Egipto, asignatura pendiente
¬ Augusto Corro miércoles 14, Oct 2015Punto por punto
Augusto Corro
¿Habrá justicia para los mexicanos asesinados en Egipto?
Planteamos la pregunta, porque transcurren los días y parece que las autoridades egipcias quieren llevar el asunto al olvido.
El embajador, en un gesto de sinceridad, ¿o de cinismo? Manifestó que aún no se identificaba a los agresores.
Como se informó oportunamente, una caravana de turistas mexicanos y egipcios fueron bombardeados mientras comían en una zona del desierto occidental en aquel país.
Ocho mexicanos perecieron y seis más resultaron heridos.
Las protestas del gobierno mexicano fueron inmediatas exigentes para aclarar el móvil de la tragedia. Las propias víctimas dijeron que fueron bombardeadas desde el aire con saña y sin contemplación alguna.
Ante este hecho empezaron a plantearse varias hipótesis sobre el origen de los agresores:
Una señala al ejército egipcio que atacó al convoy de turistas, en una acción desesperada luego de confundir a los mexicanos con los terroristas del Estado Islámico (EI) que tiene presencia importante en el citado país.
Otra, que el bombardeó se llevó a cabo a través de drones, esos aviones manipulados a control remoto, en este caso, por estadounidenses que colaboran en la guerra contra el EI. El tiempo avanza y empieza a tocarse el tema del rompimiento de relaciones entre México y Egipto. No pasará mucho tiempo en que sepamos la realidad de esos graves acontecimientos.
LA PESADILLA NO TERMINA
Con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa empezó la agonía del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
La sombra de esa tragedia sigue permanente en el citado partido, que apoyó a José Luis Abarca a ganar la alcaldía de Iguala.
Una vez en el poder, el presidente municipal utilizó la fuerza pública para resolver sus problemas personales.
En esas condiciones, según las autoridades, el entonces funcionario, de extracción perredista, ordenó el secuestro masivo de estudiantes. El ex alcalde perredista se encuentra en una cárcel de alta seguridad, acusado de ser el autor intelectual de los hechos registrados en Iguala los días 26 y 27 de septiembre del año pasado.
Tratamos el tema, porque en el Congreso Nacional Extraordinario del PRD, se llegó a un acuerdo importante:
Que los involucrados en la postulación de Abarca, así como su afiliación al partido, se pongan a disposición de las autoridades para los deslindes correspondientes.
Claro, no se manejaron nombres, pero todo mundo sabe que “Los Chuchos”, encabezados por Jesús Ortega y Jesús Zambrano, eran los hombres “fuertes” del partido y quienes decidían sobre temas importantes.
Cabe señalar que Zambrano se desempeñaba como presidente del PRD cuando Abarca solicitó el apoyo de la dirigencia. Este último mantuvo siempre relaciones estrechas con sus jefes políticos, a grado tal, que Zambrano lo asesoró en su fuga.
Varios días después de la desaparición de los 43 normalistas, Zambrano y Abarca desayunaron en un restaurant en el sur del Distrito Federal.
Conforme crecía el problema, mayor era el interés de la cúpula perredista para alejarse del embrollo. Imposible. Ese hecho cruento ya marcó negativamente la vida del PRD. Es demasiado parte para que los perredistas involucrados pretendan lavar la imagen sucia de sus ambiciones políticas.
“Los Chuchos” conocían muy bien los antecedentes gangsteriles de Abarca y no les importó ayudarlo. Las consecuencias de ese error ya los tenemos a la vista. Ahora tienen que rendir cuentas.
DEGENERACIÓN DE LA POLÍTICA
También en la citada reunión los perredistas acordaron realizar alianzas con los panistas en las elecciones del próximo año.
Habrá comicios en 12 estados para cambiar gobernadores.
En el negocio de las candidaturas buscarán los amarillos a los blanquiazules.
Esas alianzas políticas no funcionaron, sin embargo, PRD y Acción Nacional seguirán empeñados en darle prioridad a los negocios, como ocurre con las coaliciones partidistas.
Desde luego, no se ven mal las alianzas entre partidos con la misma ideología, pero en el caso de la izquierda perredista y la derecha panista, sólo se entiende por el tamaño de los intereses.
Por ejemplo, es casi seguro que PAN y PRD irán juntos en la candidatura del ex priísta José Rosas Aispuro Torres, en Durango.
Imposible mayor degeneración en la política a la mexicana. De plano ¿ya no existe una diferencia entre izquierda y derecha? ¿Y los principios e ideologías? ¿Cuáles?
Ya que hablamos de alianzas políticas se debe señalar que un ejemplo de lo mal que funcionan lo tenemos en Oaxaca. Ahí el gobernador Gabino Cué, de extracción de varios partidos, tiene a la entidad en la miseria y en la ingobernabilidad.