Extremadura, entre la historia y la naturaleza
¬ José Antonio López Sosa lunes 19, Oct 2015Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Mérida, España.- Evidentemente al escuchar sobre la región de Extremadura en España, nos viene a la mente casi de inmediato la figura de Hernán Cortés, conquistador español que con la alianza tlaxcalteca derrotó a los aztecas y tomó México-Tenochtitlán en 1521.
Una condición histórica que vale la pena debatir y entender, sin embargo, más allá de este hecho histórico –que tocaremos en esta columna en los siguientes días—que marcó nuestro destino como sociedad mexicana, esta región de la península ibérica tiene características históricas y naturales que le dan una riqueza cultural, religiosa y gastronómica como elementos de la consolidación de España como nación.
Gran parte de Extremadura formó parte, como casi toda Europa, del imperio romano, la región de Lusitania cuya capital fue Augusta Emérita (que tras la castellanización se quedó como Mérida) y donde también Metellinum (hoy llamada Medellín, donde naciera Hernán Cortés en 1485) fungió como un importante bastión al servicio de aquel imperio.
Esta pertenencia dejó una gran influencia arquitectónica que hasta nuestros días se puede percibir con murallas, teatros y anfiteatros romanos. Tras la caída de Roma, la invasión visigoda y después la dominación árabe también dejaron una profunda huella en esta región, con la reconquista cristiana en el siglo XV se comienza a consolidar el mosaico cultural en que se convirtió la zona y el pueblo extremeño contemporáneo.
Al mismo tiempo, la traída del olivo y la vid por los griegos y fenicios, la conservación del encino y el alcornoque y la creación de este ecosistema que combina el bosque encinal con la ganadería llamado “dehesa”, le ha dado características únicas en cuanto a la producción agrícola y cárnica a Extremadura, convirtiéndola hoy en día en un producto de turismo gastronómico muy importante a nivel europeo.
De Cáceres a Badajoz, de Mérida a Trujillo, de Medellín a Montánchez, hay historias que los muros romanos, los castillos musulmanes y los palacios cristianos comparten entre las calles empedradas, museos y leyendas que los extremeños cuentan, esas historias que nos permiten entender parte del pensamiento que, como resultado de esta diversidad tenían quienes llegaron a fundar la Nueva España y por consiguiente, introdujeron como bagaje cultural y está presente en México hasta el día de hoy en diversas regiones del centro del país.
Extremadura es una comunidad autónoma de acuerdo a las figuras jurídicas que existen en España, algo muy parecido a una entidad federativa pero con menos libertad de gestión y dependiente del gobierno nacional.
Su gente tiene una identidad clara de acuerdo a los valores históricos que han heredado. Es muy interesante acercarse y conversar con la gente local, quienes venimos de América Latina somos en especial muy bien recibidos por la herencia común que compartimos de ambos lados del Atlántico.
Al recorrer Extremadura además de admirar hermosas ciudades con colinas empedradas y grandes casonas, permite conocer más incluso de nosotros mismos y nuestra identidad histórica a través de sus callejones, sin dejar de lado la gastronomía y por supuesto, la importante región vinícola que poseen.
Mañana en este espacio tocaremos el tema del jamón, un producto que pareciera sencillo y cotidiano pero que, en el caso del jamón ibérico de esta región, representa un proceso artesanal donde muchas manos están inmersas para tener un producto que no sólo representa a Extremadura, sino a España en general.
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