Incierto futuro de basura por el apagón analógico
Nacional jueves 17, Dic 2015- Altos niveles de metales pesados
Una de las principales preocupaciones de la basura que generará el apagón analógico, es dónde irán a parar estos residuos que contienen altos niveles de metales pesados, como plomo, cadmio, mercurio, cromo y arsénico.
Se trata de millones de toneladas de basura electrónica que los servicios públicos no han considerado, ni siquiera Nicolás Mollinedo, a quien presentaron como especialista en la recolección de desechos sólidos.
Para dimensionar el problema que tenemos enfrente (que tiene implicaciones de contaminación grave y no considerado por la Semarnat) cifras del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), señalan que en 2010 se desecharon 2 millones 944 mil 865 televisiones, lo que representó 65 mil 376 toneladas de basura electrónica.
Existen dos centros de acopio de basura electrónica y muchos expendios que la compran ya pepenada, es decir, separado el plástico y el mercurio.
Jonathan Medina, de la empresa EcoAzteca, encargada de recibir todo tipo de desecho electrónico en la delegación Iztapalapa, cuenta qué materiales rescatan de una televisión.
“El proceso aquí es relativamente sencillo, se separa el plástico, el vidrio, tarjetas electrónicas y cada cosa se vende a empresas especializadas en el reciclaje de cada elemento; lo más difícil es separar los metales pesados, sobre todo el mercurio, en ese caso viene gente especializada en su manejo, en razón de que causa grave contaminación”.
Sin embargo, Ana Martínez de reciclaelectronico.com, un centro de acopio ubicado en la delegación Tlalpan, señaló que no se ha “incrementado mucho el número de televisiones que recibimos, la Semarnat no nos ha capacitado, ni nos ha informado sobre qué hacer con este tipo de residuos, por eso casi no los recibimos”.
El INECC señala que los consumidores de aparatos electrónicos desechan los equipos que ya no utilizan de la siguiente manera: 42% los entrega al camión de basura, 30% los regala, 17% los vende y 11% los almacena.
A don Pablo, un señor de unos 60 años que tiene su negocio de reparación de electrodomésticos sobre avenida Obrero Mundial, colonia Narvarte, no le preocupa el cambio de tecnología, según él “la gente va a tardar en cambiar todas sus televisiones, prefieren comprar un decodificador”, pero está consciente que tarde o temprano no le llegarán más televisiones para reparar.