Prueba de fuego para partidos
Francisco Rodríguez lunes 27, Jul 2015Índice político
Francisco Rodríguez
Por si algo faltara, el deslegitimado sistema mexicano de partidos políticos enfrentará su prueba de fuego el año entrante en las elecciones para renovar 13 gubernaturas del país el 4 de junio.
En el fuego cruzado de acusaciones mutuas de fraude en las anteriores intermedias federales legislativas, está el desbocado favoritismo del dispendioso INE del hijo de Arnaldo —quien quedó más lastimado que un hijo bastardo— por su encubrimiento del tramposo Verde y por los desmanes exorbitantes de todos los actores políticos.
Todo ello, después de observar que la ciudadanía acudió a las urnas, aturdida por 40 millones de spots carísimos, bobalicones, repetitivos y agresivos al sentido común, sólo para emitir un indudable voto de castigo a las formaciones oficiales y sus similares.
Una legislación electoral desconsiderada y sadomasoquista enfrenta otra vez al país, en corto lapso, a mirarse al espejo para reflexionar si su tarea está hecha o debe dar la prueba definitiva en cuanto a voto de castigo y elección de “independientes” se refiere. La ciudadanía consciente entiende que participar en las lizas electorales de los comicios locales más importantes del sexenio, puede ser también la oportunidad para abrir las cerraduras del presidencialismo monolítico y sepultar, en grandes franjas del territorio, el daño irreparable sufrido por el país.
Exhibir los derroches, la desenfrenada corrupción y el despilfarro de fondos públicos y de contratación de deuda perniciosa por parte de ejecutivos locales y congresos —solapados por la hacienda federal, en busca desaforada de la candidatura al 2018— dedicados única y absolutamente al saqueo desenfrenado.
Obvio, Ebrard propició las alianzas “contranatura”
En condiciones menos desfavorables, hace seis años el aparato político tuvo que enfrentar esta prueba sufriendo desgajamientos importantes de sus controles en Oaxaca, Puebla, Guerrero y Sinaloa, a manos de ex priístas, que al no ser postulados por el partido oficial, buscaron cobijo en otras siglas.
Cuatro senadores priístas, Gabino Cué, Rafael Moreno Valle, Ángel Aguirre y Mario López Valdez cambiaron de camiseta y se enfundaron con desenfado la cachucha del PRD-PAN para disputar y ganar con holgura a los delfines tricolores que se sacaron la rifa del tigre en sus postulaciones.
Los caifases del templo, como siempre que se tocan las fibras sensibles del pundonor tricolor, se rasgaron las vestiduras en las plazas públicas para vociferar que habían sido objeto de una traición que no tenía nombre… hasta ese entonces.
Las “alianzas contranatura” —llamadas así por ser producto de un matrimonio prohibido entre dos partidos que se encontraban enfrentados ideológicamente en su Declaración de Principios y en sus estructuras ideológicas básicas— dieron fruto. Ganaron.
Lástima que el único objetivo era empoderar a un candidato común para las elecciones presidenciales del 2012, el famoso e imponderable Marcelo Ebrard, que a la mera hora reculó ante el espanto de que algún miembro de la alianza antinatura diera a conocer sus aberraciones personales, ampliamente documentadas.
La gente que se la jugó con él es hoy objeto de investigación por diferentes fraudes y peculados cometidos en el cenit de su poder, al amparo de sus ambiciones y en perjuicio del patrimonio de los mexicanos.
En lugar del empoderamiento de este súcubo, sus apremios presidenciales dejaron una estela de desgracias, a la punta de la cual se encuentra el robo histórico de 60 mil millones de pesos tirados al caño en ese proyecto de tragedia de la “Línea del Amor” del Metro a Tláhuac.
Y, lo que no podía faltar, un solo agraciado: un galán cubano de telenovelas rosas que tan pronto se dio cuenta del fraude descubierto, huyó a Hollywood para convertirse, de la noche a la mañana, en afamado productor de churros a todo color, valuados en 60 millones de dólares cada uno por la revista de espectáculos especializada Variety.
Regreso del PRI
Sin embargo, el daño estaba hecho en las entidades. Cuatro perforaciones “marca llorarás “ en el cuadro político del PRI, que no pudo aguantar los embates de dos partidos aliados en entidades que mantenía políticamente deshilachadas.
Sólo por el “milagro” del robo descarado de la famosa urna de Gómez Palacio, en la zona lagunera de Durango, a mano de embozados con metralletas a mediodía, pudo “rescatar” el PRI esa entidad de un fracaso seguro, a manos de la alianza opositora.
Y eso pasó hace seis años, cuando el PRI no tenía el poder presidencial y todavía contaba con el beneficio de la duda de que a lo mejor en una de esas el regreso de los PRInosaurios, de los que “sí sabían cómo hacerlo” iba a arreglar los desatinos de Felipe Calderón.
