Misericordia, respuesta a un mundo lacerado: Papa
Mundo lunes 23, Nov 2015- Condena atentado en Malí
El papa Francisco dedicó el rezo dominical del Angelus a una reflexión sobre el poder de la fuerza y del miedo, tras condenar “firmemente” el ataque del viernes pasado a un hotel de Malí, que causó al menos 27 muertos.
El Pontífice aseguró que en un mundo herido y lacerado la única respuesta puede ser la misericordia, dijo el Papa.
“La lógica mundana se basa en la ambición y la competencia, combate con las armas del miedo, del chantaje y de la manipulación de las conciencias”.
En cambio, dijo, “la lógica evangélica de Jesús se expresa con la humildad y en la gratuidad, se establece silenciosamente, pero eficazmente con la fuerza de la verdad”.
Según Francisco, “los reinos de este mundo a veces se sostienen con la prepotencia, rivalidad, opresión, mientras que el reino de Cristo es un reino de justicia, de amor y de paz”.
Dijo que “de frente a las muchas laceraciones del mundo y a las demasiadas heridas en la carne de los hombres, pedimos a la Virgen María apoyarnos en nuestro compromiso de imitar a Jesús, nuestro Rey, haciendo presente su reino con gestos de ternura, de comprensión, de misericordia”.
Asimismo, Francisco anunció su gira por Kenya, República Centroafricana y Uganda, que comenzará el próximo miércoles, y pidió a los fieles rezar por él y por “esas queridas tierras”.
“Quien mira la cruz de Cristo no puede no ver la sorprendente gratuidad del amor. Hablar de potencia y de fuerza significa para el cristiano hacer referencia a la potencia de la cruz y a la fuerza del amor de Jesús”.
“En el Calvario, los jefes ríen de Jesús clavado en la cruz, pero paradójicamente la verdad de Jesús es aquella que en tono de sarcasmo le lanzan sus adversarios. ¡No puede salvarse a sí mismo! Si Jesús hubiera bajado de la cruz habría cedido a la tentación del príncipe de este mundo”.
Francisco también recordó que la víspera fueron beatificados Federico de Berga y 25 compañeros mártires, asesinados en España durante la “feroz” persecución contra la Iglesia del siglo pasado.
“Entregamos a su intercesión a los muchos hermanos y hermanas que desgraciadamente todavía hoy son perseguidos en diversas partes del mundo a causa de la fe en Cristo”, señaló el Papa desde el balcón del Palacio Apostólico y ante unas 30 mil personas reunidas en la Plaza de San Pedro.