El papa Francisco y Benedicto XVI abren la “puerta santa”
Mundo miércoles 9, Dic 2015- Inauguran el Jubileo Extraordinario de la Misericordia
El papa emérito Benedicto XVI acompañó ayer a su sucesor Francisco en la apertura de la “puerta santa”, con lo cual quedó inaugurado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
Hacia el final de la misa, que celebró ante unas 50 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice se dirigió a la galería de ingreso de la Basílica vaticana donde procedió a abrir el gran portón de madera y metal.
Al llegar a la galería, el líder católico se acercó a su antecesor, Benedicto XVI, quien se encontraba sentado en una esquina y lo saludó, después se ubicó frente al gran portón de San Pedro donde comenzó el rito de apertura.
El primero en atravesar la puerta tras el Pontífice actual fue el papa emérito Benedicto XVI, quien debió ser ayudado para avanzar lentamente a causa de su ancianidad. Detrás de él hicieron lo propio cardenales y obispos.
Luego, Francisco caminó hasta el altar mayor de la Basílica de San Pedro, donde oró en silencio por unos instantes antes de dar la bendición final de la misa.
A partir de entonces la “puerta santa” quedó abierta y ante ella se formó una fila de miles de personas que comenzaron a transitar para obtener especiales gracias espirituales, como marca la tradición.
Entre ellos, Matteo Renzi y Sergio Mattarella, primer ministro y presidente de Italia, respectivamente.
El que inició ayer es un Jubileo extraordinario, convocado por Francisco y que será dedicado al tema de la misericordia. Se extenderá hasta el 20 de noviembre de 2016.
Papa Francisco implora por migrantes y refugiados
El papa Francisco imploró por “quienes llegaron de tierras lejanas en busca de paz y de trabajo”, al referirse a los migrantes y refugiados de Roma, antes de depositar una ofrenda floral en la columna de la Virgen ubicada en la Plaza España de la capital italiana.
Poco antes de las 16:00 horas local (14:00 GMT) el Papa llegó hasta la plaza para honrar a la imagen, como es tradición cada 8 de diciembre, fiesta católica de la Inmaculada Concepción.
El líder católico llegó a bordo de un vehículo cerrado y realizó un breve acto de veneración, tras el cual depositó una ofrenda floral en el lugar, que se sumó a otras coronas dejadas por fieles católicos y vecinos.
“En este día de fiesta por tu Inmaculada Concepción, vengo a presentarte el homenaje de fe y de amor del pueblo santo de Dios que vive en esta ciudad y diócesis”, dijo Jorge Mario Bergoglio al recitar una oración.
“Vengo a nombre de las familias, con sus alegrías y fatigas; de los niños y de los jóvenes, abiertos a la vida; de los ancianos, cargados de años y de experiencia; en modo particular vengo a ti de parte de los enfermos, de los encarcelados, de quien siente más duro el camino”.
Proclamó la victoria de la misericordia sobre el pecado y sobre todas sus consecuencias, encendiendo en todos la esperanza de una vida mejor, libre de esclavitudes, rencores y miedos.
“Tu dices a todos: vengan, acérquense confiados, entren y reciban el don de la misericordia; no tengan miedo, no tengan vergüenza: el padre los espera con los brazos abiertos para darles su perdón y acogerlos en su casa. Vengan todos a la fuente de la paz y de la alegría”.
“Te agradecemos, madre inmaculada, porque en este camino de reconciliación tu no nos haces andar solos sino que nos acompañas, nos estas cercana y nos sostienes en cada dificultad”.