Desfogue
Ramón Zurita Sahagún jueves 1, Oct 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los políticos mexicanos saben que cuando se hartan de algo, cuentan con vías para hacerlo saber.
Regularmente guardan silencio hasta que llega el hartazgo provocado por alguna estrategia mal planeada o porque las cosas son ya demasiado obvias.
Son pocos los que arremeten en contra de sus propios compañeros de militancia, aunque eventualmente se producen sorpresas.
Eso sí, están conscientes de los tiempos adecuados para dar a conocer sus exabruptos. Son varios los caminos por los que pueden transitar, algunos de ellos visibles y otros discretos.
Unos lo hacen mediante manifiestos, cartas abiertas, declaraciones o hasta buscan entrevistas a modo. Otros, los opositores, esperan los tiempos correctos y lo hacen desde sus respectivas burbujas.
Eso sucede frecuentemente con las comparecencias que hacen los integrantes del gabinete federal ante los miembros del Congreso de la Unión.
Senadores y diputados de oposición cuestionan y acribillan en forma indiscriminada a los encargados de las principales áreas del gobierno, los que resisten todo y salen, en ocasiones, ilesos.
Las comparecencias se realizan por ley, para conocer el estado de las cosas en cada una de las dependencias requeridas y sirven para conocer la templanza de esos funcionarios y si alguno de ellos reúne las condiciones necesarias para contender por la candidatura presidencial de su partido.
Ningún otro propósito tiene, ya que los personajes en cuestión acuden al requerimiento cuando son citados o cuando por ley tienen que hacerlo.
Después del informe presidencial, varios de los principales secretarios son repartidos en una y otra cámara del Congreso, para atender a ese propósito.
Con todo y que su presencia se da por ley, la reunión con diputados y senadores se realiza, mayormente, a capricho de los secretarios y los legisladores tienen que ajustarse a la agenda del funcionario.
La pasarela de los funcionarios inicia y los cuestionamientos de diputados y senadores son respondidos a criterio del funcionario y en algunos casos eluden dar la respuesta correcta, con todo y que una y otra vez se aborda el mismo tema.
Claro que al término de la comparecencia, los legisladores opositores quedan insatisfechos, mientras que los coordinadores de la bancada mayoritaria disfrutan haber salvado la aduana.
Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, considerado como uno de los principales prospectos de su partido (PRI) a la candidatura presidencial fue el primero en cruzar la aduana.
Lo hizo saliendo ileso, ya que con todo y que los cuestionamientos hacia su área eran los más relevantes de los tiempos recientes, traspuso las puertas del Senado de la República sin grandes magulladuras.
El escape de “El Chapo”, la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y el nombramiento de Arturo Escobar como subsecretario de Gobernación, fueron temas reiterativos, de los que no se obtuvo mayor respuesta que las ya conocidas.
Osorio Chong se defendió en todos los terrenos. En Ayotzinapa, el gobierno federal no busca una verdad oficial o políticamente conveniente, se busca simplemente la verdad, dijo el secretario con respecto a la desaparición de los estudiantes.
Tranquilo, sin exaltarse en ningún momento, Osorio Chong respondió a medias a los legisladores de oposición (PAN, PRD, PT) que le cuestionaban sobre los conflictos de interés y la impunidad en los casos de corrupción.
Los senadores opositores al PRI pusieron carteles en sus escaños, en los que destacaban los casos más sonados de la actual administración. La glosa del III Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto fue el desfogue de los legisladores de oposición.
Durante sus intervenciones, los representantes de PRD, PT y el PAN reclamaron al secretario de Gobernación la impunidad en los casos de corrupción que se han detectado durante la gestión del presidente Peña Nieto e insistieron en cuestionar el nombramiento del ex senador y ex diputado federal del Partido Verde, Arturo Escobar, como subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob.
“Prevalece la corrupción y la impunidad. Se solapan los conflictos de interés, como lo acredita en la parafernalia que enmarcó el mensaje presidencial, donde la primera fila estuvo ocupada por los principales protagonistas de los escándalos: los empresarios de Higa y de OHL”, dijo el senador perredista Alejandro Encinas.
Con respecto al nombramiento de Escobar, el secretario de Gobernación, se remitió a los programas que se tienen en esa área y la estrategia que se sigue con el programa de prevención, el que consideró exitoso.
Como sucedía en el pasado y ocurre en el presente, los secretarios asistentes a las comparecencias con el Legislativo cumplen con asistir y responder a lo que se les dé la gana.
Saben que después de eso, las aguas se tranquilizan, regresan a sus oficinas, con la satisfacción de haber cumplido con los protocolos y con la ley y no pasa nada hasta la siguiente presentación.
Así, unos con mayor y otros con menor fortuna, pero cumplirán con la glosa del informe y otros más irán para defender (el secretario de Hacienda) la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos fijado para el 2016.
Para unos significa su reivindicación, para otros su estreno y también los hay que dirán es pan con lo mismo, solamente es cuestión de soportar estoicamente los cuestionamientos y no pasa nada. A todo esto, sucederá algo con el ex gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre en fechas próximas.
En tres semanas más asume el gobierno de esa entidad el priísta Héctor Astudillo Flores y dependerá de su gobierno si se investiga o no al ex gobernador, al que algunos le señalan responsabilidades en todo el desbarajuste que prevalece en la entidad.