Niños futbolistas
¬ Javier Cadena Cárdenas jueves 17, Dic 2015Termómetro
Javier Cadena Cárdenas
Con lenguaje claro y contundente, el periodista Juan Pablo Meneses, en entrevista con Benito Taibo, en Radio UNAM, lo dice claramente: la compra de niños con potencial de futuros buenos futbolistas, es el negocio de moda.
Y pone ejemplos y dice que en todos los casos, se concreten o no esas futuras realidades, en el momento en que se hace la transacción todos los implicados se piensan ganadores.
Se piensan ganadores los padres del niño en cuestión que de manera inmediata se embolsan unos dólares, el cazador de talentos (por decirlo de una manera amable), que descubrió al futuro crack y por eso ganó dinero, el club que lo adquiere, y así sucesivamente, hasta llegar a los aficionados que, en los casos en que esas promesas se hacen realidad, pues disfrutan al jugador ya hecho y derecho.
El periodista habrá que anotarlo, recorrió América Latina para documentar este hecho y publicarlo en un libro que precisamente se llama “Niños futbolistas”, y lo hizo haciéndose pasar por un promotor que andaba en la búsqueda de niños talentosos en materia de futbol para comprarlos y llevarlos a un equipo del viejo continente.
Porque eso sí, así lo consigna, hoy en día con eso de la globalidad y las redes sociales y los adelantos en materia de medios de comunicación, no hay niño en México, Colombia, Perú, Brasil, Uruguay, Chile, Argentina, o en cualquier país latinoamericano, que no sueñe con ser jugador del Barcelona, del Real Madrid, o del Chelsea, del Manchester, del Milán, y se podría poner un largo etcétera.
Y Meneses ejemplifica este aspecto compartiendo lo que le sucedió en los campos de futbol ubicados en la periferia de Guadalajara, Jalisco: allí muy pocos niños le dijeron que querían jugar en el Guadalajara o en el Atlas, ya que la mayoría dijo aspirar a jugar en el Barcelona o en el Real Madrid, y agrega que seguramente esto es debido a la cuestión del idioma y a lo que sucede hoy en día con la rivalidad de esos dos equipos españoles, rivalidad que se conoce en todo el mundo.
Y Meneses, quien se declara fanático del futbol, compartió más ejemplos de lo que sucede en el mundo del comercio de niños futbolistas, ejemplos que van desde consignar que un niño que apenas estaba en el vientre de su mamá ya tenía tres contratos para ser un futuro jugador en tres equipos de futbol, niño que por cierto lleva los apellidos Agüero Maradona.
Hasta decir que si un niño es comprado y enviado a trabajar en la pizca de algodón durante ocho horas diarias, todo el mundo pondría el grito en el cielo ya que se diría que eso es tráfico de niños para ser esclavos, pero que si este hecho está orientado a que el niño sujeto al proceso de compra-venta pase ese mismo tiempo en los campos de algún estadio de futbol, entonces se considera que se está puliendo a un niño talentoso para que se convierta en una estrella de ese deporte.
Y Juan Pablo Meneses invita a que se ponga mayor atención a este tema, que todos conocen pero que nadie regula, ya que, se puede afirmar, es un gran negocio para todos.
Igual se debe de tomar en cuenta a los cientos de padres invierten millones de pesos para llevar a sus hijos a una «Universidad de Fútbol» como Felipe Calderón que llevaba a su hijo a la escuela de los tuzos.