La calidad de vida no puede ser privilegio de unos cuantos: EPN
* Especiales, Estado de México jueves 26, Ago 2010Al abrir los trabajos en el segundo día de actividades de los Foros de Reflexión Compromiso por Méxco, eje Calidad de Vida, el gobernador mexiquense manifestó que “México no puede conformarse con un futuro de perpetuo subdesarrollo. Debemos desterrar el conformismo”.
Toluca, Estado de México.- Durante los Foros de Reflexión Compromiso por México, eje Calidad de Vida, el gobernador Enrique Peña Nieto afirmó que la calidad de vida no puede ser privilegio de unos cuantos. Debe ser el objetivo central de las políticas de Estado. Lograrlo es el espíritu que anima la realización de este Foro.
En su mensaje, al inicio del panel Equidad y Movilidad Social, donde el doctor en Economía, Michael Piore, ofreció una conferencia magistral, el mandatario estatal expresó que es necesario reconocer que una mejor calidad de vida, con alimentación, salud, educación, trabajo, servicios e igualdad de oportunidades, constituye el cimiento fundamental para construir el México más equitativo y próspero que merecen las futuras generaciones.
Dijo que “México no puede conformarse con un futuro de perpetuo subdesarrollo. Debemos desterrar el conformismo, activar todas sus fuerzas sociales, aprovechar la creatividad y el talento de sus habitantes; sumar esfuerzos para impulsar una mejor calidad de vida”.
Subrayó que sólo con acuerdos básicos, transexenales, México podrá superar sus deficiencias y encaminarse hacia una nueva etapa de progreso y bienestar.
Agregó que “debemos decidirnos a crecer con equidad; debemos tomar esa decisión política y establecerla como una prioridad nacional de largo plazo”, por lo que país requiere cambios estructurales para crecer, a fin de crear oportunidades de empleo e ingreso, para reducir la informalidad y aumentar la competitividad de su economía.
En presencia de los titulares de los poderes Legislativo y Judicial, Ernesto Nemer Álvarez y Baruch Delgado Carbajal, respectivamente, así como César Camacho Quiroz, coordinador de los foros, Peña Nieto indicó que “nuestra democracia ha logrado impulsar avances electorales, apertura y pluralidad, pero no ha sido tan funcional como para promover el desarrollo, el bienestar y la igualdad de la población”.
Quizá por eso, agregó, sólo el 42 por ciento de los mexicanos cree que la democracia es la mejor forma de gobierno y peor aún, sólo el 30 por ciento optaría por la democracia si tuviera que elegir entre éstas y el desarrollo económico sin democracia. Dicha proporción es 14 puntos inferior a la del promedio de América Latina.
Por ello, mencionó que se tiene que impulsar crecimiento con equidad, a partir de un Estado eficaz, pues México, a pesar de destacar como el país número 11 en población y economía, así como el 14 en territorio, se enfrenta a los problemas de pobreza e inequidad, pues 50 millones de personas viven en condiciones de pobreza; la mitad de la población carece de algún tipo de seguridad social y casi el tercio de los trabajadores laboran en la informalidad, lo que dificulta a la gran mayoría de los mexicanos vivir en condiciones decorosas y con dignidad.
El titular del Ejecutivo estatal destacó que la gran meta de nuestra agenda social es acortar la brecha que separa a quienes tienen acceso a satisfactores y oportunidades, de aquellos que, por sus capacidades o nivel de ingreso, no lo tienen.
Subrayó que además de consensuar un sistema de indicadores de bienestar, la nueva agenda social debe trascender la etapa de la focalización de los programas de combate a la pobreza para lanzar nuevas políticas públicas que permitan hacer efectivos los derechos de la población.
Manifestó que para crecer con equidad, hay que reforzar la educación pública, que es un poderoso instrumento de movilidad y de cohesión social, por lo que se tiene que vincular con eficiencia a los mercados laborales, pero también asegurar que promueva valores a favor de la convivencia y la iniciativa individual.
Asimismo, se debe superar el permanente debate entre impulsar políticas de bienestar o sólo procurar la estabilidad macroeconómica. “estoy convencido que la respuesta a este dilema consiste en programas sociales de nueva generación, sustentados en una reforma fiscal responsable en la que todos paguemos conforme a nuestras posibilidades”, concluyó.