Alto a la evasión fiscal
Francisco Rodríguez lunes 21, Dic 2015Índice político
Francisco Rodríguez
Cada vez más somos los pequeños contribuyentes, usted y yo, quienes sostenemos a los gobiernos. Las grandes empresas evaden sus obligaciones fiscales.
Por eso, vale la pena preguntar, ¿cómo se gestaron las grandes artimañas de los imperios para saquear, para voltear los bolsillos de sus zonas de influencia? ¿Dónde nacieron los aparatos de dominación que nos dejaron en “la cuarta pregunta”?
¿Por qué han sido asumidas y santificadas las figuras “legales” más descabelladas, a través de las cuáles las voraces empresas coloniales practican todo género de maniobras legaloides off shore para expoliar a placer, dinero, soberanía y recursos naturales, libres de impuestos, de barreras arancelarias y de fronteras de las demolidas estructuras de los débiles?
¿Por qué hasta los “lavadores” incursionan en la Bolsa Mexicana de Valores para chupar, desde ahí, los beneficios de los títulos accionarios de las empresas energéticas? ¿Se trata de no dejar nada, ni para remedio?
Después de la II Guerra Mundial legalizaron las triquiñuelas
Las “grandes” figuras jurídicas para darle un rostro “moderno” a la corrupción, a la explotación y para perpetuar la sumisión de los indefensos ante la “majestad” del derecho mercantil, administrativo y financiero nacieron, al imponerse el predominio occidental después de la Segunda Guerra Mundial y al “decretarse” la descolonización africana y asiática.
Tenían que ofrecer todo tipo de garantías a sus valedores financieros, aquéllos que habían apoyado con recursos y activos hasta el tope —llevándose la mayor tajada, but of course— a uno y otro bando en pugna bélica, bajo el previo compromiso de repartir las ganancias para perpetuar el estado de cosas.
Ya no intervendrían directamente las casas monárquicas de las dinastías europeas y los ejércitos “blancos” de los enormes trusts asentados en los imperios, ya sea en la neoyorquina Wall Street o en el londinense Exchange Alley —residencia en “la pérfida Albión” de la Bolsa de Londres—, lo mismo que en Bruselas, París, Berlín o Ámsterdam. Ahora, las triquiñuelas serían bajo ropaje legal.
Sus amanuenses redactaban con gran conocimiento de causa e instrucciones reales las nuevas teorías, los adelantados códigos del famoso derecho corporativo —un collage financiero, fiscal, penal y mercantil— para salvaguardar sus blancas manos y explotar a placer, “conforme a derecho”, los recursos naturales y la feraz liquidez de sus posesiones de siempre.
Tarea a cargo de universidades “patito”
La vocación filibustera de los imperios necesitaba apoyos legales en los países sometidos. Hubo una gran explosión de tratadistas a sueldo, los mejores cerebros del huizache, que se dedicaron a hurgar las rendijas de los intersticios del derecho positivo y vigente, para acomodar sus intereses e intenciones, incluso, con interpretaciones retorcidas del viejo derecho, prevaleciente durante milenios.
Derrumbaron todas las instituciones protectoras, alentaron todos los mecanismos que podían sostener las mayores liberalidades y permisividades y asestaron golpes demoledores. En México se levantaron “universidades patito” para formar a los nuevos efebos, testaferros y entreguistas.
Ejemplo guatemalteco contra salteadores
Ahora, en ese afán de demolición y aprovechamiento de los restos, la rapiña instala sus oficinas en la BMV para cotizar las acciones energéticas y todos los saldos que estén “mal acomodados”.
Viendo lo anterior, es un hecho que se vayan encima de las remesas de los migrantes para acabar de tajo con los esfuerzos de treinta millones de esforzados trabajadores expulsados de nuestro país por la falta de trabajo.
Sienten que el país les fue escriturado por paniaguados y comentócratas de la televisión. Que están tan hechos a mano, que ni la tierra que pisan los merece.
