Luis Eduardo Aute es la espectacularidad de la sobriedad
Espectáculos miércoles 9, Dic 2015- El músico presentó lo mejor de su repertorio en el Auditorio Nacional, además del cortometraje “Vincent y el Giraluna”
Arturo Arellano
Entre aplausos, risas, ovaciones y peticiones, los asistentes disfrutaron de este recital en el que la única escenografía fueron los instrumentos.
Luis Eduardo Aute es uno de los cantautores leyenda que aún tenemos el placer de tener con vida y no sólo eso, sino activos, creando, soñando, enseñando y presentando su arte en vivo, en el caso del maestro Aute, que llevó su más reciente material discográfico “Giraluna” al Auditorio Nacional el pasado lunes.
Todo comenzó en punto de las 20:35 horas cuando se proyectó su cortometraje “Vincent y el Giraluna”, en el que se narra la historia de un girasol rebelde que no duerme para poder observar las estrellas y demostrarse a sí mismo que la luna existe, “lo que permanece lo fundan los poetas” es el texto con el que arranca este bello cuento, que concluye con “para todos los giralunas porque a ellos pertenece el reino de los sueños”, luego de que Van Gogh y el Giraluna enfrentan al basilisco en la cara oculta de la luna.
Apareció en el escenario del Auditorio Nacional un grupo de cuatro músicos con las primeras notas de “Me va la vida en ello” y segundos después la presencia del maestro Luis Eduardo Aute, con una voz intacta, suave pero intensa y una presencia inigualable, un temple de artista, casi hasta de genio. El tema fue suficiente para obtener el aplauso de un público enamorado de la poesía hecha música de este ícono.
Antes de continuar el maestro Aute dijo: “buenas noches, me siento muy feliz de estar de nuevo en México en este magnífico Auditorio Nacional, después de demasiado tiempo, pero siempre es demasiado tiempo el que transcurre entre concierto y concierto que doy en este entrañable país. En esta ocasión les traigo una selección de las canciones más representativas que he grabado en medio siglo, por lo que será de algún modo antológico. Llevo ya tres discos seguidos con canciones nuevas, y tenía la intención de editarlas de nuevo este año, pero en víspera del 50 aniversario y del tributo que me hicieron los compañeros benjamines de la música popular, decidí posponer ese proyecto y presentar este concierto Giraluna, para ello pedí que amigos hicieran su lista de canciones y espero no haberme equivocado con la selección final, para hacer el mejor concierto de todos y permanezca en las memorias de todos ustedes por mucho, mucho tiempo”.
Las siguientes fueron “De paso” y “Rosas en el mar”, está última de la que ha comentado es un intento por emular “Blowin in The Wind” de Bob Dylan y en esta ocasión dijo bromeando con el público “esta canción acabo de terminarla hace un par de horas en el hotel”. Para entonces con el público atento y emocionado interpretó “Aleluya #1”, “Pasaba por aquí”, “Siento que te estoy perdiendo”, “Hafa café”, “Dos o tres segundos de ternura”, “Imán de mujer” y “Volver a verte”.
Un concierto maratónico en el que Aute se dio el lujo de cantar no sólo lo mejor de su repertorio, sino algunas canciones no del tanto conocidas, continuó con “Slowly”, “Alevosía”, “Dentro”, “De alguna manera”, “Las cuatro y diez”, “Anda”, “No te desnudes todavía”, “Quiéreme” y “Mojandolo todo”, no sin que antes el músico advirtiera “Olvidé decirles que el concierto durara seis horas y pico, he escrito más de 400 canciones y no voy a cantarlas todas, pero casi”.
La noche se bañó de recuerdos y suspiros también con “Prefiero amar”, “Una de dos”, “Queda la música”, “Señales de vida”, “Todo es mentira” y “Sin tu latido”, está última pieza perfecta para perfilarse hacia la recta final de este bello concierto. Cabe mencionar que esta canción fue quizá la más cantada y aplaudida de la noche, por lo que Luis Eduardo Aute tuvo que parar un momento para degustar del reconocimiento de su público, con una mirada de paz y satisfacción.
“El niño que miraba el mar”, “Cada vez que me amas”, “El día de hoy”, “La belleza” y “El alba”, este último a capella, fueron los temas con los que Luis Eduardo Aute abandonó el escenario, pero no por mucho, pues el aplauso de la gente en su mayoría de pie, le hicieron regresar para cerrar la noche con broche de oro cantando “De la luz y la sombra” y “Albanta”.
