Tres, los multihomicidas
¬ Augusto Corro miércoles 5, Ago 2015Punto por punto
Augusto Corro
Tres sujetos fueron los presuntos asesinos del fotoperiodista y cuatro mujeres en el edificio de la colonia Narvarte.
Así lo confirmaron los testimonios de vecinos y las imágenes grabadas en una cámara instalada en el cruce de las calles Luz Saviñón y Zempoala.
A las 15:02 horas se ve como tres individuos abandonan el lugar del crimen: dos huyeron en un Mustang rojo y un tercero se fue caminando. Uno de los presuntos delincuentes arrastraba una maleta voluminosa.
Horas después, el coche fue localizado posteriormente en las calles de Paseos de Taxqueña, al sur de la capital.
De acuerdo con información de los testigos ya se elaboraron los retratos hablados de los victimarios a quienes señalaron como posibles amigos de Nicole, de 29 años, la modelo y edecán colombiana, una de las víctimas. La policía trabaja sobre su identificación plena.
El viernes pasado, el fotorreportero de “Proceso”, Rubén Espinoza Becerril, de 31 años, y cuatro mujeres fueron encontrados sin vida en un departamento de la colonia Narvarte. Además de Nicole, también fueron asesinadas la maquillista Yesenia Quiroz; Nadia Vera, activista política, y Olivia Alejandra Negrete Avilés, quien se encargaba de hacer el aseo. Todos fueron asesinados a golpes y balazos.
El hecho provocó indignación en la opinión pública, debido a que cada día se incrementa el número de periodistas asesinados y la impunidad para los asesinos es total. En este caso, se agregó un ingrediente político: la persecución del gobierno veracruzano al fotoperiodista, según denunció el propio comunicador al iniciar su autoexilio en la capital, procedente de Veracruz.
Los investigadores trabajan sobre todos los posibles móviles del multihomicidio.
SOBRE EL DEBATE PANISTA
La semana pasada se efectuó un debate entre los dos panistas que aspiran al liderazgo de su partido.
Hablamos del senador Javier Corral y del diputado Ricardo Anaya. El primero representa a una corriente inconforme dentro de ese organismo político.
Del segundo, Anaya, no se sabe realmente quién lo maneja. ¿Gustavo Madero o Felipe Calderón? Porque el diputado defiende tanto a Calderón como a su jefe actual, Madero.
Durante el debate, Anaya fue pródigo en elogios al gobierno calderonista. ¿Se trató de la mala memoria del blanquiazul? ¿Intentó enviar su imagen de conciliador, tan necesaria en el partido? Posiblemente.
Aunque los blanquiazules como gobernantes son una nulidad. Por ejemplo, Vicente Fox perdió la gran oportunidad del cambio en México. Calderón se enfrascó en una guerra contra la delincuencia organizada, que a nada bueno condujo.
Sin embargo, Anaya no escatimó adjetivos para elogiar el legado panista de Calderón.
Esa herencia del panista michoacano se basa en más de 80 mil muertos y miles de desaparecidos.
Al elogiar a su patrón Calderón, Anaya se olvidó que con quien se encuentra obligado a quemarle incienso es a su jefe actual, Madero, quien tiene en Calderón a su enemigo acérrimo.
Al aspirante Anaya se le olvidó que es muy difícil servir a dos amos.
En la realidad, la lucha entre calderonistas y maderistas agudizaron el divisionismo que tiene al partido en la lona.
Ni Corral ni Anaya son una garantía para conseguir la unidad partidista.
¿ACAPULCO, SIN REMEDIO?
Acapulco es considerado como la ciudad más violenta de México y la tercera a nivel mundial. En este año, en el puerto ya son 345 asesinatos hasta el mes de junio, de acuerdo con datos proporcionados por las autoridades.
Guerrero vive una crisis integral debido a un sinnúmero de problemas provocados por sus políticos, la delincuencia organizada y sus derivados como la violencia y la corrupción.
El problema no es exclusivo de Acapulco. En toda la entidad se vive en el terror por el sinnúmero de hechos violentos.
La falta de gobiernos capaces llevó a esa entidad a su peor situación en los renglones social y económico.
Por ejemplo, en septiembre del año pasado el conflicto derivado de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa destapó la cloaca de la corrupción y se les quitó la máscara a los políticos asociados con los narcos.
En Iguala se descubrió a la narcopolítica en su máxima expresión. Lo ocurrido en ese lugar llevó al gobernador Ángel Aguirre a dejar el cargo. El lugar lo ocupó el inepto Rogelio Ortega, quien pide a gritos que asuma su responsabilidad el gobernador electo, Héctor Astudillo.
El problema que padecen los guerrerenses es profundo y toca las partes más sensibles de la sociedad: sus jóvenes, cuyo promedio de edad es de 20 años, que se dedican a ganar dinero como sicarios.