Rebeliones (I)
Ramón Zurita Sahagún jueves 29, Oct 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Son diversos los estados en los que militantes priístas han iniciado un movimiento de rebelión ante la pretensión de sus gobernantes por imponer candidatos a los gobiernos estatales que estarán en disputa el año próximo.
Esta situación provoca que estados en los que el partido tricolor mantiene hegemonía sufran la incertidumbre de resquebrajarse y pasar a formar parte de las entidades gobernadas por la oposición.
Son varios en los que la oposición jamás ha gobernado y que ahora se presentan con focos rojos para el partido que durante décadas fue considerado como una gran maquinaria electoral.
En varios de ellos la disputa es tan grande que trasciende lo local y amenaza con impregnar a otras entidades del país.
Durango, Quintana Roo y Veracruz son estados en los que el gobernador mantiene su terquedad de querer imponer candidato y frenar las posibilidades de sus adversarios políticos, sin importar que éstos se encuentren mejor posicionados.
En el primero de los estados mencionados, el PRI obtuvo carro completo en los comicios federales del 2015 y desde que se vivió una jornada preocupante para los priistas en 2010 con el triunfo del actual gobernador, Jorge Herrera Caldera, los tricolores han mantenido su hegemonía en la entidad.
Sin embargo, el gobierno de Herrera Caldera no alcanza reconocimiento por parte de la ciudadanía del estado, mientras que el gobernante se distanció de su eterno protector el ex gobernador y actual senador, Ismael Herrera Deras, con quien se intentó recomponer la situación, aunque los agravios pesan demasiado para ello.
El gobernador tiene su favorito para la candidatura de su partido (PRI) en la persona del alcalde de Durango, Esteban Villegas Villarreal, un político narcisista con pretensiones de galán que incursionó primero en la música y se operó la nariz para presentar mejor perfil político.
Confrontado con los grupos políticos más fuertes del PRI a nivel estatal, el gobernador Jorge Herrera Caldera promovió el ingreso a la cárcel del ex alcalde de Durango, Adán Soria, parte del grupo del ex gobernador, Ismael Alfredo Hernández Deras. Recluyó en el Cefereso al notario público, ex alcalde de Gómez Palacio, ex presidente del Congreso de Durango, Octaviano Rendón Arce, miembro del grupo de Carlos Herrera Araluce. Luego se siguió contra varios líderes, como el gomezpalatino, Víctor Sánchez, ex presidente del PRI y después miembro del Movimiento Ciudadano (MC). Junto con esto, marginó de la administración al ex alcalde de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo Mendoza, formado en el grupo de Ismael Hernández Deras.
Las diferencias entre los grupos de poder priísta son inmensas y en ella juega un papel importante la senadora Juana Leticia Herrera Ale, hija del empresario quesero Carlos Herrera Araluce.
Juana Leticia se encuentra ubicada al parejo de Villegas Villarreal en los sondeos que se han levantado para conocer las preferencias ciudadanas, aunque tiene en contra el veto del gobernador Herrera Calderas (sin parentesco alguno).
Los priístas ven en la imposición del alcalde de Durango un rompimiento con los tricolores de la región lagunera de Durango y con un personaje sumamente importante, como es el padre de Juana Leticia. Tendrían que establecer un buen arreglo con la senadora para impedir la fractura del partido.
De ser nominada la senadora, las cosas se ven distintas, ya que las posibilidades de los priístas aumentan para conservar la gubernatura, lo que no será sencillo, ya que enfrente se está cocinando una gran alianza opositora.
José Rosas Aispuro, senador en la actualidad y candidato derrotado en 2010, se prepara para competir nuevamente, mediante una coalición, cuyo eje será Acción Nacional, respaldado por el Partido de la Revolución Democrática, los restos del Partido del Trabajo y de facto el Movimiento Ciudadano.
Se sostienen conversaciones con representantes de Nueva Alianza, Encuentro Social y otras organizaciones, además de que procuran a todos aquellos priístas que fueron marginados por la dupla conformada por Ismael Hernández y Jorge Herrera.
Durango es un estado en que los priístas lograron sobrevivir a varios intentos de derrota procurados por la oposición que impulsó a Rodolfo Elizondo Torres en una de las primeras alianzas de los partidos de izquierda y derecha.
La presencia opositora en Durango es manifiesta, ya que la alcaldía capitalina ha sido gobernada por el PAN y PT en las dos últimas décadas.
De no atarle las manos al gobernador y establecer una buena negociación entre los dos principales aspirantes, Durango se presenta como uno de los varios estados en los que el priísmo perderá la hegemonía de 85 años de gobierno. Uno de los estados de más reciente creación es Quintana Roo, donde el PRI se mantiene como gobierno desde que dejó de ser territorio.
Siendo un estado con veloz crecimiento turístico y con un crecimiento poblacional motivado por el éxodo de personas de otros estados del país, desde su nacimiento se generó un movimiento creado por el primer gobernador electo, Jesús Martínez Ross, tendiente a evitar que nacidos en otros estados alcancen el gobierno estatal.
De esa forma, siguieron a Martínez Ross, Pedro Joaquín Coldwell, Miguel Borge Martín, Mario Villanueva Madrid, Joaquín Ernesto Hendricks Díaz, Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, varios de ellos nacidos en el estado, pero hijos de padre de otras entidades del país.
Sin embargo, mantuvieron el precepto de nacidos en la entidad y se evitó que otros personajes no nacidos en el estado gobernaran, apoyados por el PRI, como fue el caso de Joaquín González Castro, eterno aspirante y quien alcanzó todos los cargos posibles en diversas administraciones, donde fungió como alcalde, secretario de Gobierno, presidente del Tribunal Superior de Justicia, etc.