Reconocer la incompetencia
¬ Claudia Rodríguez jueves 28, Ene 2010Acta Pública
Claudia Rodríguez
Las alianzas entre los partidos políticos en nuestro país, tienen a la vista un solo objetivo: debilitar al oponente, al contrario y en un sentido más estricto, al que se ubica como el más poderoso.
Las alianzas comunes y recurrentes en los últimos tiempos entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista (PVEM) y las que realizan los institutos políticos ubicados en el espectro político de la ideología de izquierda tanto a nivel local como federal, ya no espantan a nadie de tan usuales que son, mas no dejan de ser señaladas como un recurso del mercado electoral más que político.
En México desde hace algún tiempo, el común de los ciudadanos no ejerce su voto y lo otorga a la opción mejor, sino que sufragamos por el menos malo o hasta procedemos a anular nuestro voto como muestra de rechazo al sistema político nacional. Cuando se prefiere otorgar el voto a una alianza, no se hace convencido de la fórmula presentada, sino porque al menos uno de los partidos elegidos está en dicha fórmula.
Si las alianzas de una orientación política similar o cercana no convencen ¿qué futuro tienen las de partidos de ideologías opuestas?
El fin de semana leí un artículo escrito por Jesús Ortega Martínez, presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), tratando de defender lo indefendible: las alianzas políticas entre perredistas y panistas como fórmula para responder a un compromiso histórico. Ortega utilizó para tal efecto el ejemplo de la Italia de los años setenta en donde partidos como el Comunista Italiano y el Demócrata Cristiano —ambos de ideologías antagónicas— conformaron una alianza para trabajar por objetivos comunes —apunta el presidente perredista que uno de ellos fue, el bienestar de la población.
Toda la disertación de Jesús Ortega, deja en claro la incompetencia de su partido por cumplir con sus militantes y sus futuros electores todo lo que ha prometido. Los gobiernos perredistas no son capaces de gobernar por sí solos y garantizar a la vez bienestar social.
En tanto, el señor César Nava, presidente nacional del PAN, quien ha despotricado abiertamente contra el pensamiento de izquierda, ahora busca discursos a modo para promover y justificar sus alianzas con los perredistas.
Sí, hasta los peores enemigos pueden conjuntar fuerzas por un objetivo común y conseguirlo. Pero que en el caso particular de las alianzas PAN-PRD se señale que es en pro de la nación mexicana, es una mentira del tamaño del universo.
Ya para nadie es desconocido que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), es el adversario real del PAN y del PRD en las elecciones a realizarse en este 2010 en Durango, Oaxaca, Puebla e Hidalgo y es por eso que institutos políticos tan antagónicos , busquen juntarse para derrocar al competidor más fuerte. Cualquier otro argumento, es una patraña.
El PRI se exhibe también cuando intenta descalificar las fórmulas panistas-perredistas, pues con esa estrategia no muestra sus bondades, sino sus carencias.
Al final sugerir alianzas políticas, concretarlas y criticarlas desde el ámbito de las dirigencias partidistas, es reconocer la incompetencia.
Acta Divina… El senador por Convergencia, Gabino Cué, aseguró que se vislumbra en un mismo templete con el presidente de Acción Nacional, César Nava, durante su campaña como candidato a gobernador de Oaxaca por la alianza de ese partido con el PRD, la cual traería paz y armonía al estado.