Corrupción y el informe
¬ Augusto Corro lunes 30, Ago 2010Punto x Punto
Augusto Corro
UNO
Sin pena ni gloria llegamos al Cuarto Informe de Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y los problemas que aquejan al país siguen sin solución. Específicamente, el narcotráfico se encuentra en su apogeo.
No existe forma alguna de contrarrestar las acciones del crimen organizado. México recibe un baño de sangre en diferentes ciudades.
Desde Ciudad Juárez hasta Monterrey (dos lugares emblemáticos por la violencia cotidiana) los cárteles son los dueños de vidas y haciendas. En ambas ciudades la muerte de ciudadanos se convirtió en cotidianidad.
Los juarenses y los neoleoneses iniciaron un éxodo obligado. Ante la impotencia de las autoridades para darles seguridad, decidieron emigrar a otras latitudes, principalmente a Estados Unidos. Y eso mismo ocurre en otras localidades del territorio mexicano.
No se puede vivir en sitios donde los enfrentamientos de delincuentes entre ellos mismos o contra los representantes de la ley tienen en la zozobra total a la población.
Las acciones por parte de los cárteles se multiplica y los sicarios cada vez son más sanguinarios; decapitan, mutilan, secuestran y violan. Y amparados en la impunidad y corrupción extorsionan.
A la fecha, oficialmente, 28 mil personas perecieron en casos relacionados con el crimen organizado. Ese monstruo de mil cabezas que aparece en todos los lugares.
Diferentes estados sufren ya las incursiones sangrientas de los narcotraficantes, entre ellos Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Michoacán, Guerrero y Morelos.
En días pasadas, FCH organizó un Diálogo para la Seguridad, más bien un monólogo, en que el que se conocieron datos y zonas donde actúan los cárteles de la droga.
¿Importa saber dónde actúa el narcotráfico? Pues no. De nada sirve esa información si no existe alguna forma de contrarrestar sus actividades delincuenciales.
Además, la verdadera lucha contra el crimen organizado. La guerra desatada por FCH sólo incrementó el número de víctimas. El poder financiero de los cárteles sigue sin tocarse. Esto les permite contar con el dinero suficiente para conseguir armas y corromper a las autoridades.
Por cierto, FCH anunció leyes para combatir el lavado de dinero. Se trata de una medida que debe implementarse después de la vigencia de leyes severas contra los prestanombres.
Porque la corrupción no permitirá aplicación de ninguna ley. Los millones de dólares manejados ilegalmente producen, por lógica, utilidades enormes. ¿Quiénes son los beneficiados de esas transacciones o transaciones?
No se trata de la creación de más leyes. Se debe buscar el cumplimiento de las que ya existen; pero es necesario aplicarse en terminar con la corrupción, que es el cáncer que padece México desde hace muchos años, pero que ahora se expande por la ineficiencia de las autoridades ineptas.
En vísperas del Cuarto Informe de Gobierno, en el renglón del narcotráfico las cosas empeoran. Ni la legalización de la mariguana podría frenar esa maquinaría de destrucción y muerte que representan los cárteles de la droga.
A lo anterior debe sumarse el mercado de drogadictos que reside en Estados Unidos: millones de clientes con posibilidades económicas. De la venta de armas, como complemento de ese negocio, se puede decir que continúa al alza. No hay fronteras ni para las drogas, ni para armas. Las aduanas nunca funcionaron.
En uno de los discursos de FCH de la semana pasada, anunció que la violencia continuará y que podría aumentar en los próximos días. Ni hablar, que cada quien tome sus providencias como mejor pueda o se le ocurra.
DOS
En el renglón económico tampoco se puede brincar de alegría. El sexenio del empleo se convirtió en el del desempleo. A millones de desocupados se sumaron 44 mil electricistas que perdieron su fuente de trabajo.
A ellos tendrán que sumarse los empleados, pilotos, sobrecargos, de Mexicana de Aviación que posiblemente deje de funcionar como empresa. Los manejos extraños de su administración la llevaron a la quiebra.
Ahora, el gobierno federal panista enfrenta una de las peores crisis en la creación de empleos, pues son millones de jóvenes profesionistas o no que no encuentran la manera de conseguir trabajo.
La economía informal se desbordó. Los puestos de fritangas invaden las calles. La piratería se encuentra en auge.
Solamente los funcionarios panistas informan de cifras positivas de un país imaginario. Es el estilo de gobernar de los panistas. Así lo hizo el tristemente célebre Fox. En “Foxilandia” todo funcionaba a las mil maravillas.
TRES
Y mientras la euforia anual del informe presidencial invade de spots los medios de comunicación, en otros sitios de México se sufre y se padece hasta la ignominia las actitudes y acciones de los poderosos y abusivos caciques.
En Guanajuato, por lo menos seis mujeres purgan condenas de decenas de años, por el delito de homicidio.
Las inquisitoriales autoridades regionales llevaron a la cárcel las mujeres que abortaron, varias de ellas, víctimas del infortunio.
Para los fiscales se trató de homicidios y con la mano en la cintura sellaron la suerte de las mujeres con muchos años de prisión.
Sin embargo, la presión de organismos internacionales fue determinante para que el propio gobernador guanajuatense, un sujeto de apellido Oliva, se encargue de que las mujeres reciban un trato de seres humanos.
En ciudades del centro del país aun priva el fanatismo religioso que lleva a los seres humanos a actuar como bestias.
Por otra, parte, en una región del estado de Oaxaca, las cosas se encuentran peor. En la recta final de su gobierno, Ulises Ruiz Ortiz no mueve un dedo para terminar con la pesadilla que viven los vecinos del municipio autónomo de San Juan Copala.
La zona triqui vive desde hace varios años acciones represivas por parte de los gobiernos priístas. En el último año se recrudecieron, a grado tal que fue necesaria la intervención de organismos internacionales para poner fin al drama que se vive en aquel lugar.
Todos los esfuerzos fueron en vano, cualquier intento de pacificación es reprimido con la violencia. De esta manera, los triquis son víctimas de las fuerzas paramilitares con las que simpatiza el gobierno de Ruiz Ortiz.
Cuando los triquis intentaban realizar una caravana para llegar al Distrito Federal, a fin de dar a conocer el cúmulo de arbitrariedades de que son víctimas, fueron emboscados por los paramilitares.
En esos hechos perdieron la vida los siguientes triquis: Rigoberto González, Antonio Cruz García y Antonio Ramírez López, así como lesiones sufridas por Víctor de Jesús González y Alfredo Martínez González.
Antes, en abril, en otra caravana de buena voluntad que llevaba víveres a los indígenas, perecieron Beatriz Cariño Trujillo y Jyri Antero Jaakkola, defensores de los derechos humanos.
La lista de triquis muertos es larga y las autoridades locales, estatales y federales no actúan. Ven a los indígenas como seres sin ningún derecho.