Ahora, cuando se ha demostrado, ante tirios y troyanos, nacionales y extranjeros, beatos y profanos, que la llegada del PRI fue un desastre, imagínese usted lo que pueda pasar en esas próximas elecciones.
De pronóstico reservado, los resultados que puede aportar el sistema económico-político-social-cultural- financiero-fiscal-petrolero-monetario-inflacionario- recesivo- estanflacionario, en dos años y medio de ejercicio.
Se prevé que el 2016 sea el año donde se velen las armas para probar en la arena electoral las probabilidades de triunfo que tendrá la alianza PAN-PRD (más los chiquitos interesados que se acumulen) para derrotar al PRI en el 2018.
Perdería el PRI más de la mitad de las 13 gubernaturas
Es casi la crónica de un naufragio anunciado. Es la muerte sin fin a la que se refería el recordado José Gorostiza. Es la pica en Flandes de los clásicos guerreros holandeses y flamencos. La pira definitiva. Sólo hay una razón que pueda detenerla. Pero los encargados de ejecutarla no saben ni pedir, ni dar. ¿Será por eso que las cosas les salen mal?
Desde ahora, se puede vaticinar con certeza que el PRI sufrirá descalabros en la mitad de las gubernaturas, si es que nada se interpone en el camino de la alianza PAN-PRD y amigos que los acompañen.
Incluso, sería más desastrosa la derrota en el caso de desgajamientos locales, de aliados de ocasión del Verde y el Panal en estados específicos, donde los intereses nacionales y locales difieren.
Así las cosas, sería milagroso que el PRI no perdiera en Baja California, Tamaulipas, Sinaloa, Tlaxcala, Durango, Aguascalientes, Zacatecas, Hidalgo y Veracruz. El santo señor de Chalma o San Mamerto, el de las causas imposibles, tendría que auxiliarlos para ganar Puebla, Chihuahua y Quintana Roo.
Y es lógico el vaticinio: Baja California tiene 23 años ajena y no hay razón para que el PRI la recuperen; Tamaulipas, a causa de Egidio; Sinaloa, el sacrificio de Chuy Vizcarra no bastará. Culiacán para el PAN y Mazatlán para el PRD definen la plaza. La fuga de El Chapo es la cereza del pastel.
Tlaxcala ve con desconfianza los arrebatos infantiles de Mariano González Zarur; Durango pende de un hilo de la casilla robada en 2010; Aguascalientes, Zacatecas e Hidalgo: “gobiernos” fallidos, en manos de gobiernos que arrastran desfalcos ancestrales.
Veracruz, que puede ser ganado por el “independiente” Gerardo Buganza y no podrá contabilizarse del lado del activo priísta, mientras la campaña no le demuestre que solito nunca será nadie. ¿Cuántos “independientes” más saldrán a la palestra después de que la SCJN descalifique las reformas legales?
Rafael Moreno Valle, del PAN-PRD se jugará hasta la zalea por conservar Puebla, pues es su último tren en la loca carrera por alcanzar con afán los maquillajes y vestuarios de la candidatura presidencial.
César Duarte sabe que si no entrega buenas cuentas en Chihuahua, corre el riesgo de que se destapen sus actividades financieras y bancarias con las que ha “lavado” y clavado la puya al priísmo chihuahuense, antes proverbial e histórico. Si Roberto Borge no gana Quintana Roo, puede irse despidiendo de la política. Pero así están las cosas. ¿Y todavía existen valientes que quieran hacerse cargo del PRI? ¿Qué, los políticos no son capaces de experimentar en cabeza ajena?
Índice Flamígero: + + + ¿Ochoa Reza? No nada más él. Todos los priístas apuntados deben rezar, orar y hasta correr si quieren hacerse de la presidencia del CEN del PRI + + + Y nos recuerda don Alfredo Álvarez Barrón que “según los resultados de la medición de la pobreza 2014, presentados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el número de mexicanos pobres llegó a 55.3 millones en todo el país. Mientras tanto la Sedesol fijó así su posición respecto al estudio del Coneval: ‘El número de carencias promedio de la población en situación de pobreza extrema pasó de 3.7 a 3.6; si consideramos la población total que tenía tres o más carencias, ésta disminuyó en 1.57 millones de personas, lo cual demuestra la eficacia de la política social del gobierno’”. Y tras estentórea carcajada del respetable, El Poeta del Nopal interviene para devolvernos a la triste realidad: “En vano al cielo imploramos / casi al borde de la histeria / y en este mar de miseria / poco a poco naufragamos; / de nada sirven reclamos, / ni invocar a la fortuna, / cuando en el claro de luna / surge la desesperanza / las promesas de bonanza / se mueren una por una”.