Rey de la victimización, AMLO acusa ya un nuevo compló
Roberto Vizcaíno jueves 26, Nov 2015Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Afirma que los de la mafia en el poder están apanicados, porque él va arriba en las preferencias
- Acusa que le preparan una tercera celada electoral, para impedirle llegar a la Presidencia
- Evidentemente cansado, envejecido, encorvado, AMLO muestra pánico de no poder alcanzar su objetivo
La sola respuesta refleja el grado de angustia de Andrés Manuel López Obrador:
“… la tercera es la vencida”.
Sí, claro que –como si tuviésemos la obligación de saberlo- se refiere a las 2 elecciones presidenciales en que ha participado y ha fracasado, y en la que espera finalmente alcanzar en 2018 su sueño de vida: ser Presidente de México.
“… la tercera es la vencida”, una frase que lo consume y mueve a vivir la contienda electoral presidencial más adelantada que se haya dado por algún aspirante en México.
Con 62 años bien cumplidos apenas el pasado viernes 13 de este noviembre en curso, y a 7 días de que se cumplan 2 años de que le dio un infarto al miocardio, hechos que le dan hoy la imagen de un venerable abuelo, encorvado, lleno de canas y arrugas, AMLO no varía ni un milímetro en su discurso y advierte que –ya sabe usted- la mafia en el poder le prepara un nuevo compló para impedirle llegar a la Presidencia.
Para consolidarse como el más probado de los políticos en el uso de toda clase de argucias y artimañas, López Obrador arremete contra el presidente del PRI, el sonorense Manlio Fabio Beltrones y las dirigencias de PAN y PRD, por negociar una nueva reforma política que buscaría evitar que él y otros, como el líder blanquiazul Ricardo Anaya, usen los tiempos oficiales en radio y TV administrados por el INE y destinados a los partidos, para promocionarse y posicionarse como aspirantes a la contienda presidencial del 2018.
Anaya ha dicho que el PAN iría a una nueva reforma política, si el PRI acepta incluir en ella la segunda vuelta electoral.
Ambas cosas -precisar el uso de tiempos oficiales y la segunda vuelta-, han sido asumidas por López Obrador como parte del compló en contra de él en esta su tercera búsqueda de la Presidencia de la República.
“La segunda vuelta significa ir a otra elección donde se enfrenta el primero y el segundo lugar, y ellos apuestan a unirse en contra de nosotros. La mafia del poder armoniza a los dirigentes de los dos partidos (PRI y PAN), y otros más en contra nuestra, una especie de Tucom… Todos Unidos Contra Morena”.
Antes, el tabasqueño había dicho que el acuerdo para establecer candados para el uso de spots en tiempos oficiales, era en realidad un segundo desafuero en su contra.
López Obrador indicó que dentro de toda esa estrategia, se encuentra también la encuesta realizada y publicada hace unos días por El Universal en la que se afirma que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, Margarita Zavala -esposa del ex presidente Felipe Calderón- y él son quienes puntean en sus respectivos partidos: el PRI, PAN y Morena.
El ahora presidente de Morena dijo que le dan risa estas encuestas. Y la risa según él le gana porque la encuesta de El Universal indica que en algunas áreas Osorio Chong supera a AMLO.
“¡Imagínense… el que dejó que se fuera El Chapo Guzmán me gana… eso está de risa”, explicó.
Y adelantó: “… están apanicados… tienen mucho miedo”, y eso ocurre, razonó, porque su movimiento (el de la búsqueda de una tercera oportunidad por la Presidencia) está creciendo cada vez más y entonces según él los de la mafia en el poder han comenzado a publicar estas encuestas.
“Nosotros tenemos que seguir adelante… lo cierto, la verdad es que estamos bien posicionados, estamos arriba… pero no podemos confiarnos, no podemos echar las campanas al vuelo porque estamos enfrentando a una mafia”, indicó.
Su soliloquio advierte que quien está apanicado es él. Lo que deja en claro es que lo que dice, es más bien para reiterarse a sí mismo que va bien, pero que a lo mejor no tan bien, y que quizá lo que le espera es un nuevo fracaso.
Vale la pena detenernos en esto: en su primera parte habla de que tiene una gran confianza en que lo que está haciendo es lo correcto para ahora sí ganar…
Pero en su segunda parte deja al descubierto la inseguridad y angustia de no poder lograrlo.
“… lo cierto, la verdad es que estamos bien posicionados, estamos arriba”, dice exaltado, intimidante en esa primera parte…
Pero de inmediato agrega: “…pero no podemos confiarnos, no podemos echar las campanas al vuelo porque estamos enfrentando a una mafia”.
Este pánico e inseguridad lo transmite al pedirles a sus seguidores y simpatizantes “no confiar… no bajar la guardia… porque las elecciones del 2018 no serán nada fáciles”.
Bromea indicarles que esos comicios “no van a ser tamalitos de chipilín… van a ser difíciles y a depender muchos de nuestra organización, de lo que hagamos entre todos (reparte la responsabilidad y su angustia), tenemos que hacer mucho trabajo para lograr un cambio verdadero”, dice.
La reflexión la hizo López Obrador en un encuentro con un puñado de simpatizantes durante una abierta gira de proselitismo como precandidato presidencial de Morena, en un patio de una casa de la ranchería González, Tercera Sección, en Tabasco.
Luego, en una conferencia de prensa, reacio a responder algunas interrogantes, López Obrador acepta que su ascenso a la dirigencia de Morena es parte de su estrategia para realizar recorridos de proselitismo por todo el país financiado con los recursos que el INE le da a su partido y sin caer en violaciones al marco electoral.
“¡Qué!… ¿no tengo derecho?… estoy en estado de indefensión, no hay equidad, es la única posición que hay”, comenta molesto sobre las preguntas de si es inmoral o no ético lo que hace.
Y reta:
“¡Yo no voy a dejar de luchar por un cambio en nuestro país mientras viva!… Vamos a transformar al país… sí, ya estuve en el 2006 y 2012 y nos robaron… y la tercera es la vencida, y si se puede vamos, si la gente quiere…”, indica.
Finalmente, dice conocer las encuestas que encarga la Presidencia de la República.
“Las que tiene Peña Nieto yo las leo (y) estoy como 15 puntos arriba… la pregunta que hacen es que si hoy fueran las elecciones presidenciales por qué partido votarían, bueno, Morena está en primer lugar… voy arriba y ese es el nerviosismo que tienen”, concluye.
No deja espacio para ningún cuestionamiento más. Nada de preguntarle cómo es posible que él tenga acceso, vea las encuestas que le dan a Peña Nieto.
Por demás probado en la provocación, en el engaño, Andrés Manuel López Obrador despliega ahora, de nuevo, todas sus capacidades de cooptación.
Ya a inicio de la semana apareció en Tabasco dándole el banderazo a un grupo de camionetas compradas con los recursos que el INE le da a Morena, que serán usadas por brigadas de miembros del SME que recorrerán La Chontalpa y otras regiones de ese estado para reconectarles la luz a quienes se les suspendió por falta de pago.
Falta de pago que él propició como una maniobra de resistencia civil en contra del gobernador Arturo Núñez, un ex condicional que dejó de serlo.
López Obrador indicó que las brigadas del SME se dedicarían a recabar información de los afectados con los cortes de energía eléctrica, a fin de promover amparos en contra de la CFE. Lo cierto es que no hay claridad de si continúa adelante la promesa de reconectar el servicio y mandar al diablo a la CFE y al gobierno del estado.