Hipertensos y diabéticos, más propensos a desarrollar enfermedad vascular cerebral
¬ AAPAUNAM jueves 5, Nov 2015AAPAUNAM INFORMA
Jorge Delfín Pando
La enfermedad vascular cerebral –EVC- es la tercera causa de muerte en adultos en el mundo, la quinta en México y es el padecimiento más incapacitante en mayores de 65 años, en los que deja secuelas para hablar y caminar, señaló el profesor-investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM, Alberto Lifshitz, en la conmemoración del Día Mundial de la Enfermedad Vascular Cerebral, el pasado 29 de octubre.
En su intervención, precisó que las personas con hipertensión, daño cardíaco y diabetes son más propensas a desarrollar la EVC, que es una alteración neurológica frecuente en nuestros días y ocurre sorpresivamente cuando una arteria del cerebro se obstruye y produce la interrupción o pérdida repentina del flujo sanguíneo en ese órgano. También puede causar la ruptura de un vaso o la llegada o formación de un coágulo en la arteria. Aunque a veces su efecto es transitorio, en la mayoría de los casos deja secuelas para hablar o caminar, por ello, es motivo más común de discapacidad.
Para conocer la EVC se debe englobar un concepto más amplio, donde caben eventos transitorios y agudos. Enseguida explicó que los efectos del trombo, embolia y hemorragia, se agrupan en tres tipos principales: El trombótico, que ocurre cuando el flujo de sangre de una arteria cerebral se bloquea debido a un coágulo que se forma dentro de ella. Trombosis significa que se tapa una arteria y se produce un infarto, ya que una zona del cerebro queda sin irrigación y se muere.
La ateroesclerosis es la acumulación de depósitos grasos en las paredes de las arterias y causa un estrechamiento de los vasos y con frecuencia es responsable de la formación de esos coágulos. Otro tipo es el embolico, que sucede si el coágulo se origina en alguna parte alejada del cerebro, como el corazón. Una porción del coágulo se desprende y es arrastrado por la corriente sanguínea al cerebro, donde llega hasta un estrecho vaso sanguíneo, lo tapa y corta el abastecimiento de sangre. Este bloque súbito se llama embolia.
Un tercer tipo es el hemorrágico, también llamado derrame cerebral, y lo causa la ruptura y sangrado de un vaso sanguíneo en el cerebro. De igual forma, existen aneurismas y malformaciones arteriales o venosas que también son EVC, pero no son tan agudas ni son accidentes vasculares, porque pueden tenerse sin que la persona se percate.
Por tanto, señaló que hay que considerar como signos de alarma el entumecimiento, debilidad o parálisis repentina de cara, brazos y piernas en uno o ambos lados del cuerpo; ocurrencia súbita o visión borrosa o reducción de la visión en uno o los dos ojos; aparición brusca de mareos; pérdida del equilibrio o caídas sin explicación; incapacidad repentina para comunicarse por dificultad para hablar o entender; aparición súbita e intensa o dolor de cabeza; problemas repentinos al caminar; mareos o pérdida del equilibrio o de la coordinación.
En consecuencia, recomendó que para evitar la EVC, se debe cuidar la salud con alimentación sana, ejercicio y vigilancia periódica de la presión arterial y la diabetes.
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