Delincuencia organizada, S.A.
Francisco Rodríguez miércoles 18, Ago 2010Índice político
Francisco Rodríguez
‘ORA SÍ QUE ni yo me lo creo. Coincido con el señor Felipe Calderón. ¿Y cómo es que llegué a tan incómoda posición? Pues al leer algunas de las palabras que el ocupante de Los Pinos pronunciara en reciente reunión con ciertos dueños y directivos de medios de comunicación bajo el rubro de sus muy cacareados soliloquios sobre la seguridad nacional.
Dijo el michoacano: “un primer paso es no perder las referencias de quiénes son no sólo los malos, sino los sanguinarios de la película, y ellos son los criminales”.
Cierto. Ciertísimo. Porque “los malos” de esta picture nacional prácticamente pasan desapercibidos ante nuestros lagañosos ojos. Y eso que aparecen en la TV, se escuchan en la radio y sus declaraciones pueden leerse en los impresos. El mismo ocupante de Los Pinos lo reconoció: que en el ejercicio de su labor informativa, dijo, los medios están expuestos a convertirse en conductos para que las organizaciones criminales hagan llegar sus mensajes, lo cual los coloca en una situación de “gran vulnerabilidad”. Dijo también que para el crimen es cada vez más necesario utilizar esa vía de difusión para transmitir su propaganda.
La verdadera delincuencia organizada, los malos de Malolandia -como dice alguien por ahí-, quienes incluso “chupan la sangre” de los mexicanos están ahí a la vista. Y ellos deben ser el primer referente al que Calderón ha descrito apenas.
Gastón Azcárraga, por ejemplo, quien ante las narices de todos saqueó a Mexicana de Aviación y más que probablemente se fue encima de los recursos del erario con los que le fondeó Bancomext. Delincuencia organizada, ¿cierto?
“Chupasangre”, delincuentes, los magnates que dirigen casi medio centenar de empresas que adeudan al SAT la enorme cantidad de 214,665’040,000.00 de pesos (doscientos catorce mil millones) y que, dice el suelto electrónico, “si este dinero fuera recaudado de todas estas empresas y repartido entre cada mexicano –de los 110 millones que somos, de acuerdo al censo de 2007—, no entre cada familia, sino entre cada mexicano, nos tocaría a cada uno 1 mil 951 millones de pesos… sí leíste bien, el equivalente a 150 millones de dólares (T.C. 13.00 Pesos/USD) por cada mexicano, no importando su edad, es decir, si tu familia consta de padre, madre y 3 hijos, multiplica esta cantidad por 5 miembros de la familia…”. Sueños de víctima, y no otra cosa.
Casi 50 empresas, pues, que constituyen la verdadera delincuencia organizada que, junto con la que se dedica al narcotráfico, el secuestro, el robo a mano armada, tienen postrados a México y a sus habitantes.
Saqueo, también, el de las empresas Televisa-Nextel que, de hecho, practicaron un “secuestro exprés” cuya víctima es la fallida administración del propio señor Calderón, y por tal se van con una enorme tajada del pastel de las telecomunicaciones, pagando por ellas apenas unas migajas.
Delincuentes de cuello percudido quienes, con la misma práctica, instaron a la misma rehén, la malhadada administración calderoniana, a despedir de sus empleos a casi 50 mil jefes de familia para que los negocios que a su seno escondía Luz y Fuerza pasaran a manos privadas, mayoritariamente extranjeras.
Delincuentes, claro, Germán Larrea y sus adláteres del Grupo México que, con la complicidad de las dizque “autoridades”, acosan al sindicato minero y al dirigente que los propios trabajadores se dieron a sí mismos, Napoleón Gómez Urrutia, y hasta se dan el lujo, junto con la PFP de García Luna, de usar a la bandera nacional como tienda de campaña. Como trapo. Y es que “como trapo” traen estos delincuentes a la fallida administración en curso.
La delincuencia organizada roba descaradamente. Una amiga muy querida compró una ficha de 500 pesos para su teléfono celular de prepago. Se fue de viaje a Europa. Regresó. Quiso utilizar el aparatejo y una grabación le informó que carecía de saldo para realizar la llamada. Preguntó. Le dijeron que pasados tres meses el saldo pasaba a las cuentas de Telcel.
Así nos “sangran”. Así nos roban. Son los verdaderos delincuentes que, además, en algunos casos “lavan” recursos de sus homólogos los otros delincuentes. Es un primer referente.
Coincido con Calderón -¡válgame Dios!-: hay que señalarlos.
Índice Flamígero: Por supuesto que la delincuencia organizada con matrices extranjeras también bebe nuestra sangre. Ahí tiene usted a Advent International, fondo de inversión de General Electric, que se presenta como posible adquiriente de Mexicana de Aviación. Ya controlan restaurantes, funerarias, negocios en aeropuertos y ahora una línea de aviación. También fondearon al cuñado Hildebrando, ¿se acuerda para qué?
A quien corresponda
Es una trsiteza leer en este diario comentarios como el que se titula «Delincuencia organizada, S.A.» escrita por Francisco Rodríguez, quien denota escasos conocimientos que incluyen la aritmética.
Tal es el caso de la cifra que indica como división de 214,665’040,000.00 pesos entre 110 millones de mexicanos, cuyo resultado señala como 1 mil 951 millones de pesos, es decir 150 millones de dólares al T.C. de 13.00 pesos.
El resultado correcto de esta operación es de 1,951 pesos, o sea 150 dólares, siendo lo más grave que este tipo de información errónea, confunde al lector y crea malestar social y apatía en contra del propio país.
Resulta increíble que todavía el C. Francisco Rodríguez asegure categóricamente …sí leiste bien… cuando realmente es una falta de atención y profesionalismo.
Lo cierto es que muchas empresas deben impuestos, pero lo que no debe ser, es crear esa conciencia en el público lector de que todo lo se relacione con empresas o con gobierno es malo, y los periodistas que tienen el poder de la información, la manipulen a su antojo.
Hasta la próxima