Papa Francisco permitirá absolver pecado de aborto
Mundo miércoles 2, Sep 2015- “Uno de los graves problemas de nuestros tiempos”
Claudia Arellano
El papa Francisco dio de qué hablar y es que a través de una carta dio a conocer a la comunidad católica que previo a iniciar el año del jubileo ha dado permiso a los sacerdotes de otorgar el perdón a toda mujer que haya abortado y se arrepienta de corazón. El Obispo de Roma permitirá a todos los prelados perdonar a las mujeres que hayan abortado y pidan su absolución.
Se trata del último de los pasos del Pontífice hacia “una iglesia más abierta e integradora”.
Dicha medida entrará en vigor durante el Año Jubileo, del próximo 8 de diciembre hasta el 20 de noviembre de 2016. En un documento publicado por el Vaticano ayer, Francisco habló de la dura prueba existencial y moral que afrontan las mujeres, pues él había conocido a muchas mujeres que cargan en su corazón con la herida de esta dolorosa y angustiosa decisión y aunque para la fe católica el aborto es un pecado tan grave, que quienes lo facilitan o lo realizan incurren en la excomunión automática, empero, las arrepentidas de corazón quedarán “perdonadas”.
A inicios de agosto habló sobre el divorcio
A principios de agosto, el Sumo Pontífice dijo que las personas divorciadas que se vuelven a casar “forman parte siempre de la Iglesia”, por lo que no deben ser excluidos. Esta vez en el marco del Año Jubilar de la Misericordia, el papa Francisco escribió una carta a monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. En el texto, Francisco dedica unas palabras a los presos y les recuerda que “la misericordia del Padre quiere estar cerca de quien más necesita su perdón”.
“Que cada vez que atraviesen la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, pueda este gesto ser para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios, capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir las rejas en experiencia de libertad”. El objetivo del Papa es invitar a vivir de la misericordia para obtener la gracia del perdón completo y total por “el poder del amor del Padre que no excluye a nadie”.
Resulta dramático para la mujer
Lo que destaca en la carta es el hecho de como algunas personas viven el drama del aborto con una conciencia superficial, casi sin darse cuenta del gravísimo mal que comporta un acto de ese tipo. Muchos otros, en cambio, incluso viviendo ese momento como una derrota, consideran no tener otro camino por dónde ir. Pienso, de forma especial, en todas las mujeres que han recurrido al aborto y recuerda que el perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido, sobre todo cuando con corazón sincero se acerca al sacramento de la confesión para obtener la reconciliación con el Padre.
“Los sacerdotes se deben preparar para esta gran tarea, sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, e indicar un itinerario de conversión verdadera para llegar a acoger el auténtico y generoso perdón del Padre que todo lo renueva con su presencia”.
El aborto en el contexto católico
Durante años para la Iglesia católica el aborto fue sinónimo de muerte, debido a que se habla de la vida desde el momento de la concepción y éste provoca la muerte del feto. Así fue declarado el 23 de mayo de 1988 por la Comisión para la Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico. Cabría señalar que ahora esto es sólo una cuestión que radica en un problema científico, político o social.
“No matarás”
Ante la postura de la cabeza de la Iglesia católica ¿habría que pensar ahora en un movimiento de regeneración de la base católica?, ¿O sólo se trata verdaderamente de ser indulgentes, logrando una iglesia no excluyente?, ¿En qué incurre una persona que realiza o consiente que le realicen un aborto?, “Quien consiente y deliberadamente practica un aborto, acepta que se lo practiquen o presta una colaboración indispensable a su realización, incurre en una culpa moral y en una pena canónica, es decir, comete un pecado y un delito imperdonable”, se leía en el texto del año 1988.
Algunos especialistas afirman que más allá del perdón que pueda otorgar una iglesia, se trata de un problema de educación familiar en el cual una vez que una mujer llega a practicarse un aborto más que tener una culpa religiosa sostiene una culpa moral.