Mediciones y resultados
Ramón Zurita Sahagún martes 8, Dic 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
En cuestión de aspirantes presidenciales, las empresas encuestadoras decidieron seleccionar a los personajes que ellos consideran para medir su popularidad en la ruta al 2018.
Algunos de ellos expresaron abiertamente su deseo de participar, otros no lo han hecho público y unos más alzan la mano, sin ser considerados por esas empresas, muchas de ellas tendenciosas y que pretenden marcar agenda en el tema.
Es cierto que el camino a la Presidencia de la República se abre el primero de diciembre de cada seis años, en cuanto el nuevo presidente toma posesión y asoman los miembros de su gabinete y otros prospectos más que no consiguieron en la elección anterior el triunfo electoral.
Andrés Manuel López Obrador es uno de esos personajes que afinan la puntería para dar en el blanco, seis años después de su anterior intento, como antes lo fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Eso le permite a López Obrador arrancar como amplio favorito en esas encuestas anticipadas, pero además por la misma expresión del tabasqueño de confesar sus intenciones.
Andrés Manuel como Margarita Zavala Gómez del Campo y Miguel Ángel Mancera Espinosa, son manifestantes de ese deseo de convertirse en Presidentes de la República, previo paso por la candidatura.
Sin embargo, a diferencia de López Obrador, Zavala Gómez del Campo y Mancera Espinosa, anticipan que lo harían con las siglas de un partido o sin ellas, en calidad de independientes.
Con ese mismo rasero está catalogado Jaime Rodríguez Calderón (El Bronco), quien no ha hecho públicos sus deseos de competir por ese cargo, pero que debido a su triunfo como independiente.
Según los encuestadores, por parte del priismo, el candidato a medir es el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, catalogado como el prospecto priista más sólido.
Fuera del escenario quedan, por lo pronto, algunos otros personajes que no pintan en las encuestas, pero que pueden llegar a ser participantes importantes dentro del esquema de medición.
Los priistas tienen una batería de prospectos, pero debido a su forma de seleccionar al candidato (en forma vertical), mediante la decisión de una sola persona (el Ejecutivo), prefieren ocultar sus emociones.
Eso pasa por el propio secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; Luis Videgaray Caso, Hacienda; José Antonio Meade, Desarrollo Social y Aurelio Nuño Meyer, Educación Pública.
Los priistas no muestran todavía de donde saldría su abanderado para la contienda presidencial del 2018 y falta mucho para que muestren la orientación.
Pero también tienen una batería de gobernadores, los más de ellos sin posibilidades, pero anotados en la carrera presidencial, donde solamente se asoma el mexiquense Eruviel Ávila Villegas.
En el caso de los priistas son tantos los aspirantes (muchos propuestos por ellos mismos) que la medición tendría que darse de otra forma.
Pero hay otros gobernadores que no siendo priistas se mantienen a la expectativa y se asoman con mayor intensidad, aunque en el caso del poblano Rafael Moreno Valle Rosas está siendo rebasado por otro de los aspirantes, Margarita Zavala.
Manuel Velasco Coello iniciaba sus escarceos cuando estalló el escándalo del Partido Verde y su ex vocero, Arturo Escobar y prefirió replegarse, esperando un mejor momento para notificar las aspiraciones que todo mundo conoce y que él mismo no esconde.
Velasco Coello parece ser una buena opción para que el parrido Verde se pueda quitar el membrete de sanguijuela o rémora del Partido Revolucionario Institucional y hacer su propio intento de captar votos con un buen a propuesta e intentar hacer las cosas bien.
Hay otros prospectos que, por el momento, no se conocen y que partidos como Nueva Alianza sacan de la chistera del mago y los hacen participar, aunque su candidatura sea solamente de membrete.
Otros como Movimiento Ciudadano, Encuentro Social y el Partido del Trabajo, buscarán la forma de aliarse con uno de los principales partidos para sacar raja de ello.
Por cierto que el Partido del Trabajo se salvó en la rayita de perder el registro, después de que los Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano no presentaron candidato en el primer distrito de Aguascalientes para la elección extraordinaria, para dejar que los votos de la izquierda se contabilizaran para el Partido del Trabajo, con lo que Alberto Anaya seguirá disfrutando de las canonjías que le otorga el ser propietario de un partido político.
Al PT le hacían falta tres mil votos para alcanzar el límite del tres por ciento necesario para mantener el registro y con eso lo consiguió, por lo que si las autoridades electorales no deciden otra cosa, podrá presentar en alianza o solo en los comicios presidenciales del 2018.
Del proceso electoral federal de Aguascalientes, con el que se repuso la elección anulada por el Tribunal Electoral, la victoria correspondió al Partido Acción Nacional en alianza con el PANAL, superando al candidato del PRI y Partido Verde que había sido declarado ganador, pero donde se comprobó la intromisión del gobernador del estado a su favor.
Con este resultado, los priistas deberán pensarlo bien para los comicios del año próximo, donde se elegirá al nuevo gobernador, ya que los tres 3 distritos federales fueron ganados por los candidatos del blanquiazul.
Aguascalientes es una entidad en la que el PAN ya gobernó por dos sexenios consecutivos, por lo que se prepara para recuperar la plaza, sobre todo por el mal manejo de la actual administración que encabeza el priista Carlos Lozano de la Torre.
Por cierto que nada mal le fue al PAN en estos comicios extraordinarios, ya que consiguió los dos principales cargos en disputa: la diputación federal en Aguascalientes y el ayuntamiento de Sahuayo en Michoacán.