¿Qué le pasa a Javier Duarte?
Ramón Zurita Sahagún martes 29, Sep 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Javier Duarte de Ochoa parece extraviado, sin saber hacia dónde dirigir sus pasos.
Carece de sensibilidad política y actúa desorientado, sin rumbo, como si trajera varios ases bajo la manga.
El mandatario veracruzano parece no entender su situación, traviesa por mal momento, debido a la carga de problemas, que van desde la inseguridad, el desmedido gasto, el incremento en la deuda del estado, la falta de pago a los proveedores, los problemas mediáticos, el resquebrajamiento de la clase política y todo lo inherente a la sucesión.
Empecinado como está en manejar el esquema de la sucesión a su antojo, favoreciendo a alguno de los aspirantes priístas que no lleve el apellido Yunes, Duarte de Ochoa se proyecta contra todo lo que coincida con ese apellido.
En realidad, el gobernador de Veracruz carece del peso político suficiente para frenar al otro Yunes, el verdadero adversario, el ahora panista Miguel Ángel, por lo que cree que existe una confabulación en su contra por parte de todos los que llevan ese apellido.
Héctor sí es primo de Miguel Ángel, pero Pepe no, aunque los dos son priístas y mantienen la esperanza de convertirse, alguno de ellos, en el candidato del tricolor al gobierno estatal.
Duarte de Ochoa busca frenar toda posibilidad para los dos senadores del tricolor y esgrime pretextos para romper con ellos e impedir que alguno se convierta en el candidato del PRI.
El gobernador tiene sus favoritos, como los tiene Fidel Herrera, su antecesor en el gobierno estatal, quien le asfaltó el camino al gobierno estatal.
Apenas el sábado pasado, Fidel comentaba que la estrategia de Duarte no era la correcta, ya que debía construir la candidatura de uno solo de los aspirantes, de la misma forma que él había construido la del propio Javier Duarte.
Esa recomendación, tal vez, ya se la había dado al gobernador de Veracruz, con quien, se dice, mantiene alejamiento, porque lo realizado por Duarte de Ochoa apunta hacia la construcción de la candidatura de Eric Lagos o Alberto Silva, ambos diputados federales.
Según Fidel, el PRI tiene todo a su favor para mantener en su poder el gobierno de Veracruz el año próximo, ya que cuenta con varios candidatos que ganarían sin ningún problema.
José Yunes, Héctor Yunes, Eric Lagos y Alberto Silva, tienen el potencial suficiente para vencer a Miguel Ángel Yunes o alguno de sus hijos que sean nominados por el PAN.
Solamente es cuestión de mantener la unidad y lograr la alianza con los otros partidos como son el Verde, Nueva Alianza, Encuentro Social y Alternativa Veracruzana (partido local). Los panistas irán solamente con el PRD, ya que Morena y Movimiento Ciudadano tendrían candidatos propios.
Además de ello, hay una serie de personajes políticos que anunciaron que buscarían una candidatura independiente, entre los que se ubica a Gerardo Buganza Salmerón, ex secretario de Gobierno; Elías Miguel Moreno Brizuela, ex senador perredista y Jorge Carvallo, padre del diputado federal Jorge Carvallo Delfín, entre otros.
El Partido Movimiento Ciudadano apunta hacia la candidatura de Armando Méndez de la Luz, ex alcalde Xalapa, ex senador y ex diputado federal, cercano al afecto del dirigente del partido, Dante Delgado Rannauro.
La lógica de Fidel y su vehemencia para narrar las cosas parecen reales, aunque los acontecimientos recientes parecen no darle la razón.
El fin de semana, el gobernador Duarte de Ochoa decidió marcar distancia con el senador Héctor Yunes Landa, como lo había hecho antes con el también senador José Yunes Zorrilla.
Con Pepe Yunes ya se sabía con Héctor lo hizo público, para mostrar hacia dónde apunta su selección, si es que lo dejan intervenir en la sucesión partidista.
Aprovechando el cumpleaños de Héctor Yunes, Duarte de Ochoa le ofreció como regalo de cumpleaños una caña de pescar para que fuese a pescar en los lugares familiares a los peces gordos que han empobrecido al estado.
Y es que unos días antes, Yunes Landa había manifestado su convicción de que “el próximo gobernador deberá encarcelar a los corruptos que han defraudado las finanzas públicas, traicionando a los veracruzanos y ofendiendo a la sociedad, con sus abusos y arrogancia”.
La alusión la hizo propia Duarte de Ochoa, por lo que aprovechando el cambio de dirigente cenecista en el estado, la presencia del senador Yunes Landa y el cumpleaños de este, le llevó la caña de pescar, como un mensaje nada críptico para intentar minimizar las palabras del senador priísta.
Ante esta declaración que consideró ofensiva para él y su familia, Héctor Yunes abandonó el recinto de la reunión cenecista en que se encontraba y emitió un comunicado, donde aclara que nunca hizo alusión alguna hacia los peces gordos que se trataran de funcionarios estatales ni correligionarios, pero que, aprovechando la circunstancia, debía entregar carpetas de investigación para que se ejerciten acciones penales en contra de los responsables.
Señaló que no es con ocurrencias y escándalos como se gobierna y que lo escandaloso es la incapacidad de resolver problemas de la gente y ser permisivo con quienes, según el dominio público, han defraudado a Veracruz.
Por eso, el senador Héctor Yunes le devolvió al gobernador Duarte de Ochoa la caña de pescar “que solamente sirve para pescar charales. Si quiere ayudarme, que me envíe un barco para pescados de gran tonelaje. Apenas será suficiente para lo que vendrá”.
La referencia la hizo en relación a que el peso corporal del gobernador Duarte de Ochoa, ya que supera al de cualquiera otro de los gobernadores del país.
La pregunta es, el que resulte próximo gobernador de Veracruz, sin importar su nombre o las siglas que represente, decidirá actuar contra los depredadores del estado, con todo y que algunos cuenten actualmente con fuero.