Todos tenemos secretos
Cine viernes 13, Ago 2010Vértebras del cine
Luis Diego Hernández Romero
Desde Suecia, llega Los hombres que no amaban a las mujeres para recordarnos la permanencia del género policiaco desde un punto de vista distinto al acostumbrado y a un ritmo muy europeo. La película se basa en la primera novela de la Trilogía Millenium, del escritor Stieg Larsson, quien falleció repentinamente antes de ver publicadas sus obras, las cuales se han convertido en el gran fenómeno literario sueco.
Como suele suceder con los best-sellers, se aprovechó la oportunidad del éxito para producir una película. Y aunque en muchas ocasiones los derechos suelen caer en manos de empresas hollywoodenses, las adaptaciones para la Trilogía Millenium se han desarrollado a cargo de su país de origen. Sin embargo, la cinta se aproxima hábilmente a un estilo comercial con pesadas gotas del género negro.
A pesar del extenso título, que podría llevarnos a la idea de una película de comedia romántica, su planteamiento es más bien de suspenso, con respecto a la investigación que realiza Blomkvist, un periodista sobre el asesinato de una niña, cuarenta años atrás. A la investigación se suma Lisbeth, una joven hacker, cuyo estilo parece homenajear al ciberpunk, y quien se convierte en pieza clave para el proceso de la trama. La investigación girará en torno a la familia de la víctima: los Vanger, quienes forman un poderoso grupo empresarial, con antecedentes del partido nacionalsocialista.
Lamentablemente la cinta no ha podido concretar la cantidad de información que maneja la novela, y se nota en primer lugar por su increíble duración, la cual asciende las dos horas, tiempo en el que el ritmo cambia a sobremanera como ajuste emergente para alcanzar la culminación del argumento. Arranca con una lenta presentación de los personajes, junto a una explicación, llena de datos, con respecto al enlace que cada uno de ellos tiene con el crimen. Las cosas se desenvuelven con calma, mediante recopilación de datos, en las que, el espectador descubre junto con los investigadores las nuevas pistas, sin conceder cabos que permitan ese juego típico del género negro, en el que la propia obra reta al espectador a resolver el misterio antes de tiempo.
A pesar de todo, hay un esfuerzo por mantener la tensión en todo momento, además, de que utiliza un tono crudo y casi grotesco en las escenas de violación y venganza. Sin duda, el papel de Lisbeth es el más entretenido, pues proyecta mucha fuerza, mientras esconde el miedo, se convierte en una especie de anti-heroína, cuyo tatuaje en forma de dragón hace referencia indiscutible al clásico El Dragón Rojo, primer libro de la saga Hannibal.
Los Hombres que no amaban a las mujeres, funciona como película de suspenso, sin llegar a sobresalir, especialmente si se coloca ante la gran sombra de la genial cinta de vampiros, Déjame Entrar, de la que, incluso al diferir totalmente en género, es inevitable comparar por su origen geográfico y literario.
Cuadro por cuadro
La oscarizada actriz, Helen Mirren, actuará como Próspera en una adaptación drástica de la obra clásica La Tempestad, de William Shakespeare. El filme será dirigido por Julie Taymor (Across the Universe), quien llevó al cine otra obra del dramaturgo inglés: Titus. *** Tom Hardy, recientemente visto en El Origen, participará en la resurrección del clásico Mad Max, originalmente protagonizada por Mel Gibson.