UNAM, Pemex, de todo un poco
Francisco Rodríguez miércoles 25, Nov 2015Índice político
Francisco Rodríguez
Los mexicanos somos uno de los pueblos más felices de la Tierra, según lo difundió al mundo una encuesta pedestre y ramplona pagada por José Narro, con fondos de la UNAM.
Una encuesta amañada, atrevida y mendaz que provocó la carcajada de media humanidad —que conoce nuestro estado de postración.
No conforme con haberla dejado “en los huesitos” y rebajado a la última categoría dentro de la lista de las mejores 500 del mundo (!), Narro desplegó una ofensiva publicitaria en ocho columnas de los rotativos en peligro de extinción, para que dijeran que “dejaba la UNAM en excelentes condiciones” (¡sic!).
Borraron a Zubirán y a Barros Sierra
Los doctorcitos burócratas y aprovechados, dirigidos por el igualteco Guillermo Soberón Acevedo, tomó a la UNAM hace 42 años, en 1973, y no ha soltado sus ubres. Su cacicazgo —llamado “el de las batas blancas”— ha estado presente, desde entonces, en todas las designaciones de los pontífices del desastre educativo y el fraude presupuestal – político -social a nuestra Alma Mater.
Se ha denigrado la memoria de los grandes rectores históricos, Salvador Zubirán, que se opuso a concederle el Doctorado Honoris Causa que pretendía Miguel Alemán para el presidente Truman; hasta Javier Barros Sierra, que reclamó la represión diazordacista. Los dos fueron defenestrados, y borrados de la historia oficial.
Graue “descubrió” que autonomía no es impunidad
Un asunto tan sencillo, como la toma del Auditorio Justo Sierra, en el corazón del campus, por un grupito de infelices subsidiados por la propia UNAM , los ha traído de cabeza, por lo menos, 15 años. Es el termómetro que revela a tirios y troyanos su absoluta incapacidad. Al tomar posesión, añorando en su discurso que “no estuvieran presentes su papá y su mamá” (?!), el doctor Enrique Graue, balandronó, igual que sus antecesores, que los iba a echar, porque acaba de descubrir que autonomía no es impunidad. Lo mismo que dijeron antes Juan Ramón de la Fuente —el candidato frustrado a todo— y Narro.
Todos temen que esa vaya a ser otra declaración insensata de guerra para criminalizar las protestas sociales en esa casa de estudios, igual a la cruzada punitiva que pretendió Aurelio Nuño ejecutar contra todo derecho de expresión en las redes digitales, el único bastión de resistencia que nos queda. El pachuqueño Omar Fayad, que se prestó al jueguito.
Ojalá lo mismo suceda contra la bravuconada de Graue. O sólo que esperemos el primer coletazo.
Abogada del ITAM, abogada general de la UNAM
En México estamos llenos de doctores, ahora hasta en ciencias sociales y administrativas —bueno, ya la Universidad (?) Insurgentes y la Chapultepec, cuentan con el reconocimiento de la SEP para expedir esos títulos—, que no saben leer, hablar, escribir y mucho menos pensar. Conozco más de cien en esas condiciones, con cargos administrativos de sultanes.
Y ahora, Graue designó como abogada general de la UNAM a Mónica González Contró, una “doctora”, ¡egresada del ITAM!
Con profunda razón, los lúcidos abogados universitarios están prendidos de las lámparas.
El “Justo Sierra” encueró a De la Fuente y a Narro
La toma y posesión ad perpetuam del Auditorio Justo Sierra, ha encuerado en tres lustros, tanto a Juan Ramón de la Fuente, candidato a todo, desde líder de partidos y de la “sociedad civil”, hasta actual representante en México del Instituto Aspen, una claque engañabobos con altísimos haberes subsidiados por el Estado, y una franquicia sin resulto conocido, aparte de sus insoportables regaños a quién se deja y paga por ser reprendido ¡en la sede del Club de Banqueros!
… así como exhibió en su desnudez al que acaba de dejar la UNAM “en insuperables condiciones”, y seguramente al que le sucedió en ese apetecible cargo, Enrique Graue, una persona a quien desde lejos se aprecia su catadura. Hace honor a la frase de Hegel: la mejor manera de conocer a alguien es viéndolo cinco minutos; es más fácil, si se le inviste de poder.
