Las otras elecciones
Ramón Zurita Sahagún lunes 30, Nov 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Tixtla, Guerrero, es el principio de los comicios pendientes del 2015, los que no se realizaron o tuvieron que irse a una elección extraordinaria.
De ese paquete, la gubernatura de Colima se convirtió en el bocado más apetitoso, luego de que los resultados fueran considerados nulos por la intervención manifiesta de un funcionario del gobierno estatal que encabezó Mario Anguiano Moreno.
Es cierto que los comicios ocurrieron en el marco de trampas, abusos e inequidad, de los dos partidos preponderantes (PRI y PAN) y que la diferencia de 500 votos entre el ganador en las urnas y el segundo lugar no fue lo que motivó la declaración de nulidad.
Sí lo fue la declaración de un funcionario del gabinete local, el que, presuntamente, fue aleccionado por el gobernador Anguiano Moreno para filtrar su participación parcial en favor del candidato de su partido.
Hay muchas historias sobre el por qué se actuó de esa forma, aunque la más simple relata que el entonces gobernador se opuso siempre a la candidatura del priísta Ignacio Peralta Sánchez, quien fue compensado con la nominación, luego de que tres años fuese bajado de la candidatura al Senado de la República por la equidad de género.
Peralta, para entonces alcalde con licencia de Colima, aceptó sin chistar la determinación de su partido, por lo que fue incorporado a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, en la que afianzó los lazos de afinidad con los altos mandos del partido.
Su lealtad y disciplina con su partido lo llevó a convertirse en subsecretario de Comunicaciones y Transportes a la espera de su candidatura al gobierno de Colima, la que finalmente ocurrió en este 2015.
Los comicios de junio pasado fueron sumamente disputados en medio de una guerra sucia y todo tipo de triquiñuelas, pero que finalmente dejaron el saldo de poco más de 500 votos favorables para el priísta sobre el panista Jorge Luis Preciado, después de varios recuentos de las actas y del llamado voto por voto.
Preciado y su partido no aceptaron el resultado e impugnaron y apareció la mano salvadora que presentó la prueba contundente de la mano gubernamental en favor del priísta.
Con la resolución del Tribunal Electoral, los colimenses acudirán nuevamente a las urnas al inicio el próximo año, una situación a la que ya se acostumbraron los ciudadanos de ese estado.
Desde que en el año dos mil tres fueron anulados los comicios ganados por el priísta Gustavo Montes, los electores de Colima se han acostumbrado a ir dos veces a las urnas para elegir a su gobernante.
Montes fue el primero en sufrir la anulación de un triunfo en el estado, por lo que en la segunda oportunidad lo ratificó. Después murió en un percance aéreo, por lo que los ciudadanos fueron a otras elecciones extraordinarias, de las que surgió Silverio Cavazos.
Una elección ordinaria normal llevó al triunfo a Mario Anguiano Moreno y la historia se repitió con otra anulación de una nueva victoria priista, impugnada en tribunales.
Ahora, los mismos contendientes en disputa, repetirán los colores de sus partidos en esta nueva aventura electoral, en la que los ciudadanos colimenses definirán si les gusta este tipo de emociones o si les harta, mediante su asistencia a las urnas.
Y aunque la lección parece encaminada a dejar las trampas, triquiñuelas, abusos y guerra sucia atrás, lo que provoca temor es si lo ocurrido en Colima en la elección ordinaria será un método recurrente en futuros comicios.
Conforme a lo dictaminado por los magistrados del Tribunal Electoral, la súbita confesión del funcionario del gabinete estatal fue la gota que provocó el derrame del vaso de las impugnaciones.
¿Será este un método recurrente en futuras elecciones?
Los partidos usarán esta misma excusa en comicios en los que no quedaron conformes, especialmente en aquellos en los que suceda la alternancia. Usarán el procedimiento en forma sucia, recurriendo a la compra de consciencias, no se sabe.
La realidad muestra que en la búsqueda del poder público y las cuantiosas arcas que representan los gobiernos estatales y los de algunos municipios, no hay quien se salve y apuestan con todo a quedarse con esas canonjías, sin importar que a futuro hipotequen las finanzas estatales, como ocurre en varios estados que hoy sufren del agobio del endeudamiento público.
Pero no son solamente Tixtla y el gobierno de Colima, donde existirá una segunda oportunidad para sus habitantes de que ejerzan sus votos, aunque las razones sean distintas.
En Tixtla, los electores no pudieron acudir a las urnas, al ser impedidos de ello, por serias inconformidades que llevaron a la quema de las urnas.
Sin embargo, en esta ocasión el ambiente no es distinto, ya que existen denuncias de todo tipo contra los principales candidatos, violencia y otros elementos que ya se padecían en ese municipio en el pasado.
En otros estados se esperan nuevos comicios, todos en segunda vuelta, donde destacan una diputación federal en Aguascalientes y otra local en Tabasco. El resultado del distrito federal de Aguascalientes llenaría la, hasta ahora, incompleta, cuota de legisladores en la Cámara de Diputados y se mencionan como favoritos a los candidatos que presentan tanto el PAN como el PRI, en lo que podría dar un sondeo anticipado de lo que será la elección para gobernador a mediados del año próximo.
Tabasco tendrá una contienda entre priístas y perredistas, con una pequeña participación del partido que más creció en los comicios del presente año, el Verde, que en Tabasco saltó de la nada a ganar alcaldías y diputaciones locales.