Temporada de caza
Ramón Zurita Sahagún jueves 10, Sep 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Solamente fue que Miguel Ángel Yunes Linares rindiera protesta como diputado federal, para iniciar su campaña contra el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, su antecesor Fidel Herrera Beltrán y los 20 diputados federales priístas.
El fuego granado, esparcido el martes, declaró formalmente abierta la batalla frontal que sostendrá el diputado panista contra la gruesa bancada de diputados de Veracruz, el gobernador y el ex mandatario.
Yunes Linares mostró que se basta él para contrarrestar a todos los priistas que buscan frenar su ruta hacia la sucesión de Duarte de Ochoa en el palacio de gobierno de Xalapa.
Los legisladores del tricolor son, en su mayoría, cercanos al afecto del gobernador, con el que vienen laborado desde sus tiempos de juventud en que todos formaron parte del equipo de Fidel Herrera Beltrán.
Otro diputado veracruzano que forma parte de ese grupo cercano a Duarte y Herrera es Javier Herrera Borunda, hijo del ex gobernador que forma parte de la bancada del Partido Verde.
El pretexto es lo de menos Yunes Linares sabe que su experiencia como legislador, orador, jurista y su vehemencia son mayores que las de cualquiera de los diputados priistas veracruzanos que forman parte de la LXIII legislatura.
Son muchos los que consideran que la confrontación será desigual, debido a las distancias políticas entre uno y los otros, pero serán poco menos de cuatro meses de fogueo para los jóvenes que fueron parte del gabinete de Javier Duarte de Ochoa y formados en las filas de Fidel Herrera Beltrán.
Y es que se considera que para el segundo período de sesiones del primer año de labores, Yunes Linares pedirá licencia para contender de nueva cuenta por el gobierno de Veracruz.
Por lo pronto, el martes sirvió para dar una idea de cómo se viene la confrontación particular entre los dos bandos, sin importar las tareas legislativas.
Los diputados priístas, cuya bancada encabeza Eric Lagos, ofrecieron una conferencia de prensa para solicitar una averiguación previa derivada de una denuncia penal presentada en contra de Miguel Ángel Yunes Linares, por el diputado local Marco Antonio del Ángel Arroyo.
Lo curioso de esto es que del Ángel Arroyo es hijo de César del Ángel, coordinador del Movimiento de los 400 Pueblos, uno de los viejos enemigos del diputado federal panista, quien anualmente le organiza el desfile de protesta de los encuerados en la ciudad de México.
El diputado panista desmintió cada una de las acusaciones realizadas por los diputados priístas y negó que la Auditoria Superior de la Federación le hubiese hecho una observación derivada de la compra de medicamentos o por alguna otra razón, durante el tiempo en que se desempeñó como director del ISSSTE. Dijo que solicitó a la ASF que de parte a la Cámara de Diputados si hay o no alguna observación o procedimiento en su contra.
Otro de los señalamientos fue sobre su declaración patrimonial, en la que, se asegura, faltan de notificarse algunas propiedades, inversiones y cuentas bancarias, lo que negó el panista, quien aclaró que su declaración se encuentra transparente en la página de la secretaría de la Función Pública.
Incluso afirmó que se comprometió a que de existir alguna anomalía no rendiría protesta como diputado federal, lo que hizo hasta el pasado martes, donde dio respuesta a cada uno de los señalamientos priístas.
El 28 de julio, antes de jurar como diputado federal y de que los diputados federales urgieran a que se procediera en su contra, Yunes Linares se entrevistó con la titular de la PGR, Arely Gómez González, a la que le pidió se procediera en su contra, si es que existía alguna responsabilidad suya en esas acusaciones.
Por eso, el ex priista y hoy panista se mostró ufano de salir avante en cada una de las acusaciones que sobre él hicieron sus ahora compañeros diputados de la LXIII legislatura.
Claro que aprovechó que el momento fue para recordar que están denunciados ante la Auditoría Superior de la Federación y ante la PGR por el desvío de miles de millones de pesos, cuando menos tres de esos diputados federales que lo acusaron.
Edgar Spinoso, ex oficial mayor de la secretaría de Educación Pública; Tarek Abdalá, ex tesorero y Adolfo Mota, ex secretario de Educación Pública, los que ahora usan el fuero como escudo.
Los tres forman parte, conjuntamente con Eric Lagos, ex secretario de Gobierno; Alberto Silva, ex alcalde Tuxpan y Jorge Carvallo Delfín, ex secretario de Desarrollo Social, del cercano grupo de amigos del gobernador Duarte de Ochoa, a los que se busca posicionar con miras a la cercana sucesión gubernamental.
Por lo pronto, los diputados federales mencionados y otros más fueron a festejar el inicio de hostilidades en la Cámara de Diputados, departiendo en uno de los comederos políticos, divertidos sobre el berrinche que le ocasionaron a su acérrimo adversario panista.
OTROS NOMBRAMIENTOS
En los próximos días se gestarán otros cambios en el segundo plano de la administración pública federal.
Juan Carlos Lastiri, aspirante a la candidatura priista al gobierno de Puebla, fue cambiado de secretaría, aunque conservó el rango de subsecretario. De Sedesol a Sedatu, lo que lo aleja de la postulación.
Humberto Roque Villanueva, ex presidente nacional del PRI fungirá como subsecretario de Población en la secretaría de Gobernación.
Juan Manuel Verdugo, subsecretario en Sagarpa, pasará a ocupar la silla de secretario general del ISSSTE, en sustitución de Luis Antonio Godina, quien estuvo encargado un tiempo de la dirección el Instituto.