En una noche de nostalgia y amor, Air Supply celebró su 40 aniversario

• El dueto deleitó con cada uno de sus éxitos a una Arena Ciudad de México hambrienta de romance

Arturo Arellano

El dueto australiano se vistió de gala para ofrecer un mágico show, en el que 16 canciones transportaron al público a aquellos años en los que estos cantantes seguramente enamoraron con su música a centenares de parejas. / Foto: Arturo Arellano.

La banda de origen australiano Air Supply arribó la noche del martes al imponente escenario de la Arena Ciudad de México, donde celebró su 40 aniversario, interpretando sus más grandes éxitos ante un enamorado público que recordó con nostalgia cada una de la canciones éxito en los ochentas, que sin duda ya rompieron las barreras generacionales, ya que se pudo ver entre el público a jóvenes entre los 19 y 25 años de edad.

El dueto, conformado por el inglés Graham Russell y el australiano Russell Hitchcock, entró al escenario a las 20:30 horas, antecedidos por el solo de guitarra de uno de los cuatro músicos que les acompañaron en cada tema, empezando con “Sweet Dreams”, que bastó para despertar la euforia y recuerdos de los presentes que ensordecieron el inmueble con aplausos, ante esto Graham dijo “buenas noches México, ¿cómo están?, are you ready?”.

“Even the Nights” fue el siguiente tema del repertorio, seguido por “Just As I Am” y “Every Woman”, este último con el que Hitchcock dejó demostrado que su voz está intacta y que los años no han pasado por su tango vocal, manteniendo esos agudos impresionantes que les hicieran famosos, agudos que acarician, con matices y remates suaves, sin lastimar al oído.

Continuó la noche e interpretaron “Here I Am”, “Chances” y “Goodbye”, como es característico de casi todo su repertorio, temas cortos pero intensos e incisivos, directo al corazón. Para la siguiente canción Graham tomó el micrófono y dijo “La siguiente no sólo es una hermosa canción, es una hermosa historia de amor” y tocaron “I Adore You”, simplemente magistral, como en los años ochenta, sólo con unos cuantos años y canas extras.

Para esta parte del show Hitchcock salió del escenario para que su compañero Graham tuviera un espacio en solitario e interpretar una canción, previamente dijo “mi compañero volverá en cinco minutos, es todo un placer estar en México, compartiendo con todos ustedes, mientras tanto haré lo que mejor puedo hacer, una canción. Cada vida es una historia de amor, que empieza cuando nacemos, en los brazos de nuestros padres, si ustedes tienen a sus padres tienen mucha suerte, yo no los tengo, pero los invito a que hoy después del show, los llamen y les digan cuánto los aman, den las gracias por la historia de amor ahora porque cuando no estén, querrán pagar para que vengan y ya estarán en otra parte”, dijo evidentemente conmovido para cantar de su inspiración “The Son Of The Father (El hijo del padre)”. Haciendo de este uno de los momentos más emotivos de la noche.

Posteriormente, ocurrió lo que nunca nadie pensó que ocurriría, pues el dueto se olvidó del escenario y con micrófono y guitarra en mano bajaron para caminar entre el público mientras cantaban “The One That You Love”, llegando hasta la parte inferior de las gradas, tomándose fotografías con sus impresionados fans”.

A partir de este momento la adrenalina subió a la par de los latidos del corazón y las románticas letras de este par de artistas en toda la extensión de la palabra, dando cátedra de música y humildad. El siguiente tema fue “Lost in Love”, por supuesto, de los más esperados de la noche, las lágrimas brotaron, los suspiros y los gritos de los enamorados que ya no volvieron a tomar su lugar pues se siguió con otra bomba “Making Love”, lo que parecía el final del concierto, pues los músicos salieron del escenario.

No obstante el gran final estaba por venir y luego de una breve pausa regresaron al escenario ante el aplauso de su público para cantar “Desert Sea Sky”, “Shake It” y la gran cereza del pastel “All out of Love”, por supuesto su éxito más memorable, con el que la noche tuvo su broche de oro.