La #LeyCibermordaza
¬ Augusto Corro martes 3, Nov 2015Punto por punto
Augusto Corro
La llamada #Ley Fayad se trata de una iniciativa planteada por el senador priísta Omar Fayad, para criminalizar el uso de internet.
Fue unánime la reacción de organizaciones civiles y usuarios de redes sociales contra el proyecto del legislador hidalguense.
Ante esas impugnaciones la “Ley Fayad o #LeyCibermordaza podría ser cambiada radicalmente su contenido, según dijo su promotor.
Así, el legislador aceptó estar dispuesto a desechar y prenderle fuego a su propuesta de combate a delitos informáticos.
Recalcó que empezará de cero y escuchará a la sociedad civil, víctimas, iniciativa privada y autoridades.
Sin duda, se trata de un tema complejo que debe ser analizado por toda la sociedad en su conjunto. Y claro, esto podría llevar un tiempo considerable para hacerlo.
Pero al senador le urge que se le conozca, principalmente en el estado de Hidalgo, pues una de sus aspiraciones es ganar la gubernatura, ¿Y cómo lograrlo? Pues con un escándalo.
Y qué mejor escándalo que hablar del control del internet.
De lograr su propósito, a Omar Fayad sus cuates políticos no sólo le darían el gobierno de Hidalgo, sino también lo coronarían de honores.
Recibiría el aplauso y agradecimiento eternos de los políticos que son sometidos al escrutinio de la opinión pública con las nuevas herramientas de la comunicación. Claro que se necesitan leyes para combatir los denominados “ciberdelitos”, pero no será con la censura en internet, como se logre.
Para una nueva ley en materia de libertad de expresión tendrán que participar todas las representaciones sociales. El tema es muy complejo que requiere la opinión de expertos, no sólo el punto de vista o deseo de un priísta despistado, movido por sus ambiciones políticas.
DEMOCRACIA DERROCHADORA
En este espacio nos referimos, en otras ocasiones a la democracia mexicana que es una de las más caras del mundo.
Por ejemplo, el Instituto Nacional Electoral (INE o IFE es lo mismo) que hace las veces de árbitro en los comicios, tiene programado para el 2016 un presupuesto alrededor de los 17 mil millones de pesos.
Entre los deseos del titular del instituto, Lorenzo Córdova Vianello, se encuentra la construcción de dos torres para sus oficinas.
De esa estratosférica cantidad se restarán 4 mil millones de pesos para los partidos políticos. Esa suma servirá para mantener las actividades de las organizaciones políticas, incluidas los salarios de sus dirigentes.
De acuerdo con los sueldos de las cúpulas del poder partidista, los líderes ganan tanto dinero, como si se tratara de eficientes gerentes empresariales.
Cuando se conoce la cantidad de pesos que reciben por ejemplo los líderes del Partido Encuentro Social (PES), no queda más que pensar que en México algo no funciona bien.
¿Alguien sabe que es el PES? Claro. Pocos, pero muy pocos lo conocen. Sin embargo, su dirigente Hugo Eric Flores Cervantes gana mensualmente 81 mil 81 pesos, “además de su salario como diputado federal que es superior a los 73 mil 910, más otros apoyos”.
Casi en el mismo nivel se encuentran los demás dirigentes de los partidos políticos que, por lo general a nadie rinden cuentas, en materia económica.
Cuando los líderes políticos tienen conflictos en sus organizaciones, éstos se derivan de las pugnas internas, como es el caso del Partido de la Revolución Democrática, que en este mes elegirá a su nuevo presidente.
Por lo demás, todo mundo feliz con una democracia derrochadora, generosa, con las cúpulas partidistas, aunque la mayoría de los ciudadanos ni los conozca.
¿EN LA CUAUHTÉMOC, FLOR DE UN DÍA?
Desde antes de su llegada a la delegación Cuauhtémoc, el candidato al cargo Ricardo Monreal, del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), prometió llevar la barredora contra la corrupción, en caso de triunfar en las elecciones.
Ganó y en medio de un sinnúmero de obstáculos asumió el poder y denunció un sinnúmero de irregularidades. Se suponía que inmediatamente actuaría para encarcelar a los funcionarios deshonestos que le antecedieron en los cargos públicos en esa demarcación; pero no fue así. No se sabe, por ejemplo, si ya se llevó a cabo alguna diligencia ante el Ministerio Público o sólo fue para subir la tarifa de los “moches”.
Esto viene a cuento porque el ex delegado en Cuauhtémoc, Alejandro Fernández “El Potrillo” se promueve como el gran “salvador” en el barrio de Tepito.
En una reunión con los tepiteños, el ex delegado perredista les prometió continuar con las acciones en materia de infraestructura pública, combate a las adicciones y ayuda a la población de calle, a través de la Fundación Tepito ¡Como te quiero!
¿Ya perdonó Monreal a “El Potrillo”? ¿Ambos se reconciliaron para serviles mejor a los tepiteños? ¿Las acusaciones de Monreal contra el gobierno de “El Potrillo” fueron flor de un día? ¿Quién entiende a los políticos como éstos?