(La oscura historia de Juan Ramón de la Fuente —ya Stéphane Mallarmé había establecido que a toda historia “se le pone un poco de sombras”— es que fue un siquiatra de tercer talón que llegó a adueñarse de la mente de la dipsómana Brunilda Velasco de Zedillo, para que no se enloqueciera por las atrevidas fragilidades conductuales de género del marido. Ahí nació su funesta leyenda).
Las batas blancas ganaron
Si se hubiera impuesto a Sergio Alcocer, las cosas tampoco hubieran cambiado .Tan malo el pinto como el colorado. Les ganó la partida la mafia de doctorcitos de Soberón, los exhibió cómo pésimos fulleros y los espantó con el petate del muerto de la amenaza anarquista universitaria, que ellos mismos prohijaron.
Hasta se sacaron el premio gordo: ya es irreversible que José Narro caiga con sus paniaguados sobre la Secretaría de Salud, el segundo presupuesto administrativo del país y, de paso, sobre los “moches” que ahora le deberá reportar la cueva de Cofepris.
Aspirantes a la Corte
La melancolía de Graue al tomar posesión de la UNAM, lamentándose públicamente de que no pudieran estar presentes en el acto su papá y su mamá para atestiguar su “triunfo” ha impactado también en el Senado, donde Emilio Gamboa Patrón ha tomado una decisión: Que al momento de comparecer los candidatos a ministro de la Corte, sean acompañados no sólo por su mamá y papá, sino por sus hijitos y familiares, para que la decisión que tome el Senado no los deprima, sea cual fuere el resultado.
Los otros 128 se conformarán seguramente, y tendrán sus quince minutos de felicidad, con recibir los funambulescos aguinaldos que se derramarán entre las castas doradas del gobiernito, que oscilan entre 380 y 454 mil pesos, según lo dieron a conocer fuentes oficiales. En un país de hambrientos, equivale a mentar la soga en la casa del ahorcado.
El ascenso de un general
Por algo, los senadores tuvieron la osadía de aprobar, sin leer siquiera los motivos y fundamentos, la catarata de ascensos y recompensas a los entorchados de la Defensa Nacional. Cientos de exaccionadores, premiados con altos estipendios por lo que les resta de vida, nomas porque han cumplido con su función de hacer como que hacen, igual que todos los demás que despachan al frente de las altas posiciones y los “organismos estratégicos”, igual de quebrados que todo lo que se alcanza a ver.
Entre los ascendidos, destaca el nombre del general José Rodríguez Pérez, ex jefe de la Zona Militar de Iguala, durante la desaparición de los 43. Fue ascendido a general brigadier por haber expresado que el extrañamente evaporado jefe de seguridad de Iguala le reportó esa aciaga noche que no había novedad, aunque los disparos salieran y se oyeran desde el cuartel.
SCHP vs Pemex y los acreedores pagan el pato
La feria de declaraciones obedece, entre otras causas a la pugna que se ha desatado entre los presuntos “presidenciables” por ganarse las “palabras menores”.
Es sabido que la SHCP pide prestado a raudales para pagar a su burocracia, utilizando a Pemex como garantía y gancho. Los préstamos de la deuda externa no son para esa empresa quebrada, sino para los “moches”. Por la pugna palaciega, le cierra el grifo, y desata una crisis de liquidez que tiene a los proveedores rezando el rosario.
Ya decretó Pemex que les va a pagar en seis meses, si bien les va. Pero entre los proveedores se encuentran valedores como “el Belisario Domínguez”, Raúl Bailleres, que no tardará en encuerarlos, so pena de dejar en la calle a miles de empleados que no soportará la fragilidad de su dependiente nómina de proveedor. Se les viene una tormenta que ni la esperan, porque entre los proveedores locales se encuentran las firmas más ricas del país.
¿Cómo irán a hacerle para pagarles, si, por la elevación gabacha de las tasas de interés, el precio del barril a 20 dólares en enero y un dólar a 20 pesos, todos están llamados a la quiebra inminente?
Nadie respinga, ¡todos somos felices!
Ya hasta la dama que muerde el rebozo, la “presidenciable”, la opaca y corrupta Margarita Zavala, delante de los cuadros panistas y de su marido, dijo que en el gobierno no hay ética, congruencia y honestidad. Que campea la corrupción a todos niveles. ¡El burro hablando de orejas!
Nunca van a entender, en todas las franquicias políticas subsidiadas que para tener la lengua larga, hay que tener cola corta y limpia.
Porque nadie respinga, nadie tiene voz. Al fin y al cabo, dice Narro, que así ¡todos somos felices!