“Los Chuchos” y su sobrevivencia
¬ Augusto Corro lunes 7, Sep 2015Punto por punto
Augusto Corro
Como se sabe, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) vive el peor momento de su historia.
La decadencia de ese organismo político se reafirmó a raíz del entreguismo de sus dirigentes al gobierno federal. ¿El ejemplo? El efímero Pacto por México.
No fue lo único. También se recrudeció el divisionismo que llevó a amarillos a dejar el barco para sumarse al partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), cuyo dueño es el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.
Claro, no debemos olvidar el desprestigio que se ganó el partido del sol azteca debido a la intervención de las autoridades guerrerenses, de extracción perredista, en la tragedia de Iguala, Guerrero, principalmente en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En el caso fueron señalados el alcalde igualense, José Luis Abarca, como autor intelectual del secuestro masivo. El entonces gobernador, Ángel Aguirre Rivero, alcanzado por los acontecimientos, renunció al cargo.
LA CRISIS POLÍTICA
Como señalamos, la crisis política se acentuó en uno de sus puntos máximos cuando renunció al partido su líder moral, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, quien decidió su lucha de izquierdista desde otros foros.
En las recientes elecciones, el PRD obtuvo un resultado desastroso. En su principal bastión político, el Distrito Federal, fue vapuleado por sus adversarios políticos -los morenos- que buscan la primacía de la izquierda antes gobernada por los amarillos.
La cúpula perredista, encabezada, principalmente, por “Los Chuchos” resultó afectada por el sinnúmero de errores e irregularidades que tienen al PRD en el camino rumbo a la desaparición.
En un intento de sobrevivencia la tribu Nueva Izquierda (NI), que dirigen “Los Chuchos” Jesús Ortega Martínez, Guadalupe Acosta Naranjo, Jesús Zambrano Grijalva y Carlos Navarrete Ruiz, optó por una jugada política que le podría ayudar a sobrevivir y a mantener el poder en su instituto político.
LA RENUNCIA DE NAVARRETE
Una vez aceptada esa medida, Navarrete Ruiz, el actual dirigente renunció a su cargo y lo puso a disposición de los perredistas, de todas las tribus, para que nombre al nuevo líder.
Hace varios días se informó que el próximo dirigente perredista podría ser el ex priísta, Agustín Basave Benítez, un político que siempre simpatizó con los amarillos, que es aceptado por algunas tribus en busca de la unidad.
La idea de “Los Chuchos” de sacrificar a Navarrete Ruiz funcionó bien al principio, pero en los últimos días, el senador guerrerense, Armando Ríos Píter, alzó la mano para decir aquí estoy. Sin duda, el legislador tiene más representatividad como perredista para convertirse en líder que el propio Basave Benítez, que hace varios días tuvo la ocurrencia de afiliarse al PRD.
También el diputado Fernando Belanzaurán Méndez se encuentra apuntado para luchar por la dirigencia perredista. Este legislador tiene más méritos que Basave Benítez para llegar al máximo cargo perredista.
LO QUE VIENE
Posiblemente, en octubre se vote por el sustituto de Navarrete Ruiz. Este aclaró que todavía no se registran candidatos porque aún no hay convocatoria. Sin embargo, la lucha por alcanzar el liderazgo cada día se incrementa.
Y como actúan los líderes de la llamada izquierda mexicana se pronostica una mayor división entre los perredistas que podrían votar a favor de Basave Benítez, Ríos Piter o Belanzaurán Méndez. De hecho, se nota ya un principio de falta de unidad. Precisamente, este es uno de los problemas que tienen al PRD en la lona.
Así pues, se tambalea la sobrevivencia de “Los Chuchos” en la cúpula del partido perredista. Por lo pronto, desapareció la calma, la paz y la serenidad en los dirigentes de NI, la tribu en poder del PRD durante los últimos años. El más favorecido por el conflicto perredista es el partido de los morenos, donde la disidencia amarilla encuentra refugio. La designación de Jesús Zambrano Grijalva como presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, fue considerada como una de las últimas patadas de ahogado de “Los Chuchos”, que no quieren darse por derrotados.
EL DRAMA SIRIO
La problemática migratoria en Europa tarde o temprano encontrará una solución. Ésta no será total y definitiva a causa de su complejidad y del empeño para resolverla. Sin embargo, los países europeos, los más afectados por la ola de personas que buscan refugio, tendrán que flexibilizar sus leyes para recibir a un mayor número de migrantes.
No es posible ver, en el siglo XXI que las sociedades no avanzan en el respeto a las leyes de los derechos humanos de quienes obligados por el hambre, la violencia o la guerra huyen de sus lugares de origen, en busca de mejores oportunidades de vida.
Miles de personas se alejan de la violencia, pero reciben un trato inhumano en otros países que cierran sus fronteras para no recibirlas. Esos viajes de miles de migrantes son marcados por el signo de la muerte, como ocurre con aquellos que perecen cuando navegan en el Mediterráneo.
Así pues, el drama de los inmigrantes terminará, aunque no totalmente, cuando los países ricos de Europa tengan compasión del sufrimiento de miles de migrantes y de que algún día, tarde o temprano, necesitarán de ellos para mantener su economía y su bienestar social.