Los presidentes de partido y sus tareas
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 10, Ago 2015Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
Una vez resuelta la sucesión de la dirigencia nacional en el Partido Revolucionario Institucional, donde la palabra del primer mandatario del país, Enrique Peña Nieto, fue decisiva para encontrar una fórmula que garantizara la unidad de los priístas, y una vez que se dio a conocer que esa fórmula la encabezan el sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera y la mexiquense Carolina Monroy del Mazo, quienes tendrán la responsabilidad de seguir impulsando el proyecto transformador del gobierno federal, hoy la pregunta que muchos se hacen es saber si la nomenclatura tricolor será la instancia para empujar el nacimiento de una candidatura rumbo a la silla presidencial en 2018 en el círculo del equipo del gobierno peñista o si desde esas mismas siglas se estará incubando una candidatura en la figura del próximo líder nacional.
Sin duda, una interesante interrogante que se despejará de acuerdo a las circunstancias políticas que ese partido enfrente en los próximos tres años.
Por lo pronto la nueva dirigencia tiene frente a sí dos tareas titánicas, por un lado ganar elecciones y por otro consolidar el proyecto de nación, un proyecto transformador que concrete las reformas de las leyes y que éstas se conviertan en acciones para mejorar la economía; continuar con el desarrollo social integral de las familias mexicanas; generar empleos y mejor remunerados a la clase trabajadora; promover la inversión privada en proyectos productivos; fortalecer las finanzas públicas con medidas anticorrupción y transparencia en el gasto; que el desarrollo tecnológico llegue para todos los sectores de población; que la educación sea cada vez de mayor calidad y se garantice la gratuidad; que los servicios de salud del Estado sigan siendo de carácter público y que éstos garanticen la atención médica a quien lo necesite.
Entonces, como dirigentes del partido en el gobierno, Manlio Fabio Beltrones y Carolina Monroy, presidente y secretaría general, tienen muchas tareas por delante, que tendrán que impulsar no sólo en tierra con la militancia sino desde las dirigencias municipales, distritales y estatales, desde los Congresos Locales y el Congreso de la Unión, ya que de sus resultados mucho dependerá que a todo México le vaya bien y sus acciones también repercutirán en el estado de ánimo de la población en los procesos electorales que se avecinan, entre ellas los 12 procesos para renovar gubernaturas el año próximo.
Así que ya saben, después no le digan a los simpatizantes y militantes del revolucionario institucional que no hicieron la tarea porque nadie les dijo que para ello se tenían que preparar con un buen lápiz, o bien que para concluirla había que prescindir del recreo. Que conste.
VA MI RESTO.- A propósito de tareas y a propósito del regreso a clases de muchos jóvenes, en sentido figurado diremos que hay otros jefes de grupo que también se preparan con miras a tener una oportunidad para ser directores de orquesta o lo que es lo mismo para dirigir la escuela. ¿Quiénes son?
En el escenario escolar hay unos con uniforme azul, que tienen ya varios días en campaña para dirigir al grupo y nostálgicos sueñan con volver a tener la dirección de la escuela, cargo que encabezaron durante 12 años y perdieron luego que el alumnado les retiró los apoyos al ver que sus dirigentes daban más peso a las vacaciones y al recreo, con todos los gastos pagados; que a la dirección llegaron puros cuates y familiares del director.
Y lo peor, al último de sus directores lo acusaban de llegar con aliento alcohólico. Hoy, entre dimes y diretes, no saben cómo resolver la sucesión en el liderazgo del grupo y si eso se les complica, imaginémonos lo difícil que les será pensar en volver a la dirección de la escuela.
Cada quien por su rumbo, sin ideología y sin proyecto, y así no hay tarea que valga.
En otra parte del patio, muy alejado del jardín con pinos, casi cerca de la barda donde hay contacto con grupos porriles, aquellos que durante años han pululado en la calle en calidad de fósiles, hay un grupo de alumnos que comulgan con prácticas escolares poco ortodoxas e incluso cada vez que tienen oportunidad mandan “al diablo las instituciones”, ahí han estado siempre pero hoy hacen campaña en busca de la dirección de la escuela con careta nueva, lo mismo buscan a los alumnos que abanderan su independencia que a aquellos que con palos y bombas molotov, con capucha de por medio, han intentado tomar por las malas la dirección escolar. Inclusive hasta han paralizado parte de las actividades de la escuela con plantones permanentes en uno de los pasillos principales.
Así, aunque apenas han obtenido el registro que los acredita como grupo, son los mismos de siempre, los que gritan y se oponen a todo pero nada proponen como solución, su tarea son los extremos.
En el activismo colegial hay otro grupo de relevancia entre los llamados alumnos de la mano izquierda, son los que por lo general se reúnen en la parte soleada, les gusta el calor sin llegar broncearse para que no les digan morenos.
Ellos traen un dilema muy fuerte, su acercamiento con las autoridades de la escuela y alianza con otros grupos les ha redituado una buena impresión dentro y fuera del centro escolar, pero entre sus filas hay quienes demandan una ruta antioficialista e incluso hoy, con jefe de grupo nuevo, se han dado a la tarea de una redefinición de la tropa, y dicen que en esta reedición habrá mayores oportunidades para buscar la dirección a quienes se ubican en el zócalo o patio central de la escuela. Que esa será su nueva tarea. Y hasta ahí, porque como veo, doy.