Errores al por mayor
Ramón Zurita Sahagún jueves 24, Sep 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Sorprende la tardía capacidad de respuesta de las autoridades mexicanas para temas de gran trascendencia, donde acumulan un error tras otro, lejos de la máxima beisbolística que señala que tras el error viene el hit.
Dos son los temas torales que mantienen la preocupación del gobierno y que tuvieron que ser resaltados desde el exterior, para motivar una mayor atención dentro del país.
La fuga de un penal de alta seguridad del “Chapo”, Joaquín Guzmán Loera y la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, Guerrero.
En el primero de los casos, dos meses después del todavía incomprensible escape, las autoridades comienzan a actuar y a fincar responsabilidades a los presuntos responsables de la fuga. Algunos por omisión, otros por complicidad, pero sin saber realmente qué fue lo sucedido.
Nadie dentro y fuera del gobierno entiende cómo un reo de alta peligrosidad como lo era Guzmán Loera gozaba de tantas canonjías.
Este jueves, Celina Oseguera, considerada el servidor público de más alto rango dentro de los personajes investigados en relación al escape del “Chapo” conocerá su futuro.
De ser enjuiciada, Celina, una de las personas más interiorizadas con el tema de cárceles de alta seguridad podría ser sentenciada a una penalidad de hasta 20 años.
Celina es un personaje que recorrió toda la escala dentro de la especialidad penitenciaria y que fue directora del segundo penal del que escapó Guzmán Loera, pero más de una década antes de que sucediera el hecho.
Se le intenta responsabilizar de la fuga, aunque, presuntamente, ella alertó sobre la peligrosidad del reo y no fue escuchada.
Quien ya sufre de prisión es el entonces director del penal, Valentín Cárdenas, así como varios trabajadores del mismo reclusorio de alta seguridad.
Sin embargo, los funcionarios que, jerárquicamente, se encontraban arriba de Celina, se encuentran exentos de cualquier responsabilidad, como lo es Monte Alejandro Rubido, a quien simplemente se le cesó, disfrazado de una renuncia.
Los señalamientos de responsabilidad en contra de Celina por parte de la justicia mexicana, recibieron como respuesta una carta pública de familiares y amigos de la ex funcionaria, donde se resalta su probidad.
Vale la pena resaltar que por el anterior escape de Joaquín Guzmán Loera fueron consignados y procesados varios trabajadores de Puente Grande, entre ellos el entonces director del penal, quien luego de 11 años de condena recobró su libertad.
En lo que se refiere al asunto Ayotzinapa-Iguala, cerca de cumplir el primer aniversario de sucedido y con las protestas y reclamos por parte de padres, amigos y simpatizantes de unos y otros, las autoridades se muestran entrampadas.
El dictamen emitido por los especialistas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos cimbró las estructuras del gobierno mexicano, al no coincidir con los juicios aportados por las autoridades nacionales.
Pero dentro de este reajuste de la situación y de la investigación que se sigue, es hasta ahora que se decidió llamar a declarar al entonces gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, otro personaje que con su cese como gobernante había tenido suficiente.
Parecía no importar que Aguirre Rivero mantuviera una gran cercanía con los personajes que han sido señalados como parte responsable de la desaparición de los 43 jóvenes ocurrida en septiembre del 2014.
Otro sujeto que se mantiene al margen de dicho asunto es el director de la escuela normal de Ayotzinapa y otros más, cuyas declaraciones podrían ayudar a resolver la madeja en que se convirtió este espeluznante asunto.
Por lo visto, en México las investigaciones sobre asuntos de importancia y de urgente resolución es mejor dejarlo que transcurra el tiempo, para irlos diluyendo o que los declarantes tengan el tiempo suficiente para definir sus coartadas, especialmente si se trata de personajes de alto nivel burocrático.
A LA ESPERA
José Antonio Manzur se encuentra a la espera de que llegue su nombramiento nuevo director general de la Administración Portuaria Integral del Sistema Portuario Veracruzano (API SPV).
Lleva varios meses en suspenso su designación y como se ven las cosas, será difícil que su amigo el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, pueda cumplir con esa promesa.
El apellido Manzur parece tener mal fario en el gobierno veracruzano, ya que su tocayo de apellido y de nombre Salvador era el indicado para encabezar al Partido Revolucionario Institucional en la disputa por el gobierno veracruzano.
Salvador Manzur había logrado vencer en un par de ocasiones al clan de los Yunes-Linares-Márquez en Boca del Río, primero por la diputación federal y después por la alcaldía, lo que le había servido de preparación y fogueo para enfrentarlos en el proceso electoral del año próximo.
Sin embargo, el escándalo de los apoyos de los programas sociales en los que fue incluido con voz e imagen sobre los condicionamientos que haría el gobierno veracruzano para el respaldo de los electores en la elección del 2013 lo marginó de esa posibilidad y ahora despacha como un delegado federal poderoso, pero alejado de la posibilidad de competir por el gobierno de ese estado.
Veracruz se embrolla cada vez más con respecto a la sucesión, ya que mientras los priistas tienen una lista grande de prospectos, pero ninguno de ellos con peso específico, los panistas guardan silencio, a la espera de dar el zarpazo por la nominación.
Los dos Miguel Ángel Yunes, Linares y Márquez se mantienen a la cabeza de las posibilidades, pero Julen Rementería y Juan Bueno no cejan en su propósito de disputar la nominación.
Es más Rementería y Bueno, establecen pactos para ir en mancuerna en contra de los Yunes, los priistas y los panistas.