Evidencias del asesinato múltiple
¬ Augusto Corro martes 4, Ago 2015Punto por punto
Augusto Corro
Mientras se escucha el clamor de justicia, las autoridades investigan la masacre del fotoperiodista de “Proceso”, Rubén Espinosa Becerril y cuatro mujeres en un departamento de la colonia Narvarte.
Como se informó, las cinco personas fueron golpeadas y asesinadas el viernes, entre las 12:00 y 15:00 horas.
La policía cuenta con los testimonios y evidencias suficientes para aclarar el caso.
De acuerdo con las primeras investigaciones, los homicidas eran conocidos de sus víctimas, al grado que convivieron juntos durante horas.
Las autoridades informaron que en el múltiple homicidio se siguen todas las líneas de investigación posibles.
Por el momento, un coche Mustang Shelby 2006, propiedad de una de las mujeres que vivía en el citado departamento, sirvió para que los criminales huyeran. Otro testimonio importante es el de otra amiga de las asesinadas, quien vio a los homicidas en el departamento, pero no quiso participar en la reunión por no conocerlos. Ella dejó al grupo cuando se fue a trabajar. Cuando regresó encontró muertas a sus tres amigas, a la señora del aseo y al comunicador.
También la colaboración de algunos vecinos es muy importante para hacer los retratos hablados. Algunos de ellos se dieron cuenta de los movimientos de las personas que llegaron a la reunión en el edificio marcado con el número 1909, de la calle Luz Saviñón.
Seguramente, la policía se auxiliará con los videos de las cámaras de vigilancia del lugar.
Por el momento, se conocen los nombres de dos mujeres asesinadas: Nadia Vera, antropóloga y activista, y Yesenia Quiroz Alfaro, estudiante y modelo. Aún no se sabe el nombre de la colombiana, de 29 años, quien también resultó victimada.
Desde ayer se comentó el hecho de que el fotoperiodista se encontraba en la capital, en una especie de autoexilio, luego de que en Veracruz era acosado por las autoridades estatales, debido a su trabajo periodístico crítico.
AJUSTES EN MORENA
El partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ajustará sus cuadros políticos en el próximo mes de octubre.
Nos referimos al cambio en la presidencia de esa organización política. Martí Batres, el actual dirigente nacional, tendrá que dejar el cargo para dedicarse a buscar su candidatura para jefe de gobierno capitalino.
El líder de Morena, Manuel Andrés López Obrador, tendrá que elegir al hombre que sustituirá a Batres.
El nombre que suena como sustituto en la presidencia de ese partido es el de Héctor Vasconcelos, un político honorable, con suficiente experiencia para darle brillo al partido.
De lo anterior se desprende que en Morena se iniciará una lucha por el gobierno capitalino.
En este espacio ya se habló de Ricardo Monreal, el jefe delegacional de Cuauhtémoc, quien ya confesó sus deseos de ser el próximo jefe de gobierno del Distrito Federal (DF). Será interesante observar como desarrollan su lucha política esos dos “morenos” sin caer en los sobados pleitos que llevan al divisionismo.
LOS OLVIDADIZOS
Sin duda, los mexicanos somos muy olvidadizos.
Entre el sinnúmero de encuestas que se manejan diariamente, en una de ellas apareció Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, como la precandidata que encabeza la lista de preferencias electorales.
Quizás a la gente ya se le olvidó que la señora Zavala estuvo en Los Pinos como compañera de Calderón y su paso por el lugar fue invisible.
Vamos a suponer que es la elegida para gobernar México, ¿qué es lo que realmente le ofrecerá al país? ¿Más guerras fallidas contra el narcotráfico? ¿Mayor crecimiento de la población pobre? Primero, Margarita Zavala tendrá que convencer a los dirigentes de su partido sobre las metas que persigue entre otras, la de llegar a la Presidencia de la República. Porque en el PAN no las tiene todas consigo.
Por ejemplo, el líder Gustavo Madero se negó a concederle una curul en San Lázaro.
Y si le negó un lugar como diputada, no se cree que pudiera cederle la silla presidencial.
GUERRERO ¿OLVIDADO?
La violencia en Guerrero continúa incontenible. El número de asesinatos crece y no hay autoridad que, por lo menos prometa que la pesadilla algún día terminará. Los hechos delincuenciales ya afectaron considerablemente la convivencia social y la economía. Las víctimas se multiplican en todo el territorio guerrerense y los asesinos siguen libres.
En algunos sitios, como en Iguala y Chilpancingo, la capital del estado, importantes empresas cerraron sus oficias.
Rogelio Ortega, el gobernador emergente, no pudo con el paquete y ya le urge que tome posesión el nuevo gobernador Héctor Astudillo. En fin, si hay necesidad de presentar un estado en caos, fallido, ahí está Guerrero.