No contentos con haber casi liquidado las paraestatales Pemex y CFE, ahora quieren chuparse hasta sus huesos. No se conformaron con todas las comisiones y prebendas que les entregaron las favorecidas trasnacionales y sus prestanombres.
No contentos con haber extinguido la única posibilidad de palanquear el desarrollo industrial y agropecuario, ahora van por todos los sobrantes financieros, para quedarse con el manejo de sus títulos accionarios.
Y mañana, aparecer succionando sus rendimientos y los tejemanejes que hagan con sus acciones al portador para inflar cotidianamente su valor. Los gerifaltes ya habrán abandonado el país —si antes nadie es capaz de juzgarlos en tribunales y en cámaras— para seguir viviendo en el confort del trasiego financiero… ¡y sin que se les pueda probar nada!
Su voracidad está más allá de cualquier extremo legal punible. Siguen tratando a los mexicanos con desprecio y odio. En todo el mundo se dan cuenta que somos un pueblo impasible, sin ninguna consecuencia legal.
Hasta los países emergentes y bananeros han reaccionado para castigar a sus bestias. El ejemplo más cercano… y vergonzoso lo tenemos en Guatemala, que enjuició y sentenció a un dictador, militarzuelo de pocos alcances, Ríos Mont, que a los mexiquenses salteadores no les llega ni a los talones.
Miles de millones se evaden al fisco: OCDE
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico calcula en varios cientos de miles de millones de dólares anuales el monto de la evasión fiscal que los corporativos realizan desde sus matrices en los paraísos fiscales.
Han florecido en todo el mundo, particularmente entre los trópicos de Cáncer y Capricornio, alrededor del planeta. Hacen un daño brutal a la economía mundial y se asientan en ellos, desde las centrales de Google y McDonald’s hasta las grandes empresas extractivas de hidrocarburos y minerales.
Los emblemáticos bancos suizos, que resguardaban los secretos depósitos de joyas y liquidez, cayeron en el desprestigio al obedecer a los patrones mayores que querían vengarse de peces menores. Los grandotes cambiaron de giro y prefirieron el trafique con acciones de Bolsa, que permiten el anonimato.
Iniciativa para poner límites a evasores trasnacionales
Por ello, es inédita la iniciativa de un grupo de expertos financieros mexicanos, agrupados en torno de la presidencia del Tribunal Fiscal de la Federación. Su titular, Manuel Hallivis Pelayo, promueve la XXVIII Latinoamericana de Derecho Tributario. Su objetivo es eliminar las bases de la erosión de los cuantiosos ingresos que se lavan en las técnicas del off shore en paraísos fiscales, apoyándose en permisividades y vacíos legales de la estructura jurídica en México y en todos los países latinoamericanos.
Establecer, de una vez por todas, las barreras legales que sean necesarias para que nuestra legislación encuentre e inserte las fórmulas locales que impidan a las empresas, a los funcionarios y a las casas de bolsa participar impunemente en esta degradación de recursos fiscales útiles para el desarrollo nacional.
Salvaguardar los derechos de los contribuyentes, evitando injusticias, pero castigar civil, fiscal, mercantil y penalmente a los saboteadores. A los abusivos de las industrias extractivas, mineras y exportadoras que funcionan como puentes para la elusión.
¿Será que por fin asoma la vara de la justicia? ¿Estaremos ante una decisiva embestida a los defraudadores de cuello blanco y a los administradores de lo ajeno, para que dejen de cazar brujas cautivas y exprimidas en el deprimente SAT?
Como sea, ¡ya era hora de que alguien se atreviera! ¿No cree usted?
¡Tiene que haber un hasta aquí a la rapiña, hasta hoy impunes y que quieren salir limpios del cochinero que nos están dejando!
Índice Flamígero: Manuel Hallivis Pelayo, magistrado presidente del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA), pidió al Poder Legislativo, responsable de elaborar y aprobar las leyes secundarias que harán realidad al Sistema Nacional Anticorrupción, dejar en claro los principios rectores en materia de responsabilidades de servidores públicos. El magistrado apuntó que no se pueden matar pulgas a cañonazos, y la medida correctiva debe de ir en relación con el daño causado.