Las alianzas ¿buenas o malas?
¬ Augusto Corro viernes 25, Sep 2015Punto por punto
Augusto Corro
Los partidos políticos buscarán las alianzas como última oportunidad para ganar las elecciones en 12 estados, donde habrá cambio de gobernadores.
Serán el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) los que buscarán ir juntos en las candidaturas. Las entidades donde se renovará el poder son: Oaxaca, Veracruz, Aguascalientes, Tamaulipas, Tlaxcala, Hidalgo, Quintana Roo, Durango, Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas y Puebla.
Las encuestas realizadas para conocer la influencia de los electores en cada estado, solamente en Puebla los panistas tienen posibilidades de ganar.
El PRD, luego de sus derrotas mayúsculas, estará anulado.
De ahí, la necesidad de las coaliciones entre ambos partidos para dar pelea. Su participación en las elecciones sin ninguna alianza los llevaría al fracaso total.
Entonces, como opción definitiva de esas organizaciones mencionadas se encuentran las alianzas políticas que ya se practicaron en ocasiones anteriores con resultados desastrosos.
Veamos:
Sólo en Puebla, el gobernador Rafael Moreno Valle, quien llegó a la gubernatura, a través de una coalición logró el control político. Tampoco es un modelo a seguir, pero es el menos malo de los mandatarios aliancistas.
En las demás entidades en las que ganaron las coaliciones políticas todo resultó un fracaso.
En Guerrero tenemos uno de los ejemplos deplorables. Todo mundo sabe que el gobierno de Ángel Aguirre Rivero fue de conflicto en conflicto que terminó en un final fatídico: la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Aguirre Rivero fue apoyado por el PRD, Partido del Trabajo (PT) y Convergencia, etc.
En Oaxaca, Gabino Cué, otro gobernador aliancista, nunca pudo rendir buenas cuentas. Ni siquiera investigó a su antecesor, el mandatario estatal Ulises Ruiz Ortiz, acusado de enriquecimiento inexplicable.
Por otra parte, los oaxaqueños vivieron años de terror e incertidumbre debido a la anarquía derivada de las acciones violentas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Fue el magisterio disidente el que gobernó Oaxaca. Aquí, la denominada izquierda no tiene oportunidad de ganar.
Sin embargo, en Oaxaca habrá que estar muy pendientes de la tendencia electoral, pues se trata de una de los estados donde Andrés Manuel López Obrador es muy conocido. Así, pues, los morenos le quitarán votos a los perredistas.En las entidades señaladas arriba, el partido del sol azteca no tiene posibilidades de triunfar. Así es que las coaliciones son su único camino para seguir con vida.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene posibilidades de recuperar Sinaloa. Ahí, gobierna Mario López Valdés (alianza panista-perredista) quien realizó un gobierno gris. Basta con señalar que esa entidad sigue en los primeros lugares de violencia y narcotráfico.
UN PANORAMA COMPLEJO
Con los antecedentes mencionados, el panorama político para el 2016 se ve complejo, difícil para todos los partidos políticos. El mismo PRI tendrá que trabajar intensamente para mejorar su imagen.
En Veracruz, aunque será un gobernador por dos años, los veracruzanos no se encuentran contentos con la manera de gobernar de Javier Duarte, quien nada hizo para regresarles la anhelada seguridad, perdida por las acciones de la narcodelincuencia.
Por lo demás, las coaliciones serán inevitables. Las razones de hacerlas son obvias: el PAN no encuentra la manera de reposicionar a su partido; el PRD está en la misma posición. Los resultados de ambos en las últimas elecciones fueron deplorables.
En Acción Nacional nunca pudieron recuperarse de las malas imágenes que les heredaron Vicente Fox y Felipe Calderón. Este ultimo dejó a México con miles de muertos y desaparecidos en una lucha fallida contra la delincuencia organizada.
Los perredistas con sus luchas internas y su apoyo a los gobiernos guerrerenses fallidos tuvieron suficientes líos para llevar al PRD a un punto de casi extinción.¿Qué les queda por hacer a PRD y PAN? Pues las coaliciones. Porque además se enfrentarán a candidatos independientes y a un partido, como Morena, que le sobra entusiasmo para participar en comicios.
RUMBO AL 2018
Del resultado electoral del 2016, los partidos políticos de oposición podrían empezar a escoger a su candidato presidencial para el 2018. En el PRD empezaron a escasear las figuras políticas. Es posible que una coalición salvadora los mantenga como opción política, aunque muy devaluada.
En Acción Nacional, a la fecha el aspirante fuerte es el gobernador poblano Rafael Moreno Valle. Le sigue el diputado panista Gustavo Madero. En tercer sitio se encuentra Ricardo Anaya, el dirigente blanquiazul, recién llegado a la presidencia del partido.
En fin, las alianzas estarán en auge el próximo año, pues en los partidos políticos ya optaron por olvidarse de principios e ideologías, pues les va mejor con los moches, transas y negocios personales que incrementan el enriquecimiento inexplicable.
Feliz fin de semana.