Hormona del crecimiento para niños bajitos
Elsa Rodríguez Osorio, Salud viernes 30, Oct 2015Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Cada año nacen 15 millones de niños prematuros
- Cuidado con las úlceras de los pies en los diabéticos
La hormona del crecimiento humano es la sustancia reguladora del metabolismo del cuerpo y de la producción de las sustancias requeridas para su desarrollo. La glándula hipófisis o pituitaria, ubicada en la parte anterior de la base del cerebro, es la encargada de producirla. Entre sus efectos sobre el metabolismo humano ayuda a controlar los niveles de glucosa y lípidos (grasas) en el cuerpo. Cuando la hipófisis produce esta hormona en cantidades insuficientes es cuando aparece el trastorno conocido como Déficit de Hormona del Crecimiento (DHC). Entre las principales causas de este problema están: trastornos que causan disfunción del hipotálamo o destrucción del mismo, enfermedades genéticas, infecciones prenatales, tumores, radiaciones, lesiones. ¿Cómo se puede saber si un niño padece DHC?: estatura baja, menor en comparación a otros niños de su misma edad, voz muy aguda, lento desarrollo de los genitales, rasgos faciales concentrados en el centro de la cara, pobre desarrollo óseo, marcada disminución en el ritmo del crecimiento.
Para el diagnóstico hay que consultar con un endocrinólogo pediatra, quien debe hacer un estudio de los sistemas endocrino, cardiaco, renal, bioquímico y hematológico, además de rayos X para determinar el crecimiento de los huesos. El tratamiento se concreta en inyecciones subcutáneas diarias de somatropina, de acuerdo con la edad y condición física del paciente. El especialista debe evaluar su crecimiento cada tres o seis meses y modificar la dosis según se necesite.
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Anualmente nacen 15 millones de niños prematuros, de ellos mueren cerca de un millón, mientras que otros sufren algún tipo de discapacidad física, neurológica de por vida. Unas tres cuartas partes de estos recién nacidos podrían sobrevivir si tuvieran acceso a cuidados de eficacia demostrada. Se considera niño prematuro cuando el parto tiene lugar antes de que se hayan completado las 37 semanas de gestación. La leche materna es el mejor alimento para el prematuro, pero es una fuente insuficiente de nutrientes y requiere fortificación si el peso es menor a 1,500 g. El objetivo de la fortificación es aumentar algunos nutrientes, de modo que se satisfagan los requerimientos, sobre todo de proteína, vitamina D y DHA. El manejo de los bebés prematuros es un reto complicado para el médico tratante y aunque existen constantes avances en las opciones terapéuticas, se hace indispensable el tener guías para el diagnóstico y el tratamiento. En 2014 se publicó la “Nueva Guía Global de Nutrición para Prematuros”, la cual actualiza los requerimientos y da una orientación clínica del manejo de estos pacientes.
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El diabético debe mantener estables sus niveles de glucosa en sangre, realizar ejercicio 5 días a la semana por 30 minutos, llevar una dieta balanceada y vigilar la piel sobre todo, en extremidades y pies, señala el doctor José Luis Camacho Carranza, angiólogo y cirujano vascular. Si no existe un buen manejo de la enfermedad, ésta puede derivar en una neuropatía diabética, trastorno que afecta los nervios de las extremidades, provoca pérdida de sensibilidad y desarrollo de úlceras en la piel generalmente en los pies, en los puntos de apoyo (llagas abiertas) que pueden infectarse y derivar en amputación. Se sugiere el uso de agua tibia al bañarse -evitar el agua fría o caliente porque rompe los vasos sanguíneos- acudir con un especialista ante cualquier herida o quemadura y humectar la piel diariamente con cuidado de no aplicar crema entre los dedos y así, impedir la formación de hongos. Otro trastorno que aqueja a los diabéticos es la insuficiencia venosa crónica que provoca dolor, hinchazón, pesadez y várices. Se recomienda ejercicio, evitar largos períodos de pie o sentado y recurrir al uso de medias o calcetines de compresión terapéuticamente graduados. Karla Muñiz, gerente general de SIGVARIS, refiere que los calcetines de compresión mantienen las piernas y pies sanos al ser suaves, carecer de costuras que generen fricción y humedad, con lo cual se reduce el riesgo de infección y ampollas, pero hay que usarlos bajo prescripción médica, para que sea el especialista quien determine la cantidad correcta de compresión, ya que dichas prendas están contraindicadas si existe alguna lesión en los dedos del pie o en cualquier parte de las extremidades