Los franceses y sus libertades
¬ Augusto Corro miércoles 18, Nov 2015Punto por punto
Augusto Corro
Sin duda, las guerras reclaman siempre el sacrificio de personas inocentes.
Así ocurrió en París, la noche del viernes. Alrededor de 132 personas fueron asesinadas y más de 200 lesionadas por ataques terroristas del Estado Islámico (EI).
A la pérdida lamentable de vidas humanas seguirá la alteración en la convivencia social, pues se extremarán las medidas de seguridad para evitar más hechos sangrientos.
En ese sentido, las libertades públicas tendrán restricciones y por un tiempo considerable, más o menos 90 días, predominará el “estado de excepción”.
El presidente francés, Francois Hollande, se pronunció por un cambio drástico de la Constitución para defender a un país “que está en guerra”.
Entre las disposiciones para mantener el orden público se encuentran las siguientes: registro de domicilios “día y noche”, detenciones sin orden judicial, cierre de salas de espectáculos, cafeterías y lugares de reunión”.
Se prevé dar más margen policial para perseguir y vigilar a los sospechosos, endurecer las penas y dar más competencias al Ejecutivo para situaciones de excepción sin llegar al estado de sitio.
También se incluyen las medidas para “asegurar el control de la prensa, las emisiones de radio, las proyecciones cinematográficas y las representaciones teatrales”.
La lucha de Francia contra el Estado Islámico será prolongada y las autoridades francesas deberán actuar con suma inteligencia para mantener el equilibrio entre seguridad y libertad.
PAÍSES IMPLICADOS
El conflicto bélico no sólo es de Francia, sino que implica a toda Europa y a los países líderes como Estados Unidos y Rusia que deben unirse en un frente común ante la amenaza terrorista de la yihad.
Ante los ojos de la opinión pública, existe, por parte de los implicados, una disparidad de criterio en la manera de atacar el problema de la guerra entre el califato y Siria.
Por ejemplo, Estados Unidos, Rusia, Irán y Francia están unidos contra el EI. EU no comulga con el gobierno sirio. Rusia e Irán sí lo apoyan.
Por otra parte, EU, Irán y Rusia desean fortalecer el régimen de Irak, pero EU mantiene vínculos con Turquía y Arabia Saudita, señalados como patrocinadores del EI. Desenredar la madeja será el primer paso efectivo para definir la guerra contra el califato yihadista. En ese escenario bélico Francia juega un papel muy importante en la ofensiva militar “antiterrorista”.
Esa especie de dudas o incertidumbres propició, en parte, el fortalecimiento del EI, pues logró controlar una zona de producción petrolera que le permite conseguir ingresos económicos para su lucha.
En información internacional se habló de la venta de petróleo de los yihadistas al gobierno sirio. De ser cierta esa actividad comercial, alguien tendrá que explicarnos que es lo que realmente sucede en aquella zona.
Tras anunciar que se intensificarán los ataques contra las instalaciones del EI, Francia y Rusia bombardearon Raqa, el principal bastión yihadista en Siria.
Las autoridades francesas informaron que los aviones destruyeron un centro de mando y otro de entrenamiento, en una acción supuestamente concertada entre Francia y Rusia.
Más de cien mil policías y militares fueron movilizados para prevenir nuevos atentados y buscar a los terroristas que participaron en la masacre del viernes en París. El principal sospecho, considerado como muy peligroso, es Salah Abeeslam, de 26 años. Lo buscan por toda Francia. El terrorista fue relacionado con gente del barrio bruselense de Molembeek, cuna y refugio de muchos yihadistas.
REFUERZAN FRONTERAS
Las repercusiones de los atentados cruentos en París obligarán a los países europeos y de otras partes del mundo a replantear el tema de los asilados.
Quienes ofrecieron refugio a quienes huyen de sus lugares de origen que se encuentran en guerra ya lo piensan dos veces para abrir sus fronteras a los migrantes. Esa situación de los refugiados se agudizó con la ola de naufragios en el Mediterráneo que dejó cientos de ahogados, en su intento por vivir en Europa.
Los atentados en París elevaron la alerta en los países europeos. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió que no se debe relacionar la cadena de hechos violentos de París con la masiva llegada de refugiados a Europa.
Pidió no enturbiar el clima social, pues los responsables de los atentados “son criminales, no refugiados”. Polonia, uno de los países más reacios a brindar refugio a migrantes, rechazó el sistema que pretende redistribuir a más de 150 mil refugiados de Italia y Grecia.
“Tras lo sucedido en París “no vemos la posibilidad de aplicar la política”, dijeron las autoridades.
El gobierno de Estados Unidos se comprometió a acoger a refugiados sirios en su territorio; pero en 21 estados las autoridades locales se negaron a aceptar ese plan, “por razones de seguridad”. El proyecto del presidente Barack Obama consistía en darle asilo a 10 mil migrantes sirios el próximo año.