660 millones en el mundo, infectados con VPH
Elsa Rodríguez Osorio, Salud lunes 12, Oct 2015Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- El adulto mayor debe vacunarse contra el neumococo
- TDAH afecta a más de millón y medio de niños en el mundo
Se estima que actualmente hay cerca de 660 millones de personas infectadas en el mundo con el Virus de Papiloma Humano (VPH). Las cifras causadas por este contagio, son escalofriantes, de acuerdo con la investigación del Dr. Alejandro Rueda, urólogo especialista en VPH: de 610,000 nuevos casos de cáncer al año, 530,000 corresponden a cáncer de cuello uterino, 24,000 a cáncer de ano, 22,000 a cáncer de la orofaringe, 12,000 a cáncer vulvar, 11,000 a cáncer de pene y 9,000 a cáncer de vagina. Es por esto que en los últimos años han aumentado los estudios sobre el impacto de VPH en varones y en México, en una universidad de Morelos, realizaron un estudio para determinar la prevalencia del virus en México e informar a la población sobre la importancia de la vacunación contra VPH en varones para reducir el riesgo de contagio en las futuras generaciones.
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La ONU estima que para 2050 en los países desarrollados habrá el doble de personas adultas que de niños, y en los países en desarrollo se duplicará éste número. Es por ello que se invita a prevenir enfermedades respiratorias agudas a través de la vacunación (incluida la neumonía causada por neumococo).La neumonía causada por neumococo es una infección respiratoria aguda que afecta principalmente a los pulmones y está asociada con casi 1.6 millones de fallecimientos cada año en el mundo. El sistema de defensas del organismo decae con la edad en forma progresiva, siendo más evidente a partir de los 60 años, y la respuesta inmune ante algún organismo patógeno es menor, advierte el doctor Alejandro Cané, director médico regional para América Latina y Canadá de Pfizer Vacunas. Esto se incrementa al padecer alguna comorbilidad como diabetes, asma, cardiopatías, inmunosupresión o enfermedades crónicas de pulmón. En los adultos mayores, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), las enfermedades respiratorias agudas afectan a 24,204 personas de cada 100 mil, en edades que van de 60 a 64 años, y 19,600 entre las de 65 años y más, destacando las neumonías y bronconeumonías, enfermedades de importante porcentaje de mortalidad. Por ello Grupo Pfizer realizó el Estudio en Adultos sobre la Inmunización en la Neumonía Adquirida en la Comunidad (CAPiTA, por sus siglas en inglés). Los resultados mostraron que la inmunización con la vacuna neumocócica conjugada trecevalente redujo el riesgo de la neumonía adquirida en la comunidad y la enfermedad neumocócica invasiva entre los adultos mayores causada por los 13 serotipos presentes en la vacuna.
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El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) afecta a más de millón y medio de niños a nivel mundial, y al tratarse de un trastorno del neurodesarrollo persiste en la adolescencia e incluso en la vida adulta. Se estima que 80% de quienes presentaron el TDAH en la infancia continúan con los síntomas en la edad adulta, el porcentaje es de 2 de cada 4 personas. La maestra María Elena Frade Rubio, presidenta de la Fundación Cultural Federico Hoth, y creadora del Proyectodah, señala que el TDAH en la niñez se caracteriza por la fala de atención, impulsividad e hiperactividad, síntomas que afectan el desarrollo y la calidad de vida de las quienes lo padecen. En la etapa adulta, esta sintomatología se presenta de manera diferente aunque la inatención persiste, mientras que la hiperactividad se manifiesta en una inquietud interna que en ocasiones puede ser visible a través del movimiento constante en pies y manos o levantarse constantemente de su lugar de trabajo. Por ello, hay un deterioro en el funcionamiento de diversas áreas de su vida, tanto laboral, familiar e incluso económica, Frade Rubio expresa que los adultos con TDAH tienen el antecedente de desertar de sus estudios desde temprana edad, cambios frecuentes de empleo, inestabilidad en las relaciones afectivas, una mala administración del tiempo y el dinero, abuso de sustancias y conductas disruptivas. Muchas veces descubre que tiene el síntoma al momento de llevar a sus hijos a tratamiento, pues puede ser hereditario.