad, cuando se entere que el Patronato está integrado por neófitos y gente de baja estatura profesional y por cabecitas más duras que la piedra de moler chile.
El demérito de la universidad ya es vergonzante
Esta situación parece no importar a la familia Jenkins, estirpe acomodada desde los tiempos de Maximino Ávila Camacho, de ingratos recuerdos. Ellos siguen acomodando a familiares y favoritos, igual que lo hacen en el palacio de ¿gobierno?
El nuevo y subrepticio patronato ostenta como su presidente al junior de los Jenkins, Juan Carlos, que no cuenta con título universitario alguno, y a su paso por la dichosa UDLA en el 2008, marcó récords en el manejo fraudulento de instalación de tecnologías, motivo por el cual fue cesado.
Su hermana María Elodia, vicepresidenta del patronato. Su hermana Margarita, del mismo apellido, secretaria general. Dos respetables amas de casa ignorantes de cuestiones académicas, que sólo saben dónde está la ventanilla para pasar a recoger sus cheques quincenales, a menos que se los depositen en sus abultadas cuentas.