Revolución educativa
¬ Salvador Estrada martes 24, Nov 2015Folclor urbano
Salvador Estrada
La Revolución Mexicana, después de cien años de iniciada, ya está RIP y ya no se festeja el Desfile Deportivo del 20 de Noviembre, con el cual se recordaba esa gesta heroica de la historia de México.
El PRI dejó de ser revolucionario y su lema maderista “Sufragio Efectivo. No Reelección” lo desaparecieron y pugnaron en la Cámara de Diputados por la reelección, la cual se verá en el 2018 cuando diputados, senadores, asambleístas, presidentes municipales y delegados se lancen a la reelección del cargo.
Ante la ambición de los partidos y de sus políticos los ciudadanos hablan mal de nuestro país y de sus gobernantes, pero no actúan para mejorar la situación.
Ya están hartos, dicen, de que este país no cambie.
Pero México puede cambiar si vamos todos a la Revolución, pero no a la lucha armada, sino a vivir la Revolución de la Cultura.
Los mexicanos necesitamos ser educados. La gran Revolución, por la que debemos luchar todos, es la Revolución educativa.
Como carecemos de “buenos modales, conforme a ciertas normas y costumbres de la sociedad, somos personas sin educación”, según dice el diccionario.
Sin educación, cada ciudadano hace lo que su libre albedrío le dicte o en otras palabras lo que le dé su regalada gana, para no hablar “de la hinchazón de sus blanquillos”.
Entonces, vemos que los chavos no están educados y ya no respetan a los mayores ni a sus padres.
Y en las escuelas los maestros tampoco educan por andar de mitoteros, “aviadores” y “grillos”.
Los ciudadanos no fueron educados para poner la basura en su lugar y la tiran, igual que los chicles, en la calle.
En el Centro Histórico las autoridades no han colocado grandes cestos, sólo pequeños recipientes, que no se ven.
En la calle peatonal de Madero se aprecian diversas manchas negras, que antes eran chicles, y que quitarlos del suelo es muy caro y complicado.
Y si tenemos el problema del sobrepeso y obesidad en adolescentes y adultos también se debe a que no fuimos educados para comer sanamente. Le hacemos “fuchi” a las verduras y al pescado.
Y la comida “chatarra” y los tacos que escurren de grasa y los refrescos y las aguas con altas cantidades de azúcar es el alimento de todos los días. Por ese menú y el carecer de educación deportiva, hacer ejercicio, aumenta el número de diabéticos. Ya son nueve millones de mexicanos y miles que todavía no saben que están “azucarados”.
No sabemos atravesar las calles. No cruzamos en las esquinas, sino a media calle y toreamos a los automóviles y camiones.
Los conductores siempre tienen prisa y no respetan los semáforos y rebasan por la derecha, se atraviesan a los autos para dar vuelta y así ocurren muchos accidentes por no tener educación vial.
Y como no tenemos disciplina ni educación, urge que todos le entremos a la Revolución educativa y solamente así podemos ser mejores ciudadanos y ya no hablar por hablar mal de nuestro país y de sus gobernantes. ¿Y usted qué opina?