¿Austeridad republicana? en la ALDF
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 14, Sep 2015Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
Anuncian los diputados locales en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, del grupo parlamentario de Morena, que entre sus primeros objetivos como representantes de la VII Legislatura será reducir los sueldos a los funcionarios y las dietas de los legisladores locales, dicen que esas acciones forman parte de todo un programa de “austeridad republicana” que su grupo buscará implementar en el funcionamiento del recinto de Donceles.
El anuncio, que por cierto suena bonito, como si fueran tiempos de campaña, lo hizo el líder nacional de ese partido, Martí Batres Guadarrama, quien indicó que los recursos ahorrados se canalizarán a la actualización y ampliación de los programas sociales de la ciudad de México.
En total son de 21 medidas, entre las cuales se mencionan: disminución de asesores de los coordinadores de grupos parlamentarios; cancelación de apoyos extraordinarios para diputados integrantes de la Comisión de Gobierno y apoyos especiales para el presidente y secretario de esta Comisión; suspensión presupuestal al Instituto de Investigaciones Parlamentarias y a la Unidad de Estudios de Finanzas Públicas; eliminación de Bonos de productividad semestrales para mandos medios y superiores.
También se habla de disminución al 50 por ciento de los recursos para la contratación del personal por honorarios; suspensión de apoyo a la gestión de los diputados; reducción al 50 por ciento de los apoyos de los legisladores; cancelación del Seguro de Gastos Médicos Mayores para los asambleístas; reducción en 60 por ciento del presupuesto para la contratación de personal por honorarios en la Oficialía Mayor y Tesorería; reducción a renta de espacios de estacionamiento que otorga la ALDF para los funcionarios y diputados
Suspensión de los viajes nacionales e internacionales, así como los pasajes terrestres; se disminuirá en un 40 por ciento el servicio de telefonía tradicional y se eliminará el servicio de telefonía celular para los titulares de las áreas administrativas, así como para la presidencia y la secretaría de la Comisión de Gobierno; que quede sin efecto el programa de apoyo a la educación de la juventud del Distrito Federal, que considera el pago de becas a instituciones públicas y privadas; y la eliminación de seis comisiones especiales, tres ordinarias y dos comités especiales, y se propone la revisión de las atribuciones de las comisiones ordinarias, con el fin de que no exista duplicidad.
Pues sí, todo suena muy bien, bonito digamos, pero hay algo que al señor Batres se le olvida o quiere que pase desapercibido, ya que cuando el entonces candidato a jefe de gobierno de la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hacía su campaña política y luego ya como jefe electo, corría el año 2000, hizo una serie de propuestas similares para gobernar la ciudad, entre ellas figuraba la reducción de su sueldo como gobernante, ocurrencia que fue bien aceptada y hasta el aplauso recibió, pero después nada pasó y sin embargo en detrimento de las arcas públicas y la afectación de predios y negocios de muchas familias impulsó la construcción de los llamados segundos pisos, lo cual hoy se recuerda como una “danza de miles de millones de pesos”, donde aparentemente los “moches” estuvieron a la orden del día entre los inversionistas y algunos funcionarios públicos.
Por lo menos esa es la percepción pública.
La propuesta de austeridad de Marti es similar a la de AMLO, éste ahora convertido en líder moral de Motrena y ya candidato presidencial, por tercera vez, por lo que las propuestas suenan más bien a promesas de campaña y los descuentos de los diputados locales de la bancada morenista, por cierto fuera de la ley, suenan como a una descarada recaudación de recursos para “apoyar” su movimiento y promover la figura de su líder, eso en lugar de un programa que ni es austero ni republicano, es campaña política, eso sí.
PASO SIN VER.- La austeridad republicana también forma parte de la agenda (¿campaña?) entre los diputados federales de Morena, por lo menos así lo han hecho saber en el inicio de la LXIII Legislatura. Han anunciado que renuncian a sus derechos en lo que respecta a gastos médicos mayores y prometen que destinarán la mitad de sus dietas y sueldos a programas sociales, eso dicen, pero no estaría mal que, de ser cierto eso de los descuentos a sus sueldos y prestaciones, pues que con transparencia interviniera un organismo social o privado que diera fe de la legalidad de este acto y que también diera fe de la utilización de este tipo de recursos, que ya sabemos, muchas veces sirven para comprar voluntades en tiempos electorales y son recursos que aparecen convertidos en cubetas, playeras, gorras, láminas, llaveros y todos tipo de utensilios que con la figura de candidatos se regalan por doquier. Todo, obvio, sin transparencia alguna.
VA MI RESTO.- Que mal parados dejaron a los diputados federales de Morena en la fijación de posiciones en torno al asunto de los jóvenes desparecidos de Ayotzinapa, mientras ellos gritaban e interrumpían la sesión del jueves pasado, acusando un crimen de Estado, en tribuna priístas y verde ecologistas les decían una verdad de a kilo, que las autoridades judiciales llamen a López Obrador a declarar por qué él impulsó la candidatura de José Luis Abarca, presidente municipal de Iguala, Guerrero, hoy preso por su nexos con el crimen organizado y principal sospechoso de la desaparición de los normalistas. Zas…, y hasta ahí porque como veo, doy.