El ritmo de crecimiento depende de factores genéticos
Elsa Rodríguez Osorio, Salud viernes 24, Jul 2015Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Tómelo en cuenta: el verano favorece el deseo sexual
- La degeneración macular, relacionada con la edad
La pubertad es un proceso complejo que implica la maduración de los genitales, la aceleración y finalización de la etapa de la niñez y cambios en la personalidad.
El ritmo de crecimiento de un niño durante la pubertad depende de factores genéticos (talla familiar baja, normal o alta) y el ritmo de maduración (rápido, normal o lento).
Esta diferencia en la velocidad de crecimiento de 1 a 2 centímetros por año, es la responsable del contraste de la talla adulta entre las personas con talla familiar alta o baja, señala el doctor Arturo Ayala, especialista en endocrinología pediátrica.
La hormona de crecimiento es el principal regulador del crecimiento durante la pubertad y, en general, desde el nacimiento.
En el caso de las niñas, alcanzan la velocidad máxima de crecimiento en la pubertad, antes de la menarquia (primera menstrualción) y desde ese momento, el ritmo de crecimiento comienza a disminuir. La ganancia en talla posterior a ello, varía según factores genéticos, ambientales y nutricionales.Pubertad precoz es cuando los caracteres sexuales secundarios aparecen antes de los 8 años en la niña y 9 años en el varón y evoluciona con rapidez tanto en el desarrollo físico, como en la maduración ósea y en el crecimiento.
Pubertad retrasada es la ausencia de los caracteres sexuales secundarios de inicio de la pubertad normal, la ausencia de la primera menstruación a los 13 años y, en los varones, presentar un volumen testicular inferior a 3 ml.
Las niñas dejan de crecer a los 16 años, mientras que los niños a los 18, en algunos casos se recorre hasta los 21 años. Cómo ayudarlos en esa etapa: Promover una nutrición sana desde casa, evitar las bebidas azucaradas. Establecer límites en el horario para dormir y retirarle cualquier dispositivo electrónico que pudiera quitarle el sueño. Si se identifica algún retraso en su crecimiento, acudir con un endocrinólogo pediatra.
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Tómelo en cuenta: el verano favorece el deseo sexual, es una época del año en la que sexualidad recobra aún más interés en la mente de las personas, debido a la presencia de días largos, mayor luz solar y calor, aunado a que hay menor estrés ya que se cuenta con más tiempo libre.
Una mayor exposición a la luz solar aumenta la secreción de vitamina “D” y brinda un mayor nivel en sangre de testosterona, la principal hormona promotora del deseo sexual en hombres y mujeres, de acuerdo con el sexólogo y psicoterapeuta, David Barrio.
Sin embargo afirma que de acuerdo con diversos estudios, el promedio de relaciones sexules de los mexicanos es de solamente 6 al mes y hay poca imaginación, es decir, no hacen nada especial previo al encuentro y el 78% de las personas no planean, pero sí preveen o calcuan la posibilidad de tener encuentros sexuales. Este comportamiento de muchos mexicanos según el especialista es que el varón aún presenta diversos miedos que van desde parecer poco varonil, hasta dejar de ser proveedor, ser débil, a no ser un “sexperto“, a no tener erección y a no “dar placer“.
Esto se contrapone con los deseos femeninos: que siempre quieren que haya preludio y ser besadas y acariciadas de manera prolongada.
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La degeneración macular relacionada con la edad en su forma húmeda, considerada la forma más severa de esta enfermedad y principal causa de ceguera legal en personas mayores de 60 años, para ello Bayer de México presenta Aflibercept, innovador medicamento, una solución intravítrea de una nueva familia terapéutica en el área oftalmológica que impide el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos debajo de la retina, responsables del desarrollo de lesiones en la mácula y con ello de la pérdida de la visión central característica de la degeneración macular relacionada con la edad en su forma húmeda, destaca el Dr. Jans Fromow Guerra, miembro de la Asociación Mexicana de Retina. Este nuevo tratamiento oftalmológico para la DMRE húmeda ayudará a prevenir el deterioro de la visión y la ceguera en los mexicanos que actualmente padecen esta enfermedad asociada con el envejecimiento de la población, la cual seguirá incrementándose en el futuro, ya que para el 2030 más de 20 millones de personas en el país serán mayores de 60 años.
